Pedro L. Cascales López
La Concejalía de Cultura del
Ayuntamiento de Alcantarilla ha promovido una exposición sobre la cartografía
histórica y evolución urbana del municipio a celebrar en el Archivo Histórico
Municipal, Casa de las Cayitas, entre los días 26 de
febrero y 26 de marzo del presente año de 2019
Este
es el contenido de dicha exposición.
ÍNDICE
1 – ÉPOCA IBERORROMANA
2 – LA POBLACIÓN PRIMITIVA
3 – EL TÉRMINO MUNICIPAL
4 – CAMINOS A MURCIA
5 – EL AGUA: RÍO, ACEQUIAS, ALGAYDONALES, NORIA Y ACEÑAS
6 – PLANO DE AMOJONAMIENTO DEL AÑO 1728
7 – PLANO DEL CATASTRO DE LA ENSENADA DE 1756
8 – CARTOGRAFÍA DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
9 – PLANO DE AMOJONAMIENTO DEL AÑO 1898
10 – EL MOLINO DE LA PROVIDENCIA
11 – PLANO CATASTRAL DE RÚSTICA DEL AÑO 1923
12 – LLEGADA DE LAS AGUAS POTABLES A LA POBLACIÓN
13 – PLANO MILITAR DEL AÑO 1930
14 – CENSO DE URBANA DEL AÑO 1933
15 – LOS REFUGIOS DE LA GUERRA CIVIL
16 – EL FERROCARRIL
17 – UBICACIÓN DE INDUSTRIAS EN EL SIGLO XX
18 – PARCELACIONES Y ENSANCHES
19 – EL INSTITUTO GEOGRÁFICO
20 – CATASTRO DE RÚSTICA DEL AÑO 1960
21 – PLANO DE LA OFICINA TÉCNICA DEL AÑO 1965
22 – CATASTRO DE URBANA DEL AÑO 1972
23 – PLANO FOTOGRAMÉTRICO DEL AÑO 1973
24 – URBANIZACIÓN DE INDUSTRIAS
25 – LOS CALLEJEROS
26 – PARCELARIO GENERAL DEL AÑO 1981
27 – PLANO FOTOGRAMÉTRICO DEL AÑO 1985
28 – EVOLUCIÓN URBANA DE LA POBLACIÓN
29 – EVOLUCIÓN POR BARRIOS Y ZONAS
PUBLICACIONES, BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA
1
- ÉPOCA IBERORROMANA
El primitivo solar de la antigua Alcantarilla
era un paisaje casi llano dominado por unas suaves colinas y algunos ramblizos
y cañadas que culminaban en un cabezo de mayor altura ahora llamado de Las Aguas.
Una de esas colinas, situada estratégicamente
junto al Río Segura, fue ya utilizada desde el siglo VI o IV a. de C. hasta la
llegada de Roma en que sus habitantes se vieron obligados a desalojar su
poblado e instalarse en un terreno llano situado junto al cauce del entonces
Río Guadalentín, en la hoy Avenida de Santa Ana. El poblado está sin excavar, y
hoy por hoy, es todavía prematuro el aventurar una cronología definitiva, por
lo que su antigüedad podría ser mayor.
Por ese territorio discurría una amplia
rambla, luego llamada del Potrox, con un cauce importante, resto de antiguas
eras geológicas. También cruzaba el terreno el cauce de un río que tenía la
característica de ser causa de grandes avenidas antes de desembocar en el Río
Segura: el Río Guadalentín.
El cabezo del poblado, hoy casi inapreciable y muy alterado,
destacaba entonces sobre el terreno circundante en más de diez metros, mientras
que su caída hacia el río era de unos veinte metros.
Por su parte sur discurría una amplia cañada
que recogía las aguas desde lo que ahora es el paso a nivel y que atravesaba lo
que luego sería el Huerto de los Frailes. Nada de todo ello puede percibirse
hoy. Las urbanizaciones y los movimientos de tierras han desfigurado por
completo este paisaje primitivo.
Las acertadas actuaciones que actualmente se
están realizando en el acueducto de la noria están descubriendo el primitivo
nivel del terreno antes de ser adaptado a las labores agrícolas.
La aldea contaba con una muralla y
posiblemente alguna torre defensiva, y está esperando la oportuna excavación
arqueológica que nos permita conocer exactamente sus características.
La llegada de los romanos supuso un drástico
cambio de vida para sus habitantes, comenzando por la reubicación de su
poblado.
También, por vez primera, y según parecen
apuntar todos los hallazgos e indicios, los romanos iniciaron el regadío de las
tierras de la Vega realizando para ello un azud en el río y dos túneles en cada
margen para llevar las aguas hacia Algezares y Monteagudo. El túnel de la
margen derecha desembocaba en un punto cercano a los actuales Arcos, en la
Rambla de Las Zorreras, sobre la que los romanos debieron construir un
acueducto para dar paso al canal que conduciría las aguas a Algezares y cuyo
trazado correspondería a la actual acequia de El Turbedal.
La zona de Alcantarilla se vería por lo tanto
beneficiada con agua para riego, y ello tuvo que implicar la existencia de dos
o tres villas romanas ubicadas en la Voz Negra, Cabezo del Convento y actual
Carretera del Javalí, aparte de una mansión o lugar de servicio para el paso
por las calzadas que cruzaban la zona en sentido norte-sur y este-oeste, debiendo estar situada esta mansión entre las actuales Calle
Cartagena y Calle Mayor.
Muy pocos restos han aparecido (algunos sillares,
dos o tres ánforas, cerámica, ladrillos, monedas, etc), pero hay que tener en cuenta que
una zona en la que la piedra para la construcción es costosa de conseguir, las
edificaciones romanas, tanto de ladrillo como de cantería, fueron desde el
momento de su abandono una verdadera cantera de fácil uso para la reutilización
de sus materiales.
Esta fue la vida en la zona de Alcantarilla
durante más de quinientos años, aunque no desapareció repentinamente, sino que
se alargó sobreviviendo hasta la llegada de los árabes.
Es conocido el párrafo del Canónigo Juan
Lozano Santa que en el año 1794 dice que “Desde
Alcantarilla o Cantarilla hasta el Puente de las Ovejas (junto al azud) todo es población romana. Los colladitos de
su intermedio, plantío de olivos y vides, señalan la ciudad arruinada, que yace
bajo esas prominencias, las cuales se ven salpicadas de tejos, ladrillos, y
cascos de vasijas. Barro saguntino esparcido, y derramado, se halla aquí”
Poblado ibérico del Cabezo del Agua Salada
La zona del
histórico término de Alcantarilla en época romana
Esquema de
azudes y tablestacados en el río
Planta del
túnel del azud
Sección del
túnel
Zonas
arqueológicas
2
- LA POBLACIÓN PRIMITIVA
La población primitiva de Alcantarilla,
llamada Qantara Asqaba (Puente de Barcas) por el geógrafo árabe Al-Idrisi
(siglo XII), debió fundarse o comenzar su actividad hacia finales del siglo
VIII o principios del XI partiendo de algún pequeño enclave ubicado en ese
mismo lugar desde la época romana. Aún no existía la acequia Mayor de la
Alquibla, pero casi con toda seguridad todavía se estaría utilizando el antiguo
canal romano (hoy acequia de El Turbedal) que llevaba el agua al importante
enclave de Algezares, por lo que el agua para riego estaba asegurada, y sus habitantes
podían cultivar las tierras y también dedicarse a la arriería habida cuenta de
la situación estratégica de la aldea en un importante cruce de caminos.
Uno de esos caminos era el que enlazaba
Monteagudo con Lorca a través del Valle del Guadalentín, lo que implicaba el
tener que sortear el paso del Río Segura que en esta época debía realizarse
mediante un puente de barcas y de ahí el nombre dado a la aldea o su entorno: “Puente de Barcas”.
El incremento de la población, las
interminables guerras tribales musulmanas y la llegada de los cristianos,
implicaron que el puente de barcas resultara insuficiente y se procedió a la
construcción de un puente de madera que subsistió hasta la destrucción de la
población por una avenida conjunta de los ríos Segura y Guadalentín el 18 de
octubre de 1545, día de San Lucas. Ya en esos momentos la población habría
dejado de llamarse Qantara Asqaba
para pasar a ser simplemente Al-Qantarat
o Al-Qantaralla: “El puente”.
La llegada de los cristianos supuso también
que ese nombre derivara en Cantariella
o Alcantariella y de ahí pasó a la
actual Alcantarilla, aunque existe
otra teoría sobre este nombre de Alcantarilla cuya exposición escapa de los
límites de este trabajo.
En el momento de su destrucción Alcantariella
contaba con una extensión de unos 16.000 m2, 140 casas y unos 800 habitantes,
que en parte emigraron y en parte construyeron la nueva población en los
alrededores de la actual Iglesia de San Pedro.
Alcantariella era pues en esos momentos un
importante núcleo de población, el más importante de la Vega tras la capital.
En la actualidad, los restos de sus
cimentaciones se encuentran enterrados a poca profundidad, y hasta hace pocos
años se encontraban por los bancales pedazos de ladrillos, cerámica y yesos. La
construcción de la nueva carretera a La Ñora destrozó una buena parte del
yacimiento, y posteriormente la empresa Hero también hizo desaparecer una
pequeña parte de los restos de la zona oeste de la población así como las
hormazas formadas con los restos de construcciones en el margen del Camino del
Vado; pero aún así, qué duda cabe sobre la importancia que tendría para
Alcantarilla el poder contar con la excavación de una aldea
visigodo-musulmana-cristiana, posiblemente con un período de vida entre los
siglos V al XVI y con un hipotético estrato romano, a lo que habría que añadir
la excavación del Cabezo del Agua Salada, el Museo de la Huerta, Los Arcos y la
rueda con su acueducto. Parece que merece la pena hacer una valoración de lo
que todo esto puede significar.
Planta de la aldea
medieval
Aldea
medieval
La inundación
Afecciones al
espacio arqueológico de la aldea
3
- EL TÉRMINO MUNICIPAL
El solar de lo que después fue el término
municipal de Alcantarilla ya vio pasar en el año 1125 a Alfonso I el Batallador, rey de Aragón y Navarra
(1104-1134), en sus correrías contra los musulmanes con tropas aragonesas,
normandas y bearnesas.
Entre los años 1172 y 1227 Alcantarilla
se encuentra bajo dominio almohade.
Entre los años 1227 y 1237 reina en
Murcia ibn-Hud.
En el año 1243 se lleva a cabo la capitulación de Alcaraz y las tropas castellanas
ocupan Murcia como protectorado de Castilla bajo el mando de Fernando III el
Santo.
En el año 1251 Alfonso X el Sabio entrega Alcantarilla a la Orden de Alcántara
y se lleva a cabo el primer
amojonamiento como territorio administrativamente independiente. NACE
ALCANTARILLA. Es de suponer que este primer amojonamiento, del que no se
tienen datos concretos, sería respetado en las sucesivas entregas de la aldea,
siendo su extensión de 5,5 km2. Esta posesión de la Orden de Alcántara supuso el nacimiento de Alcantarilla
como una entidad con un territorio, luego término administrativo independiente
y topográficamente definido, que permitió el que nunca pudiese ser absorbido
por la ciudad de Murcia, a pesar de que sus intentos fueron reiterados e
importantes a lo largo de la historia.
En el año 1261 Alcantarilla deja de ser de la Orden de Alcántara y pasa a la
corona.
En el año 1264 ocurre la sublevación musulmana.
En el año 1265 Jaime I de Aragón entra en Murcia y visita Alcantarilla.
En el año 1266 Castilla toma Murcia pero no devuelve Alcantarilla a la Orden
de Alcántara, sino que queda, dentro de la partición entre cristianos y
musulmanes, en la zona mudéjar regida por el rey Muhammad ibn-Hud.
