Pedro L. Cascales López.
En el año 1983 se constituyó la
segunda corporación municipal tras la transición política, volviendo a ser
alcalde Francisco Zapata Conesa, al que su buen hacer junto a su equipo de
gobierno, le llevó a sacar cuatro concejales más que en el período anterior,
quedando la corporación formada por únicamente dos partidos: el Partido
Socialista Obrero Español, PSOE, con 15 concejales, y el nuevo Partido de
Alianza Popular con 6 concejales, que recogía en su mayor parte la extinta
Unión de Centro Democrático, UCD, no obteniendo ningún otro partido
representación municipal.
La abrumadora victoria del PSOE (que
nunca se ha vuelto a repetir) se debió a varias causas: En primer lugar hay que
destacar la actuación y trato del alcalde hacia todos los vecinos de la
población sin hacer diferencias políticas ni sociales. Se trataba sinceramente
de ayudar a todo el mundo. El ayuntamiento estaba al servicio de los ciudadanos
y no al revés como podemos decir que ocurrió después. En segundo lugar fue el
trabajo desarrollado, no se prometían cosas, se hacían, se solucionaron muchos
problemas sin necesidad de grandes inversiones ni proyectos. La burocracia se
redujo al mínimo. En tercer lugar considero que fue la transparencia municipal,
eso que ahora está tan de moda, y que en aquella época, sin hablar de ello, ya
existía. Los habitantes de Alcantarilla veían que con poco dinero se hacían
muchas cosas, y que el ayuntamiento no era una fiera burocrática insaciable y
torpe en la que el dinero se derrochaba o sencillamente se difuminaba. En
cuarto lugar podríamos considerar que ese miedo del que se hablaba de que si la
llegada de los “rojos” iba a ser la ruina y se iba a expropiar a la gente o
convertir la iglesia en un garaje como en la guerra, eran burdos bulos
interesados; el año 1983 no era el año 1936, ni los partidos eran los mismos,
ni las personas eran las mismas, y sobre todo la situación social, casi revolucionaria
–esto es fundamental–, no era la misma. En quinto lugar, aunque había escasa
cultura política, se veía que en toda Europa existía el partido socialista, y
no podía decirse precisamente que el partido socialista alemán era un partido que
estuviese quemando iglesias ni el inglés le cortara la cabeza a la reina. En
sexto lugar Zapata tuvo la habilidad y la coherencia política de integrar en el
gobierno municipal una parte proporcional de la oposición en función de los
votos obtenidos, en este caso del año 1983, 2 concejales de AP. Y en séptimo
lugar fue la existencia de un concepto de la política consistente en respetar
cualquier otra opción diferente –entonces no se robaba–. Zapata sentía por ese
motivo un gran respeto por sus antecesores en el cargo (incluso los
pertenecientes a la época franquista) y la prensa recogió en su día la foto de
todos los alcaldes todavía con vida reunidos: el propio Zapata, Diego Riquelme
Rodríguez, Fulgencio Pérez Artero, Francisco Hernández Aráez y Juan Martínez
Beltrán.
El siempre recordado buen amigo y
excelente alcalde Diego Riquelme me dijo, cuando ya gobernaba el Partido
Popular, que había sido mejor tratado y atendido en la época de Zapata, al que
echaba de menos, que en esos momentos en que ni siquiera lo recibía el entonces
alcalde (el célebre e ínclito chico para todo Lázaro Mellado que siempre estaba
ocupado y “su secretario” no encontraba sitio en la agenda).
También existe una anécdota que
resulta curiosa pero no extraña: el jefe local de Fuerza Nueva, el amigo
Vicente López Herrera me contestó sin titubear ni esconderse, en un bar y ante
más gente, y ante mi pregunta de a quién iba a votar en esas elecciones de 1983,
que “por supuesto a Paco Zapata”. Nada contradictorio por otra parte, ya que
los ideales iniciales de la Falange respecto a lo social parece que han sido
copiados por el actual partido político Podemos. Vivienda, seguridad social,
banca pública, protección del trabajador, antiliberalismo, reforma agraria,
republicanismo, etc., eran temas prioritarios para la Falange. Pero luego pasó
lo que pasó. La Falange había dejado de existir el 20 de noviembre del 36 y ya
Franco se encargó de imponer la pena de muerte al sucesor de José Antonio,
Manuel Hedilla, porque “discrepó” de la unión con los tradicionalistas y la
vulneración de puntos sociales de la Falange. Solamente las grandes presiones
políticas impidieron su ejecución. Estuvo más de diez años en la cárcel y
solamente obtuvo la libertad bajo la condición de mantener un absoluto silencio
hasta su muerte hacia 1970.
