Pedro L. Cascales López
José Antonio Caride de Liñán en su “botica” del Museo de la Huerta (J. Cánovas)
Con fecha 9 de febrero de 2022 se echó el cierre a este blog con decidida intención de no volver a publicar nada más. Los motivos están justificados en este mismo blog, en “Despedida y cierre”. Y entre otros muchos, el primero que llamó para decir que había que reconsiderar esa decisión, a pesar de que se llevaba una rotunda razón, fue José Antonio Caride de Liñán. Sus argumentos eran muy razonables pero los sentimientos ante un presunto desprecio y comportamiento errático municipal, tergiversando y banalizando la historia por motivos ajenos a esa historia, también los eran.
Y si aquí venimos tratando sobre cosas de la pequeña historia de Alcantarilla, qué duda cabe que José Antonio es una de las personas que ha contribuido mucho en dar a conocer esa pequeña historia, siempre desinteresadamente y sin buscar medallas, como debe de ser. Ejemplo contundente para algunos. Hoy, recordando y respetando lo que él dijo, volvemos. Y volvemos comenzando con su persona, con su trabajo, con su también protagonismo en esa pequeña historia dentro de este ya gran pueblo; quizá demasiado grande. Se echa mucho de menos “aquel pueblo” más pequeño.
Habíamos comenzado este trabajo hace ya unos días pero no hemos podido llegar a tiempo de que él lo viera, aunque lo verá. José Antonio se nos ha ido, me llamó por teléfono la última vez el día 8 de marzo a las 18:54 y hablamos 6m 30s según marca el listado de llamadas. Nos ha dejado el día 14 de marzo por la mañana. Pero de todas las maneras él verá esto, esperamos que su juicio sea benévolo con este par de amigos y esté más que menos de acuerdo con lo que aquí se cuenta. Perdona José Antonio si metemos la pata en algo, que no sería la primera vez.
Hace unos años José Antonio, a su
costa, asumió la tarea de publicar una revista, La Gaceta de Alcantarilla, cuyo primer número vio la luz en el mes
de noviembre de 2001 y el último en marzo de 2004; en total fueron diez números
que recogieron diversos temas siempre de interés en un soporte de gran calidad
y por lo tanto con un alto coste de impresión. Y si a esto le añadimos el que
José Antonio regalaba las revistas a todo el mundo, es fácil llegar a la
conclusión de que esa gran iniciativa era materialmente imposible que pudiese
tener continuidad.
Portadas de las diez revistas (PLCascalesL)
Ya desde el primer momento José Antonio fue consciente del problema de déficit al que se enfrentaba, pero no obstante siguió adelante, sin ninguna ayuda, y asumiendo lo inasumible en la publicación de cada número.
Característicos franqueos de José Antonio, con una nota
en la que ya parece que intuía que algo podía fallar
Excepcional franqueo en el envío de la revista, muy en la línea del hacer de José Antonio como antiguo y gran filatélico. Un gesto impagable
El día 1 de marzo de 2002 tuvo el detalle de enviar la revista con sellos en pesetas el último día en que eso fue posible. La peseta desapareció ese día
En el último número publicado envió una nota, con todo su humor, en donde ya se adivinaba que el fin de la publicación había llegado
A lo largo de los años, en Alcantarilla han existido varias iniciativas de publicaciones periódicas, pero ninguna de las características de la llevada a cabo por José Antonio Caride.
A finales de los años cuarenta Fausto Vicent López editó una pequeña publicación: Pseudónimo, sobre temas literarios de la que solamente vieron la luz dos ejemplares y con muy escaso contenido.
Luego llegó, en el año 1952, la revista Semana Santa, y precisamente en una de ellas, en la del año 1954 publicó Lola Caride, hermana de José Antonio, una página sobre la historia de Alcantarilla. Esta publicación se mantuvo hasta 1968.
La llegada de Fulgencio Saura Mira al ayuntamiento como secretario del mismo dio lugar a la aparición de un Boletín Informativo Municipal en el primer trimestre de 1970 y el último en el primer semestre de 1978, en total 20 números. Era una publicación muy interesante e útil históricamente hablando, con extractos de actas municipales y breves artículos sobre la historia de la población.