En el año 1270 Alfonso X el Sabio entrega en donación Alcantarilla a su esposa
Doña Violante, hija del rey Jaime I: “A
la Reina la alquería que dicen de Alcántara con dccxxxv tahúllas que hacen cci
alffabas (renta)”.
Alfonso X evitó por todos los medios el
entregar grandes extensiones de suelo en el Repartimiento para evitar el
florecimiento de poderes excesivos, pero evidentemente ese no era el caso de la
reina, por lo que esta excepción, manteniendo los límites de la aldea que en su
día se entregó a la Orden de Alcántara, supuso el que hoy en día exista
Alcantarilla, realizándose el segundo
amojonamiento en el año 1272.
Las 735 tahúllas donadas a la reina tenían
una superficie de unos 821.730 m2. No se tiene en cuenta el suelo de
pastizal y vertientes propias. Pues bien, si contemplamos que el riego se
realizaba en gran parte a base de algaydonales, es decir, que la fuerza de la
gravedad y de la sangre humana era condicionante, solamente podía existir
regadío en el territorio situado a levante de las acequias de la Alquibla y
Turbedal; y cuando medimos esa superficie nos arroja una superficie de unos
850.000 m2. Y si descontamos el terreno ocupado por el cauce del Río
Guadalentín, la cifra es prácticamente de 820.000m2. Coincidencia
total.
Cuando se realizó la cesión a la Orden de
Alcántara, aquellos que delimitaron el territorio partieron de unos
factores y criterios fijos: el molino sobre la acequia de la Alquibla, la
alineación marcada en sentido norte-sur de los márgenes de los cultivos de
regadío, el antiguo camino alternativo de Lorca o Camino Hondo, las vertientes
recayentes a la zona de regadío y el Río Segura.
En el año 1437, las disputas entre Murcia y Alcantarilla por la posesión de
las salinas llamadas de Sangonera, así como el cobro de diversos impuestos, dio
lugar a realizar un tercer amojonamiento
que es el primero en el cual se marcan, nombran y construyen mojones.
Precisamente las disputas existentes hasta ese momento entre concejo murciano y
los obispos venían producidas por la no existencia de una delimitación física
aceptada por ambas partes.
La venta de Alcantarilla por parte de Felipe
II a Lázaro de Usodemar dio lugar a que en el año 1581 se realizase el cuarto
amojonamiento.
Llegamos al año 1728 en que se realiza el quinto
amojonamiento, y esta vez lo realizan agrimensores y se realiza un plano
del mismo. Un plano que es el primer documento gráfico de la historia del
término de Alcantarilla y que veremos más adelante.
En el año 1820, con la llegada del período llamado “Constitucional”, se crearon
algunos ayuntamientos y se modificaron los límites de otros. Alcantarilla creyó
que había llegado el momento de conseguir su ya entonces anhelada ampliación
del término municipal en una extensión de unos 58 km2, e incluso llegó a
realizarse una delimitación con esa ampliación, el sexto amojonamiento, pero la vuelta del absolutismo llevo con ella
la anulación de todos los actos realizados.
El Instituto Geográfico y Estadístico lleva a
cabo en el año 1898 el levantamiento
topográfico de la delimitación del término de Alcantarilla y por vez primera con
aparatos topográficos, dando lugar al séptimo
amojonamiento.
La ampliación de término municipal conseguida
siendo alcalde Francisco Zapata Conesa, con una extensión de 10 km2, dio lugar
a realizar la última delimitación u octavo
amojonamiento en el año 1988.
Si exceptuamos la ampliación abortada del
término municipal en el año 1820 y la definitiva ampliación del año 1988, la
delimitación del término municipal no ha sufrido cambios desde el año 1251, con
la excepción de dos pequeñas variaciones: una debido al cambio del cauce del
río en el siglo XVIII que supuso el que pasase a Alcantarilla una extensión de
suelo de unos 80.000 m2; y otra unos ligeros cambios en el amojonamiento del
año 1898 en la Carretera de Mula y Puebla de Soto que implicaron el que pasase
a Murcia una extensión total de unos 4.000 m2. Actualmente Alcantarilla cuenta
con una extensión de término de 15,5 km2.
Alcantarilla cumple pues 768 años de vida en
este año de 2019.
Inicialmente,
hasta la construcción de la noria en el año 1451, el área regable estaba limitada
al riego con portillo y algaydonal
La primera
ampliación del término municipal, que nunca llegó a consolidarse, tenía una extensión
de 58 km2 y limitaba por el oeste con los límites de Librilla por la Rambla de
Belén
La ampliación
conseguida en el año 1988, por la corporación presidida por el alcalde Francisco
Zapara Conesa, tiene una extensión de 10 km2 y conforma el actual término
municipal de Alcantarilla con una extensión de 15,5 km2
Desde su
inicio y hasta hoy, el término histórico de Alcantarilla ha sufrido cuatro alteraciones
de su delimitación primitiva
4
- CAMINOS A MURCIA
Lógicamente, las primeras vías de
comunicación que pueden considerarse como tales, más allá de los simples
senderos o veredas de paso, se inician con la dominación romana.
Por Alcantarilla pasan las vías de Cartagena
a la meseta, la de Mazarrón igualmente a la meseta, y la de Monteagudo a Jaén y
a Mazarrón. Estas vías son utilizadas hasta la caída del Imperio, y con ello
sobreviene el cambio de sistema de transporte, pasando de los carruajes a las
caravanas, tanto por cambio de mentalidad, como obligados por la circunstancias
al existir unas vías deterioradas por su falta de mantenimiento.
No sabemos qué existía en el solar de Murcia
anteriormente a su fundación en el siglo IX, pero sí sabemos que Orihuela
ejercía el control de todo el valle del Segura bajo dominio visigodo, debiendo
contar con una somera red de caminos, restos de las antiguas calzadas romanas,
que unieran aquellos lugares que se consideraran estratégicos como era el caso
del Valle del Guadalentín.
Por aquí discurre el llamado, ya en el siglo
XV, “camino viejo de Librilla y de Lorca”
que debió tener su pleno uso entre los siglos V y VIII, y que en el Repartimiento
de Alfonso X en el siglo XIII sirvió de lindero sur a la delimitación de Alcantarilla.
La fundación de Murcia en el siglo IX dio
lugar a que se adoptara la ruta de la margen izquierda hacia Lorca, lo cual
benefició a la ubicación de Alcantarilla, que se encontraba en un lugar clave
del paso del río mediante barcas o puente de madera, en función de la
intensidad de las avenidas del río.
En el siglo XV adquiere preponderancia la
ruta de la margen derecha, todo ello en función de que la salida de Murcia se
realizase cruzando o no el río y en función también del estado del puente de la ciudad. Esta
nueva ruta no afectó a Alcantarilla, ya que la aldea se encontraba en el punto
de unión de ambas. También unía los nuevos lugares de La Puebla de Cascales y
el lugar de Puxmarín (La Raya).
Esta vía a Murcia fue durante 500 años la
ruta de unión entre ambas poblaciones y el camino de Murcia a Andalucía.
Todavía es posible observar en la zona de Barriomar el trazado de esta antigua
vía que fue cortada por la construcción en el siglo XIX por la actual
carretera.
Caminos a
Murcia y difluencias del Río Guadalentín
Caminos
Detalle de
los antiguos caminos en la zona de Barriomar
5
- EL AGUA: RÍO, ACEQUIAS, ALGAYDONALES, NORIA Y ACEÑAS
Durante más de mil años, Alcantarilla basó
principalmente su existencia en la del agua. Acequias, algaydonales o
cigoñales, noria y aceñas ayudaron a sus habitantes en sus labores agrícolas.
Según la hipótesis de que la acequia de El
Turbedal podía ser de origen romano y procedente del túnel de la margen
derecha, Alcantarilla podía haber sido uno de los lugares más antiguos de la
huerta junto a Monteagudo-Cabezo de Torres y Algezares-La Alberca.
En esta zona de Alcantarilla tenemos la
acequia Mayor de Barreras o Alquibla (la del sur), la acequia de El Turbedal,
la acequia de La Daba, la acequia de Santarén, la acequia de Benialé, y por
último, la más moderna, la acequia de Alcantarilla o cequeta de la noria.
Hoy ese paisaje de acequias plenas de agua
con su vegetación colindante ha desaparecido por completo. En unos pocos años
ha desaparecido una cultura de decenas de siglos.
Un hito importante fue sin duda la
construcción de una noria en el año 1451 y su aumento de altura en el año 1549,
que supuso recrecer en un metro la altura del acueducto.
La última aceña fue construida hace ahora
casi cuarenta años por el último maestro aceñero: Cayetano González Vicente
para el Museo de la Huerta, pero si nadie lo remedia, pronto desaparecerá
también víctima de la indiferencia. Mientras tanto, se hace a bombo y platillo el Bando de la Huerta.
Red de
acequias y ubicación de aceñas
Algaydonal
La noria y su
acueducto (A. Navarro)
Acueducto de
Los Arcos (A. Navarro)
Acuerdo
municipal para la construcción de una aceña
Certificado
sobre el acuerdo municipal
Planos de la
aceña
Una aceña (A.
Navarro)
6
- PLANO DE AMOJONAMIENTO DEL TÉRMINO MUNICIPAL DEL AÑO 1728
Nos encontramos ante el primer documento
cartográfico sobre Alcantarilla. El único ejemplar existente es el depositado
en el Archivo Municipal de Murcia, ya que el correspondiente a Alcantarilla fue
quemado por los franceses en la Guerra de la Independencia. Refleja el quinto
amojonamiento de la población.
Se ignora el nombre de los
agrimensores que llevaron a cabo el trabajo entre los días 14 y 15 de noviembre
del año 1728.
Este plano ha sido restaurado de forma absolutamente fiel al original.
7
- PLANO DEL CATASTRO DE LA ENSENADA DEL AÑO 1756
A pesar de las dificultades que representa el
hecho de poder establecer una trama urbana sin contar con todos los datos, así como la
existencia de algunos errores en la documentación catastral, ha sido posible el
realizar una representación muy fidedigna del área urbana y el entorno de
Alcantarilla en aquella fecha.
Caminos,
parajes y comparativo
8
- CARTOGRAFÍA DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
Para organizar la defensa ante el avance del
ejército de Napoleón, los cartógrafos militares españoles realizaron unos
planos en los que se contemplaban los caminos y acequias que podían ser
susceptibles de destrucción para dificultar dicho avance. Los franceses
acamparon durante tres días al norte de Alcantarilla antes de salir hacia
Andalucía, aprovechando para quemar los archivos municipales, en una pira
situada en la plaza de la Iglesia, por considerar que se les ocultaban víveres
y pertrechos. Planos del Ministerio de Defensa.
22-8-1809
22-8-1809
1810
1810
1-9-1811
1-9-1811
9
- PLANO DEL TÉRMINO MUNICIPAL DEL AÑO 1898
Este plano realizado en el año 1898 es el
primer plano de Alcantarilla realizado con aparatos topográficos y siguiendo
las normas de la topografía clásica. El acta de amojonamiento alteró levemente
los límites del término municipal en la Puebla de Soto –Molino de La
Providencia o de Miñano– y en la carretera de Mula; y en ambos casos lo fue
para anexionar al término municipal de Murcia determinadas áreas de suelo. Es
sin duda un documento de excepcional importancia. Se trataba del séptimo
amojonamiento de la villa.
Plano a
escala 1/25.000 para el Mapa Topográfico Nacional
Ampliación de la minuta
Desarrollo de
los itinerarios topográficos
10
- MOLINO DE NUESTRA SEÑORA DE LA PROVIDENCIA
Si existe un lugar histórico, poco conocido y
ya casi desaparecido, es sin duda el molino denominado a lo largo del tiempo
como de Los Abades, del Cabildo, del Barrio, de La Providencia, de Miñano y de
Caballero.