En fin, para este año 1983 ya era
posible –no sin ciertas dificultades y costes– el poder contar con aparatos de
vídeo portátiles, y así, esta sesión municipal pudo grabarse con un vídeo JVC y
sistema VHS, evitando con ello los cortes a que obligaban las películas de
Super8.
Esta es la grabación de aquel día
(casi 50 minutos) y posiblemente sea de lo más interesante la última parte en
la que aparecen los asistentes al acto felicitando al alcalde. Muchos ya no
están aquí.
Este mandato de Francisco Zapata fue
el último. Zapata tenía su trabajo y no era ni quería ser político “profesional”,
tenía que sacar su casa adelante y con la política no era posible, por lo que
ya advirtió con tiempo su intención de dejar el cargo en las siguientes
elecciones.
El PSOE había llegado a cotas muy
altas de aceptación por parte de los habitantes de Alcantarilla y había que
llevar mucho cuidado con la opción a elegir para el relevo, y aquí ese partido
cometió un tremendo error colocando de cabeza de lista a Pedro Manuel Toledo
Valero, acompañado siempre del eterno segundo de a bordo, el “apreciado,
competente y servicial” Alfonso Guirao Pérez.
Toledo era una medianía política
carente de capacidad de gestión, preparación para el diálogo y demasiada
prepotencia y engreimiento, aparte de ejercer su cargo con nula transparencia.
Con él se inicia, no solamente en Alcantarilla, sino en todas partes, el acceso
a la política de los mediocres que buscan un medio de vida bien pagado y que
colme su ego. Puede decirse que el año 1987 fue el principio del fin del,
llamémosle, “equipo de la transición”, una forma de hacer política para el
pueblo sin buscar los beneficios personales, con una escrupulosa administración
económica y unos equipos técnicos escasos pero competentes en su mayor parte
heredados de la etapa anterior. A partir de estos años los partidos políticos
han sido colonizados en general por los advenedizos buscavidas cuya
incompetencia política anda pareja con su sentido de la honradez, la dignidad y
el honor.
El PSOE se hundió, desde su máximo
dirigente hasta el último alcalde, lo mismo que ahora se hunde en la corrupción
y la incompetencia el dañino PP. Los partidos se han convertido en verdaderos
grupos interesados gobernados por un “aparato” que solamente busca el beneficio
personal incluso a costa de dinero público, formando cotos cerrados aferrados a
sillones que cierran la puerta a cualquier persona honrada que quiera abrir
puertas y ventanas. Se habla, y no sin razón, que Italia tiene su mafia, pero
que los españoles somos más listos, aquí tenemos a los partidos políticos. Se roba
más y se arriesga menos. Y encima con el ejército, la policía, la iglesia y la
justicia a tus órdenes. ¿Hay quién dé más?
En Alcantarilla comienzan también en
esa época a aparecer los “partidos personalistas”, prácticamente sin afiliados,
ideales ni programa, que solamente buscaban el ser bisagra con uno o dos
concejales, para lograr obtener con ello sus intereses personales, ignorando,
cuando no riéndose, de los intereses de los ciudadanos, y todo ello sin llegar
a sentir el más mínimo escrúpulo.
Algunos logran sus objetivos en una
sola legislatura y se colocan ellos y su familia; otros permanecen más tiempo,
incluso ejerciendo el transfuguismo, y sus metas son más altas: cargos
políticos bien pagados, direcciones de empresas mejor pagadas, privatizaciones
de servicios con agradecimiento material incluido, cargos en Madrid de alto
copete –cuando nunca han sabido hacer una “O con un canuto”–, amigotes en
ciertas empresas, etc. Es el triunfo de la medianía, de la avaricia, de la
falsedad y del engaño a un pueblo que ya adormecido y poco informado por unos
medios inmersos en el pesebre, que suele entregar su voto precisamente al
causante de sus problemas.