Este molino, ya citado en el Repartimiento de
Alfonso X, y cuya construcción estuvo ligada a la de la acequia de la Alquibla,
siempre se ha encontrado en término de Murcia hasta que a finales del siglo XIX
D. Antonio Miñano agrandó sus instalaciones adentrándose en término en
Alcantarilla, acogiendo a las Hermanas Salesianas, que fundaron un hospitalillo
para atender a los pobres, y construyendo una ermita bajo la advocación de
Nuestra Señora de la Providencia.
Esta ermita, de estilo neogótico, realizada
con materiales de muy escasa calidad, se encontraba ya, cien años después y
cuarenta de abandono, en un franco estado de ruina que originó su desaparición
muy a pesar de todos. Sería interesante que se formase cualquier movimiento
para la reconstrucción de esta ermita siguiendo su aspecto original. El suelo
es municipal.
La gran importancia de este molino a finales
del siglo XIX dio lugar a que en la delimitación del término municipal llevada
a cabo en el año 1898 se alterase la línea de ese término para pasar a Murcia
la casa de Miñano y los almacenes del molino.
Su siguiente propietario, D. José Caballero,
agrandó las instalaciones con un gran edificio edificado en término de
Alcantarilla y dotado de numerosas piedras de molienda, a la vez que instaló
una gran turbina generadora de electricidad con la cual suministró de alumbrado
público a Alcantarilla durante muchos años.
El molino en
el plano del año 1728
Desarrollo de
los itinerarios topográficos en el año 1898
Detalle del
amojonamiento
Plano del
molino en el momento de su máxima expansión a finales del siglo XIX
Planos de la
ermita
Fachada de la
ermita
Perspectiva
de la ermita y la casa de Miñano. El hospitalillo se encontraba colindante a la
ermita
Interior de
la ermita
Turbina para
generar electricidad
Estado actual
de la zona con la línea de término municipal entre Alcantarilla y Murcia. En
amarillo el lugar que ocupaba la ermita
11
- PLANO CATASTRAL DE RÚSTICA DEL AÑO 1923
Croquis parcelario de las propiedades de
suelo rústico realizado para la confección de las cartillas evaluatorias de la
contribución rústica y basado en los datos topográficos obtenidos en el año
1898
12
- LLEGADA DE LAS AGUAS POTABLES A LA POBLACIÓN
La llegada del agua potable a la población de
Alcantarilla en el año 1925 supuso un gran acontecimiento para la población. El
agua se captaba de la acequia Mayor de Barreras junto a Los Arcos y se elevaba
al Cabezo del Pimiento (por estar en él los secaderos de esa hortaliza), que
pasó a llamarse Cabezo de las Aguas. La tubería de abastecimiento discurría por
la entonces nueva carretera de Alguazas y del Javalí, Camino de Los Romanos y
la carretera de Mula o del Campo, hoy Avenida de Ramón Martínez Campos, en
aquellos años Jefe de la Dirección Hidráulica del Segura, para entrar al casco
urbano por el Paso a Nivel. Al barrio promovido por Damián Bernal Munuera,
primero planificado en Campoamor, se le asignan ya sus correspondientes redes.
13
- PLANO MILITAR DE LA POBLACIÓN DEL AÑO 1930
Plano realizado por los topógrafos del
ejército en su doble faceta de interés militar y de colaboración con el
entonces Instituto Geográfico y Estadístico
14
- EL CENSO DE URBANA DEL AÑO 1933
Desde finales del siglo XIX, en que la
población inició un importante crecimiento en edificaciones, eran muy
habituales los censos de edificios realizados por los “maestros” y “prácticos”
de la localidad. Todos se han perdido. Solamente existe el correspondiente al
realizado en el año 1933, que reúne la característica con respecto a todos los
anteriores de que se realiza un croquis de la vivienda o edificio y se
especifican sus usos. Contiene además datos muy interesantes sobre linderos,
superficies e incluso, durante algunos años, se inscriben en sus fichas las
transmisiones patrimoniales.
Se trata sin duda de una gran fuente de
información sobre todo por su aspecto gráfico.
Pero como tantos documentos, este tampoco ha
podido evitar la desaparición de parte de su contenido; aunque después de todo
hay que agradecer el que fuese salvado del basurero hace ahora unos cuarenta
años.
Antiguo
Ayuntamiento, con unas dimensiones inferiores al del actual y que no lindaba
con la Calle San Sebastián sino con el edificio de las escuelas
Casa de Las
Cayitas, con la cuadra ocupando la hoy calle trasera
Casa de Juan
Antonio López Martínez, junto al jardín, que la transmite a su hija Tiburcia
(no “Triburcia) López Jara, llamada así por su abuela, y de segundo nombre
Emilia, como era conocida, madre de Fausto y Juan Antonio Vicent López
Escuelas en
el hoy Jardín de La Constitución, con las viviendas para los maestros dando
frente a la Calle Mayor y las propias escuelas en la parte central
15
- LOS REFUGIOS ANTIAÉREOS DE LA GUERRA CIVIL
La existencia de una base aérea, un
nudo ferroviario y una fábrica de pólvoras, hacía presumir con un cierto
fundamento que Alcantarilla podía verse afectada por cualquier bombardeo aéreo.
Hay que tener en cuenta que en esos años los aviones, que generalmente volaban
entre los 4.000 y los 7.000 metros de altura según el modelo, no contaban con
visores de bombardeo ni otros elementos técnicos para garantizar la exactitud
de esos bombardeos como los que ya se usaron en la Segunda Guerra Mundial pocos
años después, por lo que se daba el caso de que las bombas podían llegar a caer
a más de 500 metros de su objetivo.
Esto originó el que se diseñara un
plan de construcción de refugios que pudiera permitir a la población ponerse a
salvo en caso de la amenaza de cualquier incursión aérea a cargo de los Junker
52, Heinkel 111 o Savoia Marchetti.
En total se proyectaron 15 refugios pero
parece ser que no todos se llevaron a
cabo, y algunos de los que se construyeron no lo fueron tal y como aparecían en
el proyecto.
Por testimonios directos, se sabe que al
menos sí se hicieron, aunque sólo fuese en parte, los nº 2, 4, 7, 9 y 13-14-15.
En la entrada de la Calle San Antonio en la
esquina con el casino o Círculo Industrial existió durante muchos años un gran
badén producido por el hundimiento del suelo existente sobre la entrada del
túnel al refugio.
En marzo de 1987, al realizar las obras para
el gran colector de la Calle Mayor, apareció a la altura del actual Jardín de
la Constitución los restos de uno de estos refugios, en concreto del nº 10-11.
Plaza del
Olmo
Plaza de San
Pedro
Plaza de Juan
XXIII
Calles de San
Antonio y Cayuela
Plaza del
Convento
Estación y
fábrica de José López
San Roque
Calle del
Tropel
Calles de San
Antonio y Cuartel
Calle Mayor
Cuartel de la
Guardia Civil
Estación y
Cabezo del Calvario
Plano general
de situación de los refugios
Hallazgo del
refugio nº 10 en la Calle Mayor, frente al jardín. 2-3-1987
16
- EL FERROCARRIL
La llegada del ferrocarril supuso para
Alcantarilla el inicio de su despegue económico. La estación de Alcantarilla
era un importante enclave ferroviario de maniobras y de enlace entre las líneas
Madrid-Cartagena y Alcantarilla-Lorca, construida veinte años después que la
primera. Hoy, esas infraestructuras, con una mayor envergadura, se han
trasladado a la Estación de Nonduermas. A los indiscutibles beneficios que
supuso la llegada del ferrocarril no fueron ajenas las incipientes empresas de
Alcantarilla, que incorporaron la entrada de las vías férreas a sus instalaciones
para facilitar la carga y descarga de mercancías.
Plano general
de la máxima expansión de las infraestructuras
Fábricas que
tenían acceso de ferrocarriles
17
- LAS INDUSTRIAS DE ALCANTARILLA EN EL SIGLO XX
El inicio del crecimiento industrial
de finales del siglo XIX supuso que Alcantarilla se convirtiese en un foco de
atracción para todo tipo de empresas, lo que significó que a mediados del siglo
XX el caso urbano de la población albergara una cierta mezcolanza de viviendas
e industrias conviviendo pared por medio.
El sector más importante, que
generaba, aunque fuese de manera eventual, unos 5.000 empleos, era el de la
conserva vegetal, seguido por el maderero y el del metal, a los que pronto se
le unió el de la construcción y finalmente el químico.
El concepto de “polígono industrial”
no había nacido todavía, y las condiciones urbanísticas sobre usos urbanísticos todavía
menos, por lo que cualquiera podía hacer una instalación industrial en donde
pudiese o quisiese, sin que ello fuese nada extraordinario. Hay que tener en
cuenta que en aquellos años la ausencia de vehículos particulares evitaba el que
existiese cualquier impedimento al desplazamiento interno motorizado, y los
camiones de transporte apenas sobrepasaban los cinco mil kilos de carga, por lo
que no generaban problema alguno al discurrir por las despejadas y polvorientas calles de la
población en unión de carros, motocarros, carretas, motos, bicicletas y
carretones.
18
- PARCELACIONES Y ENSANCHES
Hasta que Damián Martínez Munuera proyectó a
finales de la década de los años diez la construcción de un nuevo barrio en los
terrenos llamados entonces “el Campo de
la población, pago de Los Pasos” colindantes a la carretera de Barqueros,
no había existido en Alcantarilla una iniciativa similar, limitándose la
actividad urbanística a simplemente ajustar nuevos trazados de calles según iba
siendo necesario, ciñéndose a los linderos de propiedad existentes.
El antiguo oficio de “sogueador” (medidor de
tierras usando una cuerda con nudos) dio paso al agrimensor, al perito agrícola
y al aparejador; y en el intermedio entre ellos actuaban una serie de personas
“prácticas” en el oficio que podían marcar alineaciones o hacer determinadas
valoraciones de suelos o de edificaciones.
A finales del siglo XIX realizan los censos
de edificaciones los “prácticos” José Cánovas Solano y Juan Sáez López, siendo
los maestros de obras José Gallego Bernal y Juan Pacheco Pellicer. Solamente se
recurre a aparejador o arquitecto en casos especiales y desplazándose desde
Murcia, ya que en la población no existen técnicos titulados.
La primera medida que podíamos llamar
“urbanística” se toma en el mes de abril del año 1922 por parte del concejal
Enrique López Pérez de Tudela siendo alcalde Pedro Cascales Vivancos y
consistente en que fuese necesario obtener permiso para poder edificar, que se
respetasen las alineaciones, que no se edificase cerrando calles y que las
nuevas calles tuviesen una anchura de entre 7 y 8 metros, siendo “práctico”
Antonio Cánovas Sánchez.
Tras las llamadas “Casas de Bernal” se inicia
la urbanización de la zona llamada “Campo-Amor” en la que actúan como técnicos
el aparejador Manuel López Sánchez Solís y el perito Ángel Riquelme Valera
siendo el maestro de obras Alfonso Pacheco.
Otro técnico –un verdadero personaje– que
actúa en la medición de los terrenos y ensanches de las nuevas zonas es el
perito agrícola Juan López García, “Juan
el périto”, que dictaba sus sentencias “inapelables” sobre el terreno y que
se desplazaba en su Ford modelo T, evidentemente negro, el mismo que luego
vendió al servicio de Correos.
Ya en los años sesenta actúa tímidamente en
el tema de mediciones y planeamiento el arquitecto colaborador del ayuntamiento
Demetrio Ortuño Yáñez, y Alcantarilla cuenta con su primer arquitecto titulado
en la persona de José Jesús Pacheco Cobarro, cuya prematura muerte le impidió
desarrollar sus trabajos.
A partir de los años setenta, de forma
paralela al incremento de la edificación, se inicia la medición y parcelación
de nuevas zonas de ensanche de la población que culmina con los trabajos de
redacción del Plan General Municipal de Ordenación del año 1982, siendo alcalde
Francisco Zapata Conesa, y en cuyo equipo redactor estaba el arquitecto técnico
Pedro L. Cascales López, que recoge la tradición de los antiguos “medidores y prácticos” de Alcantarilla.
Plano de
alineaciones para ubicar la construcción de la Iglesia de La Asunción. Manuel
López Sánchez Solís
Parcelario y
alineaciones de la zona de Campoamor
Dibujo para
la urbanización de la plaza frente a la Iglesia de La Asunción
Plano general
de alineaciones de la zona de Campoamor
Parcelario
del Huerto de los Frailes. 1946
Fábrica de
José López Martínez. 1953
Dibujo y
comentario sobre la urbanización de la zona de Cabezo Verde. Juan López García
Parcelario y alineaciones de la zona de Cabezo Verde y
Cabezo de las Aguas. Juan López García. 1968
Parcelario de
la zona de Cabezo Verde. Pedro L. Cascales López. 1967
Parcelación
de la fábrica de José López Martínez. Juan López García y Pedro L. Cascales
López. 1968
Fábrica de conservas
de Hernández Pagán o de La Esencia. Pedro L. Cascales López. 1980
Fábrica de
conservas de Cobarro. Pedro L. Cascales López. 1985
19 -
EL INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL
España carecía a mediados del siglo
XIX de una cartografía adecuada, y la casi totalidad de los ayuntamientos no
contaban con una documentación fiable sobre la delimitación de sus términos
municipales. Así, ya en el año 1857 se intentó crear el que se llamó “Mapa de
España” a escala 1/25.000, encargando el proyecto al coronel Carlos Ibáñez e
Ibáñez de Íbero (1825-1891) que tuvo muchos problemas con los poderes fácticos
para poder llevar a cabo su misión. El 12 de septiembre de 1870 se crea el
Instituto Geográfico colocando al frente del mismo a Ibáñez de Íbero y
adoptando el nombre, desde 1873, de “Dirección de Estadística y del Instituto Geográfico”.
Nombres que irían cambiando a lo
largo del tiempo: “Instituto Geográfico Catastral y Estadístico”, “Instituto
Geográfico y Estadístico”, “Instituto Geográfico y Catastral”, y desde el año
1977 “Instituto Geográfico Nacional”.
La historia del Instituto en todos esos años
es tan compleja como interesante. La creación de un Mapa Nacional a escala
1/50.000, a causa de multitud de problemas ajenos, se convirtió en una epopeya
que tardó en finalizarse más de cien años, pero el Instituto Geográfico sorteó
todos esos escollos y posiblemente por esa lucha ajena a cualquier interés que
no fuese la cartografía, ese organismo fue adquiriendo un prestigio que no sólo
mantiene sino que aumenta cada día desde entonces.
Alcantarilla está incluida en la hoja nº 933
del Mapa Topográfico Nacional a escala 1/50.000 (1 mm = 50 m) que a su vez se
divide en cuatro hojas a escala 1/25.000 (1 mm = 25 metros).
Las normas del Instituto establecen que a
cada hoja se le da el nombre del núcleo urbano de mayor número de habitantes
situado en ella; y así, en el año 1941, que es cuando se realiza la primera
edición de esta hoja nº 933, el núcleo con mayor número de habitantes era
Alhama de Murcia, con unos 11.000 habitantes, frente a los 9.000 que entonces
tenía Alcantarilla. Esta situación cambió en ediciones posteriores ya que
Alcantarilla superó ampliamente a Alhama de Murcia en número de habitantes,
cambiando así el Instituto la denominación de la hoja.
Esta primera edición de la hoja nº 933 del
año 1941 corresponde a la edición alemana, realizada por el “Spanien 1:50.000 Deutsche Heereskarte”,
apoyándose en los trabajos topográficos ya realizados por el Instituto
Geográfico desde el año 1898.
Esta base cartográfica fue utilizada por el
Ejército para la confección de su primer Mapa Director a escala 1/25.000 en el
año 1948.
En sucesivas ediciones, tanto el Instituto
Geográfico como el Ejército ya fueron actualizando la cartografía hasta el día
de hoy en que esa actualización se realiza cada cuatro años, a la vez que se
dispone de las fotografías de los correspondientes vuelos.
Instituto
Geográfico. Mapa a escala 1/50.000. Hoja nº 933. 1ª edición del año 1941
realizada por la Spanien 1/50.000
Deutsche Heereskarten alemán
Cartografía
Militar. Mapa a escala 1/25.000. Hoja nº 933-I. Edición única. Años 1948/1954
Cartografía Militar.
Mapa a escala 1/10.000. Hoja nº 933-I-NE. Edición única. Año 1963
Cartografía
Militar. Mapa a escala 1/50.000. Hoja nº 26-37 (933). 3ª edición de los años
1968/1983
Instituto
Geográfico. Mapa a escala 1/25.000. Hoja nº 933-II (cambia el número de los cuadrantes:
el I es ahora el II). 1ª edición. Años 1980/1989
Cartografía
Militar. Mapa Militar de España. Mapa a escala 1/50.000. Hoja nº 26-37 (933).
1ª edición del año 1996
Instituto
Geográfico. Mapa a escala 1/25.000. Hoja 933-II. 2ª edición del año 2001
Instituto Geográfico. Mapa a escala
1/50.000. Hoja nº 933. 1ª edición digital del año 2007
Comparativo
de las sucesivas ediciones del Instituto Geográfico y de la Cartografía Militar
Primer mapa
del Instituto Geográfico en el que aparece Alcantarilla realizado por la Spanien 1/50.000 Deutsche Heereskarte en
el año 1941
Unión de las
hojas de Cartografía Militar nº 933-I y 934-IV del año 1948 (datos de 1941)
Puede observarse el tamaño de Alcantarilla en relación con el de Murcia
Unión de las
Hojas de Cartografía Militar nº 933-I-NE y nº 934-IV-NO del año 1963. Puede
observarse el tamaño de Alcantarilla en relación con el de Murcia, y las zonas
de ensanche de esta última población hacia el norte
Instituto
Geográfico. Mapa a escala 1/25.000. 1ª edición digital del año 2003. Mapa
temático de la Huerta de Murcia. En amarillo el término municipal de
Alcantarilla
20
- CATASTRO DE RÚSTICA DE 1960
Este es el último catastro de
rústica de la población de Alcantarilla realizado por el Instituto Geográfico
antes de que esas competencias pasasen al Ministerio de Hacienda.
21
- PLANO DE LA OFICINA TÉCNICA DEL AÑO 1965
En unos momentos en los que ya se vislumbraba
un desarrollismo urbanístico importante para los próximos años, el arquitecto
Demetrio Ortuño Yáñez, arquitecto municipal-colaborador del ayuntamiento,
confecciona en su estudio de Murcia un plano general de la población que
pretendía englobar todas las iniciativas de ensanches y establecer un cierto
criterio en esos nuevos espacios urbanos.
Lo llama, de forma técnicamente no muy
acertada ni ortodoxa, “Plan de Ordenación
de la ciudad de Alcantarilla”, cuando a lo máximo que podía aspirar era a
un estudio de alineaciones, siendo esto algo que tampoco consigue.
El plano carece de estudios de campo y se
limita a copiar planos más antiguos como debió de ser el plano del proyecto de
alcantarillado del año 1944 (que se encuentra desaparecido pero no por esta
causa), y no corrige las variaciones ocurridas con el paso del tiempo. Así,
sigue manteniendo la cequeta sin entubar por la calle San Sebastián, no cambia
la planta del ayuntamiento manteniendo la antigua, no rectifica las manzanas
que habían sufrido alteraciones, equivoca la ubicación de diferentes
actividades, etc. También se observan importantes distorsiones en la planta
geométrica de manzanas y otros elementos representados, por lo que nos
encontramos ante un plano que no se corresponde con la realidad al encontrarse
distorsionado de entrada en su base topográfica.
Sí contiene algo muy interesante como es la
localización de actividades comerciales, pero con numerosos errores y
omisiones, por lo que sus datos deben ser contrastados y no ser aplicados como cosa
cierta. El centro comercial y social detectado queda determinado claramente en
el tramo de Calle Mayor limitado por el paso a nivel y la Iglesia de San Pedro,
siendo la actividad comercial en el resto del casco urbano prácticamente
inexistente.
Tampoco establece nuevas alineaciones en
zonas de ensanche por lo que parece que su idea original de un posible “plan de
alineaciones” no se lleva a efecto y todo se limita a representar lo ya
existente.
No obstante, se trata de un plano muy
importante para la historia de la población, tanto por la toponimia, como
porque se trata del primer plano de todo el casco urbano realizado con una idea
que podríamos llamar de “iniciativa urbanística”, cuando ya estaba Alcantarilla
incluida en el llamado Plan de la Huerta del año 1962, siendo alcalde Diego
Riquelme Rodríguez, que no resultó más que una exposición de intenciones vagas,
contradictorias e inaplicables, obligando a un nuevo ayuntamiento presidido por
Fulgencio Pérez Artero a asumir por su cuenta la redacción de un Plan de
Ordenación en el año 1973 a cargo de una empresa madrileña, que resultó un
absoluto fiasco y sumergió a la población en un problemático estado de anarquía
urbanística hasta que se aprobó un nuevo Plan General en el año 1982 redactado
por un equipo procedente de la Oficina Técnica de Gestión Urbanística del
Ayuntamiento de Murcia, siendo alcalde Francisco Zapata Conesa, que todavía
está vigente, porque después de unos diez años de proyectos, planos y
publicidad en los medios informativos, parece que todavía no se ha sido capaz de
aprobar la revisión del Plan General realizado en ese año de 1982 e incorporar
el nuevo suelo objeto de la ampliación de término del año 1988.

22
- CATASTRO DE URBANA DEL AÑO 1972
Excepcional plano del catastro de urbana de
la población realizado por el vecino de Alcantarilla y funcionario del Servicio
Catastral de Hacienda D. Agustín Pineda Enríquez.
23
- EL PLANO FOTOGRAMÉTRICO DEL AÑO 1973
Nos encontramos posiblemente ante el plano
más importante en la historia cartográfica de Alcantarilla, seguido por el
plano de 1898.
Cuando se produjo el fracaso urbanístico del
Plan de la Huerta, la corporación presidida por el alcalde Fulgencio Pérez Artero
acordó realizar un Plan Municipal de Ordenación específico de Alcantarilla, y
como trámite previo, la empresa adjudicataria del trabajo, encargó la
realización de un vuelo y la confección de un plano general del término a una
escala adecuada, que en este caso se consideró la escala de 1/2.000 como la
adecuada, es decir, que cada milímetro del plano representase 2 metros sobre el
terreno.
El resultado fue el disponer de un plano
excepcional, a color, con curvas de nivel de equidistancia de un metro, alturas
de edificios, patios, acequias, brazales, cercados, vías férreas, sendas,
caminos…, y todo ello en nueve hojas sobre soporte de poliéster muy resistente.
Además, todavía no había llegado la época del
desarrollismo urbanístico, por lo que el plano representa con todo detalle unas
zonas que en la actualidad serían irreconocibles y que gracias a esta
documentación pueden conocerse. Además, al tratarse de una fotografía aérea,
Alcantarilla queda en su totalidad representada en un solo instante, sin existir
los inevitables cambios temporales por zonas que se habrían producido de
haberse tratado de un levantamiento topográfico convencional.
Este plano sirvió de base para la redacción
del Plan General del año 1975, así como para el del año 1982, y desde este mismo
momento hay que iniciar los trabajos de restauración necesarios para subsanar
los daños que se le infringieron.
24
- LAS URBANIZACIONES DE LAS INDUSTRIAS
La aprobación del Plan General del año 1982
trajo consigo la implantación de las cesiones y los aprovechamientos
contemplados en la Ley del Suelo a fin de que aquellos suelos de una cierta
extensión no fuesen colmatados sin contribuir a las necesarias cesiones de
suelo para dotaciones, tanto de espacios libres como equipamientos colectivos
que puedan ser necesarios para la nueva población que se genera.