Toledo cambió el ayuntamiento y
destruyó el trabajo realizado desde 1976 a 1987. El ayuntamiento comenzó a
pasar, de estar al servicio del pueblo, a que el pueblo viera en él a su
enemigo. Y así seguimos. Toledo fue objeto de la única manifestación pública
realizada en contra de un alcalde. Los costes burocráticos se multiplicaron
infundadamente, el dinero se evaporaba, y los despachos se llenaron de inútiles
y fieles estómagos agradecidos. En el año 1983 Zapata había llegado a obtener
15 concejales, ahora el PSOE tiene 5, y el mismo camino lleva el PP. La
reacción del voto en las urnas tiene una cierta inercia, es lenta por los
motivos expuestos, pero cuando llega es una losa inamovible. Y además me han
dicho que a Toledo lo han hecho “hijo adoptivo” y le han puesto su nombre a una
calle. Para “El Jueves”, porque Gila
ya ha muerto.
Sin poder evidentemente generalizar,
basta con ver la posición social y sobre todo económica, las colocaciones a
dedo, y el incremento de patrimonio de algunos de esos ediles que comenzaron a
entrar al ayuntamiento a partir del año 1987 –algún camuflado incluso antes–.
Pasaron de no tener ni oficio ni beneficio a colocar a familiares, a hacerse
chalés, a adquirir o edificar construcciones no precisamente económicas, a
comprarse coches caros, y hasta a alguno de ellos le colocaron una placa por
ser no sé qué o le dieron el nombre de una calle o de una plaza también por no
sé qué. A veces uno se hace una pregunta: ¿Qué habría pasado en el año 1976 si
se hubiera sabido en qué iba a terminar todo? ¿Merecía la pena trabajar todo lo
que se trabajó y hacer todo lo que se hizo? Me parece que no.
Y
estos “políticos” de ahora critican ¡a Franco!, que murió hace más de cuarenta
años, ¡ya veremos cuando se enteren quién era Fernando VII…! Porque el tema ya
se sabe, vamos a usar el tú más y el mira el dedo en vez de la Luna. Así,
pueblo “tonto”, estáis entretenidos y nos dejáis hacer tranquilos lo que
tenemos que hacer, mientras que, manifestando nuestro nivel, usamos las cursilerías e idioteces del “todos y todas”, la “democracia”, el
“fascismo”, el “medio ambiente” o cualquier otro tópico para distraer y encandilar al
personal. Y evidentemente una de dos, el que así actúa es un completo ignorante
histórico o es un sinvergüenza, o la mezcla de ambas cosas. Sólo un ejemplo: en
Alcantarilla existían más de 300 familias “viviendo” en cuevas, y una
administración sin recursos construyó viviendas sociales para eliminar esa lacra.
Y además era posible comprar un solar y hacerte tu casa los fines de semana con
la ayuda de toda la familia, ya que durante la semana estabas trabajando,
porque el trabajo no faltaba; y todo ello sin impuestos abusivos ni
persecuciones y burocracias municipales; así nació y creció todo Campoamor,
Vistabella y Sangonera la Seca. Existen muchos más ejemplos, pero no es sitio
ni momento.
Ahora en el ayuntamiento, en la
administración, hay dinero, mucho dinero, y todo se ha convertido en una
máquina sobredimensionada y derrochadora que paga el pueblo aunque esté con el
agua al cuello. Y el problema del trabajo y la vivienda es acuciante. El que
una persona joven pueda casarse y tener su casa es una utopía –constitucional,
eso sí–, pero para los próceres ediles es más importante ahora el mantener
estúpidos debates como el quitar o poner cuadros de alcaldes; alcaldes que
incluso alguno de ellos pagó de su bolsillo gastos municipales. La ignorancia
–o la mala fe– son muy peligrosas. Y las maniobras de distracción también.
En
fin, parece que la historia se va repitiendo. Pasa siempre.
En
el siguiente cuadro puede observarse la evolución de la composición del
ayuntamiento en los diferentes períodos desde el año 1979 hasta el 2019, año en
el que se supone que se llevarán a cabo nuevas elecciones.
Que Dios nos pille confesados.
PSOE: Partido Socialista Obrero Español. UCD: Unión de
Centro Democrático. PC: Partido Comunista. AP: Alianza Popular. CDS: Centro
Democrático y Social. IU: Izquierda Unida. PP: Partido Popular. PM: Partido
Murcianista. CDL: Centro Demócrata Liberal. CS: Partido de Ciudadanos. CA:
Cambiar Alcantarilla. GA: Ganar Alcantarilla