25
- LOS CALLEJEROS
A finales del Régimen del general
Francisco Franco pareció cundir un fuerte impulso de efectuar cambios de
antiguos nombres de calles por el de políticos menos que más relacionados con
Alcantarilla. Ello dio lugar a que la entonces tranquila Policía Municipal se
encontrase a veces en dificultades para identificar el nombre de una calle de
la que ni siquiera habían oído nombrar, por lo que le pidieron a Pedro L.
Cascales López que les hiciese un callejero que les pusiese al día.
Este callejero fue el primero que se
hizo de la población y apareció en enero del año 1979. El reparto fue gratuito.
Tras el cambio político y una nueva
vuelta de tuerca con el cambio de los nombres de las calles, el alcalde
Francisco Zapata le pidió a Pedro Cascales que hiciese un callejero que
recogiese todos los abundantes cambios que se habían producido y que traían de
cabeza a carteros, repartidores y ciudadanos en general después de una década
de continuos cambios. Este nuevo callejero vio la luz en el año 1986 y al igual
que el anterior se repartió de manera gratuita a la población.
La ampliación de término en el año
1988 obligaba el dar a conocer los límites y el contenido de esa ampliación de
territorio, y así, en el año 1999, Pedro Cascales hace un nuevo callejero
oficial que también se repartió gratuitamente y que sería el último de esas
características.
A partir de los años noventa se
realizaron varios callejeros de carácter comercial que usaron la cartografía de
los callejeros oficiales.
Estos callejeros son sin duda un
interesante aporte a la toponimia histórica local, tan acostumbrada a estar
tan vapuleada constantemente.
Portada del
callejero del año 1979
Plano del
callejero
Portada del
callejero del año 1986
Plano del
callejero
Portada del
callejero del año 1999
Plano del
callejero
26
- PLANO PARCELARIO DE RÚSTICA Y DE URBANA DEL AÑO 1979
Entre la documentación necesaria
para la redacción del Plan General Municipal de Ordenación del año 1982 existía
un plano que contemplaba el tejido parcelario del municipio a fin de poder
ajustar los diferentes sectores y unidades de actuación, ofreciendo a la vez
una visión de conjunto de todo el término.
27
- EL PLANO DE 1985
La Comunidad Autónoma realizó a
principios de la década de los años ochenta una importante actividad encaminada
a la obtención de una cartografía adecuada de toda la Región basada en la
escala 1/5.000 para el suelo rústico y de 1/500 para los núcleos de población.
De esta manera Alcantarilla
consiguió un plano del casco urbano con una definición nunca obtenida hasta
entonces de 1 metro cada 2 milímetros.
Plano del
entorno de la Casa de las Cayitas
28
- EVOLUCIÓN URBANA DE LA POBLACIÓN
Serie de planos en los que es posible
apreciar el crecimiento de la población de Alcantarilla a lo largo de su
historia en función de su crecimiento demográfico
Nº
1 - Época iberorromana
La llegada de los romanos supuso el que el
poblado encastrado del Agua Salada tuviese que ser abandonado y sus habitantes
realojados en otro poblado de “puertas abiertas” en el llano y junto al entonces
cauce del Río Guadalentín.
Los hallazgos arqueológicos que se han
salvado de la destrucción y de la reutilización de materiales –que fue mucha–,
parecen indicar que en el término de Alcantarilla existieron dos villas romanas
–más la colindante de la Voz Negra–; una mansión –lo que sería una venta
actualmente– al servicio de las calzadas; un emplazamiento militar de
vigilancia junto al río; un puente sobre el río de fábrica o madera sustituible
por barcas; un acueducto para que el canal procedente del azud del río salvase
la Rambla de las Zorreras y un canal para regadío que llevaba el agua hacia en
importante enclave de Algezares-La Alberca.
El territorio estaba atravesado por
importantes vías de comunicación: la de Monteagudo a Lorca y Begastri; la de
Susaña (Mazarrón) hacia la meseta central y la de Cartagena hacia esa misma
meseta así como hacia Begastri.
El trazado geométrico de esas calzadas se
mantiene intacto excepto en el tramo de la unión de la Calle de Los Pasos con
la Avenida de Santa Ana y la pequeña alteración que últimamente se ha realizado
del llamado Camino Viejo de Pliego que era la calzada hacia Begastri.
Nº
2 - 1545
Es muy posible que el puesto militar de
vigilancia romano en el paso del río derivase con el tiempo en un agrupamiento
de varias viviendas con una cierta entidad que, con la llegada de los árabes y
el crecimiento de los regadíos, dieron lugar a una población que llegó a tener
en el momento de su desaparición 140 casas y unos 800 habitantes que basaban su
economía en la agricultura, la arriería y el servicio a los caminos.
Desde el año 1451 existía una noria que
facilitaba los regadíos de la zona.
Este poblado fue destruido por una avenida
conjunta de los ríos Guadalentín y Segura quedando solamente en pie la iglesia
del lugar al tratarse de una obra sólida y resguardada por unos muros.
La población se trasladó a los alrededores de
la actual Plaza de la Iglesia o de San Pedro, por encima de la cequeta que
venía de la noria instalada unos cien años antes y cuyo cauce discurría
entonces un poco más abajo que el actual hasta que en el año 1549 se elevó el cauce y
se trasladó a su trazado actual.
Esta aldea, cuyo primer nombre conocido es el
de Qantara-Askaba (puente de barcas) era ya de fundación anterior a los árabes
como prueban sus términos latinos. A lo largo del tiempo, con la construcción y
destrucción de varios puentes, la aldea pasó a llamarse Al-Qantara,
Al-Qantariella y Alcantarilla, olvidando su pasado de puente de barcas aunque
éste paso estuvo vigente hasta finales del siglo XIX en que se construyó el
llamado “Puente de la Pólvora”.
Los trazados de las antiguas calzadas romanas
seguían vigentes aunque lógicamente la trama viaria se incrementó con nuevos
caminos, sendas y veredas..
El Río Guadalentín ya hacía tiempo que se
había intentado domesticar cambiando su curso sin mucho éxito, lo que
precisamente dio lugar a la destrucción del poblado, por lo que posiblemente ya
en esa época, aparte de los necesarios trenques por la parte alta de las
actuales Tejeras, se construyera lo que luego se llamó “El Malecón” que
consistía en un grueso y alto dique de tierra a todo lo largo de la Avenida de
Santa Ana para intentar contener las aguas.
Nº
2a - 1550
El pueblo ya se ha trasladado a su nueva
ubicación, formando un anillo alrededor de la iglesia siguiendo el nivel de la
pequeña elevación en la que se ubica, así como a lo largo del camino de Lorca,
casi con toda seguridad antigua calzada romana y hoy Calle Mayor.
La cequeta ya discurre a un metro de más
altura, por lo que el nuevo pueblo queda bajo su cota y pueden tener el agua en
la puerta de sus casas. La construcción de este nuevo pueblo significa que
muchos de los alcantarilleros que huyeron de la inundación comiencen a volver,
y así la población inicia un palpable aumento de habitantes.
El solar de la antigua población sirve de
cantera para la reutilización de materiales y se mantiene únicamente en pie la
iglesia que luego pasaría a ser “Convento de la Virgen de la Salud”.
Nº
3 - 1756
La recuperación económica que trajo la
llegada de Felipe V llegó también a Alcantarilla aumentando significativamente
la población. La arriería había perdido fuerza en beneficio de la agricultura y
en menor grado de la ganadería. Se crean rápidamente nuevos barrios en la parte
alta de la población, entre la antigua ermita de San Roque y el Camino Real a
Lorca ya conocido entonces como Calle Mayor. A primeros de siglo ocurre el
importante hecho de la llegada de los frailes Mínimos de San Francisco de Paula
a Alcantarilla, que tras instalarse inicialmente en la antigua iglesia de la
población junto al río, construyen su inconcluso convento y cercan su famoso
huerto.
Los algaydonales habían prácticamente
desaparecido a la par que aumentan en gran número las aceñas; se viven unos
años de auge de la agricultura en el que siempre había sido conocido “como el mejor lugar de la huerta”.
Nº
4 - 1898
En la segunda mitad del siglo XIX comienzan
en Alcantarilla los grandes cambios: en la década de los sesenta llega el ferrocarril
Cartagena-Madrid y veinte años después tenemos la línea Alcantarilla-Lorca. A
la sombra de estas infraestructuras se inicia la llegada a la población de las
industrias madereras procedentes de la Sierra de Segura, a las que siguen años
después las instalaciones de conservas vegetales y algunas de jabones y
trefilería.
Ante ese despegue industrial llegan a
Alcantarilla buscando trabajo una gran cantidad de personas procedentes de la
parte alta de Granada, zonas colindantes de Almería y sobre todo de La Unión y
de Mazarrón ante la caída de la minería.
Curiosamente, de todas las principales
empresas que se instalan en el pueblo, solamente hay un promotor con orígenes
alcantarilleros, procediendo los demás de todas partes de España y
evidentemente de la cercana Murcia, lo que parece indicar que Alcantarilla era
un buen lugar para vivir e invertir.
La llegada de estos miles de personas genera
de manera inmediata el problema de la vivienda; y ante su escasez, se forman
núcleos de cuevas en el Cabezo del Bolo, El Losar y el Cabezo del Calvario.
El
casco urbano se había ido colmatando llegando así hasta las vías del ferrocarril
pero sin traspasarlas. La agricultura de regadío sigue siendo todavía el motor
de la economía, pero el comercio minorista aparece con gran fuerza.
Este incremento demográfico y económico
conlleva la necesidad del transporte de viajeros a Murcia y otras cercanías,
fomentándose así el gremio de tartaneros y hace su aparición el “tan esperado y
moderno” tranvía, en principio arrastrado por caballerías y posteriormente
electrificado, ya que el sistema de vapor no llegó a funcionar adecuadamente.
Nº
5 - 1929
El siglo XX avanza y con ello la instalación
de nuevas industrias en Alcantarilla. A las serrerías pronto se le suman las
conserveras, que durante muchos años fueron el gran motor de la economía de
Alcantarilla creando miles de puestos de trabajo hasta el punto de tener que
recurrir a autobuses para traer trabajadores de poblaciones cercanas.
Alcantarilla cuenta con dos importantes
líneas de ferrocarril, una carretera nacional, varias carreteras comarcales,
una línea de tranvía con Murcia, numerosas industrias y una fecunda huerta. El
crecimiento de la población, iniciado cincuenta años antes, sigue su ritmo
imparable.
Al inicio de la década de los veinte se lleva
a cabo la primera urbanización planificada de la población, promovida por el
maestro constructor de Alcantarilla Damián Bernal Munuera, que crea un nuevo
barrio colindante con el camino de Barqueros cuyo eje fue durante muchos años
la llamada Calle de Bernal y ahora de La Fuente, porque en ella se instaló una
fuente pública a mediados de esta década cuando llegó el agua potable a la
población desde el Cabezo de las Aguas.
Sin planeamiento, comenzaron a edificarse los
inicios de la carretera de Mula y de la carretera de Lorca de una forma tímida,
mientras que el casco antiguo, rodeado de huerta, tiende a respetar a ésta y no
ofrece crecimiento significativo. Las cuevas siguen existiendo e incluso
aumentando su número con nuevos emplazamientos. El primer campo de “football”
se instala frente al hoy Hogar del Pensionista y tenemos una pista de tenis en
el camino de Puebla de Soto junto a la acequia de La Daba, en terrenos de Hero.
Nº 6 - 1946
Mientras que los alrededores de huerta del casco
antiguo permanecen intactos, la población sigue su crecimiento en la parte
llamada “el Campo”, por la carretera de Mula y la de Barqueros, al norte del
barrio construido por Damián Bernal.
Por la parte de Javalí Nuevo ya se colmatan
dos manzanas dentro del término de Alcantarilla.
La población ya presenta la implantación de
diversas industrias en su ensanche. Es una época de progreso lento pero
constate. La carretera de Lorca comienza a edificarse sobre todo con almacenes
de diversos usos y se construyen tres manzanas de viviendas protegidas para ir
acabando con el problema de la vivienda existente en la población.
Se cuenta ya con un campo de deportes en los
terrenos en los que hoy se encuentra la Plaza de Abastos de Campoamor. Las
Tejeras comienzan un tímido arranque y el ferrocarril irrumpe en el interior de
varias industrias.
En estos años ya la industria crea más empleo
que la agricultura y ello se traduce en que el crecimiento demográfico se
incremente.
Nº
7 - 1956
En estos años el principal acontecimiento
urbanístico es el inicio de las obras para la construcción del desvío la
población. Los domingos por la noche el tráfico de los escasos coches que
circulaban por la Calle Mayor es casi imposible habida cuenta de la gran
afluencia de personas paseando a lo largo y ancho de la calle, de fachada a
fachada, del paso a nivel a la plaza de abastos.
Pero las obras del desvío sufren un parón a
la altura del ferrocarril y esas obras permanecen detenidas demasiado tiempo,
estando el paso cortado por unos grandes bidones cargados de arena.
Por la carretera de Barqueros los edificios
llegan ya a ese desvío, así como por la carretera de Lorca, mientras que el
interior de la zona permanece vacío. Ya se está construyendo la Iglesia de la
Asunción de Campoamor que aparece como un edificio aislado.
A las tres manzanas de viviendas protegidas
ya construidas anteriormente para paliar el problema de la vivienda se suma
ahora la construcción de otras dos manzanas colindantes a las anteriores, por
lo que el problema de la vivienda comienza a desaparecer.
Las Tejeras crecen lentamente y el barrio de
Vistabella es el que sufre una mayor expansión, si bien a base de pequeñas
industrias.
Las edificaciones de Javalí Nuevo siguen
aumentando en el término de Alcantarilla llegando ya a la segunda manzana.
Nº
8 - 1968
Esta década es la del inicio de las grandes
transformaciones de la población. La parte de Campoamor, al norte y sur de la
carretera de Lorca, va formado rápidamente su estructura urbana.
El problema de las cuevas prácticamente
desaparece cuando se culmina la construcción de un nuevo barrio entre la
carretera de Barqueros y el Camino de la Silla así como dos pequeñas manzanas
junto al nuevo campo polideportivo que se encuentra en sus inicios.
La carretera de Mula adquiere protagonismo
con la llegada de la Escuela de Formación Profesional, el citado polideportivo
y un par de nuevas industrias.
Vistabella no crece lo suficiente al ver ese
crecimiento restringido al llegar a un parcelario de unas mayores dimensiones
que no están en el mercado.
Las Tejeras crecen rápidamente, y en la
carretera de Javalí Nuevo nace el barrio de Cabezo Verde, en una mezcla de
vivienda y pequeña industria o taller.
La huerta se sigue manteniendo en los límites
del antiguo casco urbano, que prácticamente están inalterables. Esa
huerta, casi un jardín, se mete dentro de la población y las acequias todavía
llevan un agua abundante y poco contaminada. Las tabernas albergan por la noche
a una gran multitud de huertanos, obreros, comerciantes y buscavidas en una
interesante mezcolanza en la que todo el mundo se conoce y todo el mundo se
saluda entre botella y botella de vino que el tabernero de turno saca de
grandes barriles.
Nº
9 - 1978
Se va colmatando la parte de poniente de la
población con la excepción de la zona de Vistabella. Las Tejeras siguen su lento crecimiento al igual que el barrio de San José obrero.
La zona de Cabezo Verde permanece algo
estancada mientras que en la zona de Javalí Nuevo ya se llega a la tercera
manzana en término de Alcantarilla.
Junto a la Rambla de Las Zorreras se
construye un polígono industrial, y la carretera de Mula permanece estable.
Lo que si experimenta un cambio histórico es
la urbanización del antiguo Huerto de los Frailes, realizándose las primeras
edificaciones dando fachada a la calle Madrid o antiguo camino de Castilla.
La merma a la huerta comienza ya a aparecer
en el Camino de la Piedra y Avenida de Santa Ana; y en la carretera de Murcia
se lleva a cabo la urbanización de Florentino Gómez.
Las cuevas ya han desaparecido de la
población aunque algunas no se hayan destruido todavía. Al final se han
construido casi quinientas viviendas sociales.
Nº
10 - 1986
Se van colmatando los barrios de Campoamor,
Las Tejeras y Vistabella, a la vez que crece hacia el sur el barrio de San José
Obrero.
Otras zonas quedan paralizadas en tanto no se
tenga aprobado el nuevo planeamiento urbanístico
La huerta se va mermando en la calle de San
Sebastián, Camino de la Piedra y Avenida de Santa Ana, pero ese no es problema
de la destrucción de la huerta, ya que esa propia huerta es la que comienza a
desaparecer de manera alarmante a un
gran ritmo, y las parcelas abandonadas aumentan rápidamente.
Ya existe la estación de mercancías de Nonduermas,
lo que significa que Alcantarilla pierda todo el protagonismo ferroviario que
llevaba ostentando desde la década de los años sesenta del siglo XIX, o sea,
cien años.
Nº
11 - 2002
La aprobación de la nueva normativa
urbanística, la ampliación del término y la bonanza económica dan lugar a que
la población sufra grandes cambios y se incremente en un gran porcentaje la
construcción de viviendas.
Todo el núcleo que engloba el desvío
prácticamente se colmata con la excepción de unas pequeñas zonas en La Torrica.
El ensanche de la Avenida de Murcia comienza su ejecución, a la vez que se
colmatan los solares de antiguas fábricas.
La ampliación de término supone incluir ya
como propias algunas zonas colindantes como es el caso del barrio de El Llano.
También San José Obrero se colmata y en lo mismo ocurre con el barrio de Cabezo
Verde. Cada vez queda menos suelo libre en la delimitación de lo que era el
antiguo término municipal.
Las infraestructuras también sufren
importantes cambios, ya que nos encontramos con una autopista por la parte de
poniente con un largo túnel bajo San José Obrero, y con un desvío de la
población que comienza a ser desdoblado en un primer tramo a partir de la Avenida
de Murcia.
El ferrocarril, que en otros años fue motivo
de bonanza económica, va poco a poco desapareciendo y ya solamente queda una
estación abandonada y unos trenes que pasan de largo.
La única industria conservera que queda da el
salto al otro lado de ese desvío con un gran edificio logístico que conlleva
una explanación de terrenos que puede haber afectado a los restos arqueológicos
de la antigua Alcantarilla junto al Puente de las Pilas.
Y por último, la huerta entra en un proceso
ya irreversible de desaparición y las parcelas abandonadas se incrementan sin
cesar.
Nº
12 - 2015
La crisis hace que la expansión
constructiva sufra una brusca retención, y así algunas zonas urbanizables
quedan a medio ejecutar o bien no se comienzan, aunque ya en estos momentos
puede decirse que el suelo urbano de Alcantarilla está ejecutado casi en su
totalidad.
Se colmata Vistabella, que era la
última zona de Campoamor que quedaba con unas cuantas zonas libres, y hasta la
hondonada del Potrox se va cubriendo de naves y viviendas, al igual que también
se incrementa la zona industrial en el desvío, entre las carreteras del Javalí
y de Mula, así como en esta última carretera.
El barrio de Cabezo Verde acaba
prácticamente colmatado, así como Las Tejeras, el Huerto de los Frailes y La
Torrica.
El milenario Cabezo de las Aguas
pierde su fisonomía ante el ataque de las máquinas que trazan los viales de una
urbanización residencial según un proyecto municipal de los años ochenta, que
sirvió además para que la zona no fuera arrasada al usarse como cantera para
las obras de la autovía. Lo pagó el Cabezo del Ángel de Javalí Nuevo, que
perdió así su paisaje característico.
A estas alturas ya puede
certificarse la muerte de la huerta, el abandono de parcelas es imparable y
parte de esa huerta ya simplemente se utiliza para edificaciones unifamiliares
aisladas.
El suelo edificable en Alcantarilla
se encuentra ya bajo mínimos al no haberse acometido actuación alguna en la
zona norte de la ampliación de término. Ahora, el reto es dotar a la población
de un sistema adecuado de infraestructuras viarias que permitan la fluidez del
tráfico y la fácil intercomunicación entre todos los sectores de la población,
así como su interconexión con el polígono industrial y los accesos y salidas de
la población. Y todo ello sin olvidar el ferrocarril. Un ferrocarril al que se
le recibió con grandes vítores y fiestas y al que se le despide ahora con
manifestaciones en su contra. Es la vida.
Las mismas diferencias que se
observan entre los planos de los años cuarenta o cincuenta y el actual son las
que existen entre las sociedades de entonces y de ahora. Un mundo.
Nº
13 - Altimetría
El plano de altimetría con curvas de
equidistancia de un metro es un documento muy útil para múltiples aspectos.
La topografía permite el confirmar o desechar
algunas hipótesis o afirmaciones históricas. Su juicio es inapelable, porque ya
se sabe que las aguas van a los hondos, nunca ladera arriba como algunos pueden
pretender.
El plano de altimetría hay que estudiarlo
despacio, con detenimiento, observando cada detalle, y así podrá deducirse por
dónde debía pasar un camino, en dónde podría haber existido una construcción,
por dónde corrían las aguas; en resumen, se puede ver cómo era Alcantarilla
hasta que las características de su solar fueron borradas del mapa.
Nº
14 - Hidrografía
Consecuente con el plano de altimetría
tenemos el de hidrografía: qué cursos de agua cruzaban este espacio físico, qué
ramblas, qué ramblizos, qué vaguadas, cuantas colinas o cabezos formaban las
líneas divisorias de aguas; por donde se establecían las líneas de máxima
pendiente, por dónde afluía el Río Guadalentín. Ambos planos contienen una gran
cantidad de información.
29
- EVOLUCIÓN URBANA POR BARRIOS Y ZONAS
1
– Huerto de los Frailes
2
– Casco antiguo
3
– Campoamor
4
– Zona de la Estación de Lorca
5
– Carretera de Mula
6
– Zona de Martínez Campos
7
– San José Obrero
8
– Cementerio
9
– Cabezo Verde
10
– La Torrica
11
– Fábrica de Hero
12
– Avenida de Murcia
13
– Límite con Javalí Nuevo
HUERTO
DE LOS FRAILES
El antiguo y emblemático sector del Huerto de
los Frailes, ubicado en una amplia vaguada, se mantuvo como zona agrícola,
primeramente mixto de secano y de regadío, hasta la década de los sesenta en
que se cedió un suelo para la construcción de un instituto, también se
construyeron dos naves industriales junto al desvío y se comenzó la
construcción de viviendas en su lindero oeste o Calle Madrid.
Con anterioridad, a mediados de la década
anterior, el trazado del nuevo desvío de la población discurrió por su parte
norte de forma paralela a la ya existente Carretera de la Pólvora, que aún
continua con su trazado original.
Tras los problemas surgidos con el plan de
urbanismo de los años setenta, la prevista urbanización del huerto sufrió una
paralización y se iniciaron unas largas consultas de consenso con los
propietarios de cara a la redacción del nuevo plan del año 1982 para establecer
un modelo de ordenación de volúmenes diferente al previsto inicialmente,
aumentando la altura de las edificaciones y con ello las cesiones de suelo.
En la actualidad, sobre su entorno se ubican
un instituto, tres colegios y un jardín público.
CASCO
ANTIGUO
El caso antiguo de la población va creciendo
desde sus momentos iniciales en el sentido de ocupar aquellos terrenos menos
productivos y desde luego no susceptibles de poder tener acceso al riego con
las aguas de la cequeta, significando la Calle de San Sebastián como una
barrera a su desarrollo por la parte este, mientras que la población se
desarrollaba por la parte norte hasta llegar al camino de Mula.
Tras sobrepasar las edificaciones la
Calle de San Sebastián, el segundo cinturón era el Camino de La Piedra que
también acaba superado en unos momentos en los que ya la explotación agrícola
de la huerta nada importaba económicamente hablando.
CAMPOAMOR
Hace solamente cien años nada existía de la
zona de la población situada al oeste del ferrocarril. Al inicio de la década
de los años veinte, como ya anteriormente se ha dicho, el maestro de la
construcción Damián Bernal Munuera construye el primer barrio de la zona
compuesto de doce manzanas de viviendas con una calle como eje central
denominada entonces Calle Bernal, que luego pasó a llamarse Calle de La Fuente,
luego Calle Matías Montero, y ahora nuevamente Calle de La Fuente, designándose
inicialmente las otras calles con letras del alfabeto.
A continuación comienzan de forma tímida a
realizarse construcciones mixtas de viviendas y de industrias en la carretera
de Lorca, iniciadas con la construcción de tres manzanas de viviendas
protegidas, a las que siguió la construcción de otras dos manzanas –las
llamadas casas del ministro José Solís– en unos momentos en que se abordó de
forma decidida el problema de vivienda que existía en Alcantarilla
La construcción de la iglesia de la Asunción
supone un acelerador para la zona que poco a poco se va colmatando ante la
oferta de un suelo muy accesible, pocas trabas burocráticas y una economía en
alza de forma lenta pero continua. Podía adquirirse un solar a un precio muy
asequible, cualquier maestro de obras asesoraba o colaboraba, toda la familia
ayudaba a ratos en los días festivos a la construcción, los materiales se
podían conseguir fiados, y eso de la hipoteca sonaba a chino. Un sueldo, a
veces dos, y cualquier ingreso suplementario por pequeño que fuese, era
suficiente para poder llegar a tener una vivienda en planta baja y con un buen
patio. Luego los hijos, cuando eran mayores, efectuaban las elevaciones de
planta para su vivienda. Y hasta a veces se pagaba una pequeña multa al
ayuntamiento.
ESTACIÓN
DE LORCA
Esta es una de las zonas de desarrollo
urbanístico más complejo, si no la que más, ya que en ella se encuentran dos
fábricas de maderas, una de conservas, una zona militar y unas estructuras
ferroviarias.
La fábrica de maderas de Galindo fue la
primera en urbanizarse para uso residencial en una forma muy propia de aquellos
años, con una ocupación abusiva de suelo, viales insuficientes y ninguna
contribución a los necesarios equipamientos públicos de dotaciones que esa construcción de viviendas conllevaba. El resultado no
podemos decir que fuera el idóneo ni mucho menos, pero hay que decir dos cosas,
una, que a todo ello fue ajena la familia Galindo, y otra que en aquellos años
este sistema era el normal, cualquier perspectiva sobre las cargas que luego
repercutirían sobre el ayuntamiento y los propietarios colindantes ni siquiera
se pensaban. Todo Campoamor y otras zonas de la población se urbanizaron bajo
esos conceptos.
Casos distintos tenemos en las fábricas de
Cobarro y de Pérez Almagro; y además el sector contó con la suerte de tener
acceso a los terrenos de las antiguas instalaciones militares ligadas a la base
aérea, lo que supuso el poder cumplir con los estándares de dotaciones en una
zona muy colmatada.
La supresión de la línea férrea de Lorca ha
supuesto también el romper la línea curva marcada por la vía férrea y
establecer una trama de ordenación que poco a poco va enlazando con la zona sur
del casco urbano tal y como contemplaba el Plan de 1982.
CARRETERA
DE MULA
Antes y después de la construcción
del nuevo cementerio en el año 1914, la carrera de Mula era lo que se llamaba “el
campo de la población”; una zona “muy
alejada”, aunque más sicológicamente que físicamente.
La construcción del polideportivo en
la década de los sesenta comenzó a dar a esta zona un cierto empujón y varias
industrias comenzaron a instalarse en ella, culminando con la construcción de
la Escuela de Formación Profesional y la Clínica San José.
A partir de ahí se ha ido produciendo un
incremento de industrias y se ha ampliado el polideportivo municipal.
MARTÍNEZ
CAMPOS
La Avenida de Martínez Campos, en
donde comenzaba antiguamente el llamado “campo” de la población, fue la primera
en tomar el testigo puesto por Damián Bernal con la construcción de su barrio
de La Fuente; así, la zona entre la Carretera de Barqueros y la Avenida de
Martínez Campos se colmata rápidamente e incluso “salta” la avenida y se
comienza a edificar la parte de levante de la zona de Vistabella en su límite con
la carretera de Javalí Nuevo o Camino de Los Romanos.
Esta zona de Vistabella es la más
tardía en consolidarse al estar el suelo de su parte de poniente en manos de
unos propietarios que inicialmente no pensaron en la opción de urbanizar sus
propiedades, aunque sí se cedieron los terrenos para un nuevo grupo escolar que
ya se mostraba muy necesario.
La franja junto al ferrocarril, que
albergaba algunas industrias, y entre ellas la pionera en las serrerías, la de
José Precioso, que tuvo el primer coche de Alcantarilla y necesitó traer un
“chauffeur” de París para conducirlo, sirve para zonas de equipamientos y de
construcción de nuevas viviendas protegidas.
La colmatación ha llegado con la
ubicación del citado grupo escolar y la construcción de viviendas en los
solares que quedaban libres.
SAN
JOSÉ OBRERO
El problema de la vivienda seguía siendo
acuciante en Alcantarilla a finales de la década de los años cincuenta; y al
principio de la década siguiente se inauguró un nuevo barrio de viviendas
protegidas, formado por diez manzanas, alrededor de las cuales pronto se
comenzaron a edificar nuevas viviendas teniendo un crecimiento progresivo hasta
ahora. Con la construcción de estas viviendas y dos bloques más, uno junto al
campo polideportivo y otro en la Calle Madrid, prácticamente desapareció el
problema de la vivienda en la Alcantarilla de aquellos años.
EL
CEMENTERIO
En el año 1915 se inauguró el nuevo cementerio
tras ocho años de trámites y ante el grave problema por el estado de colapso en
el que se encontraba el antiguo cementerio de la Calle Madrid, llamado de El
Salvador, que fue construido en la década de los años sesenta del siglo XIX.
El nuevo cementerio, denominado de San Pedro
Apóstol, ha sido objeto de tres ampliaciones a través de su historia.
CABEZO
VERDE
El despegue de esta zona se inicia a
principios de los años sesenta con la construcción de alguna granja y de alguna
industria para a continuación iniciarse el marcaje de unas calles siguiendo los
linderos de las propiedades y muy en contra de la idea inicial del perito Juan
López García, siempre a la greña con el arquitecto municipal Demetrio Ortuño
Yáñez.
Pronto la zona se convirtió en una amalgama
de viviendas y pequeños talleres que aconsejó establecer una zona de usos
mixtos, aplicando a las industrias una serie de medidas correctoras.
A principios de los setenta se construyó un
polígono industrial junto a la Rambla de las Zorreras, en donde ya estaba
instalada como primera industria la cooperativa formada por los obreros de la
fábrica de Galindo que habían perdido su empleo con motivo del cierre y embargo
de la fábrica.
Los criterios de que esta zona se dedicara a
zona industrial dio lugar a que también se clasificase para ese uso la parte
derecha de la carretera del Javalí según la política municipal en aquellos años
basada en la creación del máximo empleo posible tras la caída de las industrias
madereras y conserveras.
En esta zona se encuentra el llamado Cabezo
Verde, o Cabezo del Pimiento o Cabezo de las Aguas, lugar en donde en el año
1925 se construyeron las balsas y filtros para abastecer de agua potable a la
población.
Hoy el barrio de Cabezo Verde alberga desde grandes
industrias hasta viviendas unifamiliares aisladas en una mezcla poco
conflictiva.
Por último, en esta zona, en el cruce de la
carretera del Javalí con el desvío se encontraba la emblemática almazara de Don
Ginés, lamentablemente desaparecida.
LA
TORRICA
Este barrio parece que debe su nombre a la
torre que existía en él, refugio de malhechores que actuaban en la jurisdicción
de Murcia y que mandó derribar el emperador Carlos I. Existen indicios de que
lindando con la Calle Mula se encontraba el hospital que mandó edificar Lázaro
de Usodemar, y hasta hace pocos años existían unas ruinas que parecían
probarlo.
El caserío de La Torrica era un entorno
clásico de la huerta de Alcantarilla y por esa razón el urbanismo ha mantenido
su antiguo trazado, sin embargo, lo que no ha podido evitarse es que
desaparezca un trozo de huerta que posiblemente sea el más histórico de la
población, junto a El Turbedal, el acueducto de la cequeta, las aceñas, el
abrevadero luego lavadero de la Calle Mula, la noria y la acequia Mayor.
Las importantes y acertadísimas acciones del
actual ayuntamiento de desenterrar y elevar a su verdadera magnitud el acueducto
de la noria permiten albergar la esperanza de que esta zona adquiera el lugar
histórico y paisajístico que le corresponde. El que después de tantos años de
desprecio cultural se esté realizando esta obra resulta ilusionante y todavía
increíble.
LA
FÁBRICA DE HERO
Desde el inicio de su actividad en el año
1909, en manos de la compañía “Champagnes et Fréres” (“Los Champanes”), la fábrica de conservas Hero es la única que ha
podido subsistir al contar con capital extranjero y no tener que depender de
los bancos españoles.
Esporádicamente estuvo inactiva en los
primeros años de su existencia, hasta su compra por la compañía suiza Lenzbourg
en el año 1921 y pasar a denominarse “Hero”, por las iniciales de sus
propietarios Henckell y Roth. Su crecimiento más importante se
llevó a cabo en la década de los años ochenta, en los que negoció con el
ayuntamiento, y no sin polémica, se le entregó a la empresa los terrenos de la
carretera de la Puebla, antigua vía romana y antiguo Camino Real que cruzaba
Alcantarilla. Posteriormente, sus instalaciones han cruzado el desvío de la
población con los almacenes del producto terminado y salida de expediciones.
AVENIDA
DE MURCIA
La creación de este sector de suelo
urbanizable fue la primera operación de envergadura en que se ocupó masivamente
un suelo de huerta muy consolidada.
Era la inequívoca señal de que esa huerta ya
estaba condenada a muerte, y además la población necesitaba su expansión urbana
en una zona que ya se estaba rodeando de construcciones con un mayor o menor
orden urbanizador como es el caso de la urbanización “Florentino Gómez”. Además, el trazado del vial que une la
Avenida de Murcia con la Avenida de Santa Ana ha supuesto el iniciar lo que
debe ser en un futuro el “desvío sur” de la población, descongestionando el
interior del casco antiguo y evitando grandes rodeos innecesarios.
EL
LÍMITE CON JAVALÍ NUEVO
La expansión de Javalí Nuevo, constreñida por
el Cabezo del Ángel y el Río Segura pronto tuvo su salida en una franja
paralela al término de Alcantarilla, que sobrepasó desde un primer momento con
unas manzanas de viviendas entre la carretera de Alguazas y la vía férrea, pero
siempre conociendo cuál era el límite municipal. Sin embargo, a partir de los
años noventa, el Ayuntamiento de Murcia se ha adentrado con un sector
urbanizable en territorio de Alcantarilla sin que al parecer este hecho fuese
detectado por los servicios técnicos municipales de este último ayuntamiento.
PUBLICACIONES y BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA
Sobre
el tema específico de la cartografía y evolución urbana de Alcantarilla puede consultarse:
–“EL
SEÑORÍO DE ALCANTARILLA” de
Salvador Frutos Hidalgo
–“HISTORIA
DE ALCANTARILLA” de
Salvador Frutos Hidalgo
–“LAS
SENTENCIAS SOBRE EL AMOJONAMIENTO DE 1437”
de
Salvador Frutos Hidalgo
–“TOPOGRAFÍA
Y EVOLUCIÓN URBANA DE ALCANTARILLA”
de
Pedro L. Cascales López
–“LAS
CHIMENEAS INDUSTRIALES DE ALCANTARILLA”
de
Pedro L. Cascales López
–“LA
PRESENCIA ROMANA EN ALCANTARILLA”
de
Pedro L. Cascales López
–“LAVADEROS
Y ABREVADEROS DE ALCANTARILLA” de Pedro L. Cascales López
–“EL
TRANSPORTE DE VIAJEROS EN ALCANTARILLA” de Pedro L. Cascales
López
–“ALCANTARILLA
EN EL SIGLO XVIII” de
Fulgencio Sánchez Riquelme
–“ALCANTARILLA
EN ÉPOCA ROMANA” de
Daniel Serrano Várez
–“NUEVOS
YACIMIENTOS EN ALCANTARILLA” de Daniel Serrano Várez
–“ALCANTARILLA
DE LA PREHISTORIA AL MEDIEVO” de Daniel Serrano Várez
–“EL
ENTORNO HISTÓRICO DEL MUSEO DE LA HUERTA” de
Daniel Serrano Várez
–“PROSPECCIÓN
ARQUEOLÓGICA EN ALCANTARILLA”
de
Daniel Serrano Várez
–“DOS
NUEVAS NECRÓPOLIS IBÉRICAS EN MURCIA”
de
Manuel Jorge Aragoneses
–“POR
LAS TABERNAS DE ALCANTARILLA” de Fulgencio Saura Mira
–“NORIAS,
ACEÑAS, ARTES Y CEÑILES EN LA VEGA DEL SEGURA” de
María Elena Montaner Salas
–“EVOLUCIÓN
DEMOGRÁFICA DE ALCANTARILLA” de
María del Carmen Cremades Griñán
–“REFERENCIAS
DE ANTIGUOS TEMPLOS DE ALCANTARILLA I y II” de
Diego Riquelme Rodríguez
–“PATRIMONIO
CULTURAL DEL CASCO ANTIGUO DE ALCANTARILLA”
de
Mónica López Sánchez y María Griñán Montealegre
–“POR
LAS CALLES DE ALCANTARILLA” de
Ángel Palazón Cerón
–“MEMORIAS
DESDE LA BARRERA” de Diego Tárraga Vives
-“EL
FERROCARRIL DE ALCANTARILLA A LORCA I y II” de José Antonio Gómez
Martínez
–“CONVENTO
DE SAN FRANCISCO DE PAULA” de
Pedro Montesinos Ortuño
–“ALCANTARILLA
DEL FIELATO PARA ARRIBA” de Adolfo Hernández Hernández
–“LOS
TRANVÍAS DE MURCIA” de Sánchez Vintró, Olaizola Elordi y
Gómez Martínez
Y en
internet, diversos artículos en:
Nota
informativa
En defensa del rigor y del derecho de los
habitantes de Alcantarilla a tener acceso a una información histórica veraz,
hay necesariamente que advertir que en estos últimos años, al igual que ocurre
en la sociedad en general, sobre la historia de Alcantarilla y su evolución
urbana se han estado difundiendo en diferentes medios escritos y audiovisuales,
por parte de personas que se arrogan supuestos conocimientos, una serie de
falsas afirmaciones sobre determinados hechos, o bien han realizado plagios de
publicaciones alterando y haciendo suyo su contenido, presentando cosas sabidas
como grandes descubrimientos o simplemente propagando falsedades, siguiendo un
patrón que solamente parece corresponder a unos deseos de protagonismo
absolutamente incompatibles y alejados de lo que es el trabajo serio, riguroso
y generalmente anónimo, de quienes calladamente investigan y trabajan muchas
horas, días, meses y años, sin buscar nada a cambio, con el único interés de
que el pasado histórico sea cada vez más conocido de una forma lo más extensa y
veraz posible.
Todo esto, que no pasaría de ser una cómica
anécdota, se convierte en un problema para esta población de Alcantarilla,
cuando desde fuera, cualquier medio informativo que tenga una cierta difusión
se hace eco de alguna de estas falsedades, pasando así de un medio menor a otro
mayor, e incluso llegando a tener acogida en organismos oficiales poco
escrupulosos a la hora de adoptar como suya una determinada información, como
ya ha ocurrido y está ocurriendo en demasiadas ocasiones. Y cuando llegamos a
este punto, la pura y zafia falsedad ya se ha convertido en historia “oficial”.
El daño ya está hecho, y sus consecuencias son realmente graves.
Así,
–Por
encima de Los Arcos nunca ha pasado una calzada romana. No tiene sentido un
viaducto sobre una simple rambla cuando a doscientos metros, precisamente por
donde pasa el “Camino de los Romanos”, puede cruzarse esa misma rambla cómodamente.
Además, ese punto de Los Arcos carece de conexiones con la red viaria romana detectada.
No tiene continuidad alguna. Y la solera de mampostería encontrada es la propia
de un acueducto medieval, no de una calzada romana.
–Alcantarilla,
de ninguna manera, debe su nombre al Puente de Las Pilas, la población es más
antigua que el puente. Ni a él iban las mujeres del pueblo a hacer “la colada” cuando disponían de
lavaderos en la cequeta junto a sus casas.
–El
acueducto de la noria no es romano sino que fue construido más de mil años después,
cuando se colocó la noria, y fue recrecido cien años después en 5 palmos (un
metro). Resulta disparatado el decir que el hallazgo de una moneda romana en
uno de sus arranques implica que esa construcción es romana. Buena parte del
acueducto fue artificialmente semienterrado por los agricultores con la traílla
(ahora felizmente desenterrado) y esa moneda, como cualquier otro objeto, fue
posiblemente desplazado desde los alrededores del actual Cabezo del Convento en
donde sí es posible que existiese una construcción en época romana.
–El
acueducto de la cequeta no hace curvas extrañas desde su parte norte a causa de
que era un canal romano. Hace un simple quiebre para poder cruzar los más perpendicularmente
posible la acequia de El Turbedal. Además, el corto tramo norte es de fecha de
construcción más tardía que el largo tramo sur.
–La
acequia de Barreras no se llama así porque junto a ella hubiesen alfareros,
sino por el nombre de la tribu morisca que habitaba en el espacio de la hoy
Puebla de Soto (“El Barrio”)-La Raya-Nonduermas.
Los “beni-arriras” o “beni-barriras”. Además, la granulometría de los arrastres
del Segura es incompatible con la alfarería. No valen. No así las arcillas del
Guadalentín, que sí contienen una granulometría óptima.
–La
Calle Mayor nunca ha sido una rambla, topográficamente es imposible, y jamás se
la ha denominado “Calle Nueva”. La Calle Nueva era en el siglo XVII la actual Calle
del Tropel, a partir de la cual fue creciendo un nuevo barrio, el “Barrio
Norte”.
–La
chimenea de Florentino Gómez no se dejó de “recuerdo”,
se derribó.
–En
La Voz Negra no podía regarse con las aguas de la acequia Mayor elevada “con medios artesanales”; un algaydonal
no puede elevar el agua los 9 metros de diferencia de cota, eleva como mucho un
par de metros, aparte de existir unas ordenanzas de la huerta que cumplir. Y la
Voz Negra contaba además con las aguas del Río Guadalentín, no necesitaba las
del Segura.
–El
Camino de la Silla no se llama así por la familia de ese nombre, que no existía
por entonces (siglo XVI) en Alcantarilla, sino por la definición orográfica del
paraje por dónde discurre: una silla o sillada.
–La
ermita o convento de la Virgen de La Salud, antigua iglesia de la antigua Alcantarilla,
jamás estuvo junto al Agua Salada, estaba junto al Puente de Las Pilas.
–La
antigua Alcantarilla nunca estuvo en el Cabezo del Agua Salada ni en La Torrica,
ni entre el Agua Salada y el Puente de las Pilas. Además, por esta última zona
pasaba el río y posteriormente era un soto inundable.
–La
jurisdicción territorial de Alcantarilla es una cosa y el núcleo poblacional
otra. No deben confundirse intentando buscar a la población un antiguo emplazamiento
que nunca existió, ni puede afirmarse “que
se preguntaba a testigos dónde estaba (la población) Alcantarilla” en el año 1437. Es absurdo.
–Alcantarilla
nunca ha sido el término municipal más pequeño de España antes de su
ampliación, ocupaba el puesto 278. Y resulta cómico y manipulador el hablar de
que tiene una “densidad de población de
las más altas del mundo”.
–Alcantarilla
nunca estuvo entre las acequias de El Turbedal y La Daba.
–El
túnel de la Contraparada no es la acequia de la Alquibla, es otra cosa, y no puede
ser “descubierto” porque nunca ha
estado perdido.
–La
Inquisición no tenía “casa” ni “mazmorra de torturas” en Alcantarilla.
La actual Casa de Las Cayitas o de doña Caya López, antes de Enrique López
Pérez de Tudela, la debió mandar construir un “familiar” de esa institución, posiblemente don José Pérez o su
padre a finales del siglo XVII o principios del siglo XVIII, que colocó el
escudo en la fachada por tener derecho a ello, y posiblemente fue quién
promovió el cambiar el trazado del camino de Cartagena, que se alineaba con la
Calle de Los Pasos, para que coincidiera con la casa y además desembocara
perpendicularmente a la Calle Mayor.
–La
fábrica de conservas de Esteva nunca fue la primera de Murcia; sí lo fue de Alcantarilla;
de Murcia fue la quinta. Por orden de antigüedad las fábricas de Alcantarilla
fueron: Esteva; Nicolás Gómez Tornero; Florentino Gómez Tornero; Champagnes
Fréres (Hero); Pedro Cascales; Sala, Navarro y Verdú (Cobarro); Manuel Hernández;
Juan Antonio López (La Esencia, Hernández Pagán); Francisco González (Gambín);
Jesús Caride; Pellicer y Silla.
–No
se puede abastecer a un canal de las dimensiones de la cequeta con algaydonales
o cigoñales a partir de la Daba, harían falta al menos diez de ellos trabajando
ininterrumpidamente. Hubiera sido más fácil el colocar una pequeña noria en la
Daba. No tiene sentido.
–Alcantarilla
nunca ha limitado con Librilla y encima tener una superficie “total” de “800.000 m2”, cuando desde un principio su extensión territorial
era de 5,5 km2; y para limitar con Librilla serían necesarios unos 60 km2. Los
800.000 m2 que se refieren en los documentos, ya desde Alfonso X, corresponden
al “área regable”, no al término municipal.
–El
Guadalentín nunca pudo rellenar la vaguada del acueducto de la rueda. Entre el
cauce del río y esta vaguada hay una barrera topográfica (que incluye el Cabezo
de San Roque) de 9 metros de altura. Las aguas de ese río habrían tenido que ir
“hacia arriba” por su margen
izquierda mientras tenían toda su margen derecha con pendiente “hacia abajo”. Y todo ello en los
últimos siglos. El relleno existente no es pues por “aluviones” naturales sino el resultado de nivelaciones hechas por
los agricultores con las traíllas para obtener suelos aptos para el regadío a “manta”, y de ahí los desniveles de más
de dos metros que existían en los márgenes de la hoy calle de Ntra. Sra. De la
Salud y del médico Cástulo Sanabria.
–La
Calle de Madrid era el Camino de Castilla, no “del castillo”.
–Es
disparatado decir que “el segundo
escalón” de la actual parroquia de San Roque se encuentra al mismo nivel
que la veleta de la torre de la catedral de Murcia; le faltan “sólo” 70 metros, basta sumar…, etc.
–Y
sería también deseable el que se evitasen deplorables vulgarismos solo admisibles
en el habla coloquial pero que no son adecuados en los temas escritos. Dos
solos ejemplos: se debe decir La Cañada, no “La Cañá”; y se debe decir el Agua
Salada, no el “Agua Salá”. Estas cosas sobran, no vienen evidentemente a
cuento.
Pedro
L. Cascales López
Febrero
de 2019