El cambio político trajo consigo la publicación de un nuevo Boletín Informativo Municipal titulado Crónica de Alcantarilla, en mayor formato y coste, y del que solamente se publicaron dos números.
En los años que siguieron aparecieron varias publicaciones: Alcantarilla nuestro pueblo, Revista de las fiestas de mayo, Calle Mayor, Qantariella…, prácticamente todas realizadas con subvención municipal, excesivamente politizadas, carentes de interés y de muy escasa calidad salvo algunas puntuales excepciones.
La década de los 90 vio la aparición en bastantes poblaciones de periódicos de ámbito local, de iniciativa privada e información general, que en términos generales funcionaron muy bien y cubrieron un hueco informativo en un mundo todavía sin internet. Alguno que otro todavía existe.
En Alcantarilla, gracias a la iniciativa de Bernardo Cantero Martínez, surgió el periódico Lo Nuestro, el periódico de Alcantarilla. Era un proyecto serio, de contenido denso y que tocaba todos los temas, editado en rotativa y que contaba con un equipo fijo de colaboradores (G. Mayor, M. Ibáñez, M. Caballero, J. Cánovas, P. Ortín, A. Serrano y J.M. Martínez), saliendo el número 0 en la 2ª quincena de 1996 y el nº 26 (el último) en mayo de 1998. Lamentablemente desapareció.
Cabecera del periódico Lo Nuestro (Cascales)
No contemplamos la revista Cangilón porque su ámbito y características escapan del espacio local aunque en algunas ocasiones contuviese y contenga algún interesante artículo sobre la historia de Alcantarilla.
Y en este contexto fue cuando José Antonio Caride afrontó la labor de la publicación de una revista de calidad cuyo contenido se basaba en las variadas pequeñas notas o en los más densos artículos sobre la historia de la población, todo ello acompañado con fotografías inéditas de su archivo particular. Y quien debió entenderlo y ayudar ni lo entendió ni ayudó. Hubiera sido pedirles demasiado.
Los
Caride-Lorente
Fue en el año 1879 cuando llegó a Alcantarilla un gallego procedente de Santiago de Compostela de 16 años que por diferencias con el nuevo marido de su viuda madre decidió partir hacia el lugar más lejano de Galicia; y ese lugar, mirando el mapa, era Murcia. Llevaba con él 2.000 reales (500 pesetas o 3 euros de ahora); y tras sin duda un azaroso viaje y por designios del destino, llegó a trabajar de “escribiente” en el comercio de Lorenzo Orenes y Elisa Vivo en Alcantarilla. Se llamaba José Caride Sisto.
En aquellos años, el sueldo de un trabajador no llegaba a una peseta diaria, por lo que el joven José podía haber vivido con ese dinero casi dos años sin trabajar, pero desde luego no era esa su intención, sino abrirse camino primero como empleado del matrimonio Orenes-Vivo para después llegar a poder tener su propio negocio.
Y esa inquietud se vio favorecida cuando conoció a Dolores Lorente Riquelme, perteneciente a una acomodada familia del pueblo y sobrina de Sebastián Lorente Ibáñez “El Sabio Lorente”. Y si José anhelaba el llegar a ser comerciante, Dolores no le iba a la zaga, por lo que formaron una pareja perfecta cuyo trabajo y dedicación pronto comenzó a dar sus frutos abriendo una tienda de comestibles y abonos situada a la entrada de la Calle Mayor en donde años después edificaron su casa que todavía permanece.
El negocio resultaba rentable y además el matrimonio se vio favorecido económicamente por ambas partes con la recepción de importantes herencias. A partir de entonces el crecimiento de la actividad comercial fue exponencial.
Dolores Lorente Riquelme y José Caride Sisto (Arch. Caride)
El matrimonio Caride-Lorente llegó a tener 12 hijos de los que 3 murieron muy pequeños y otros 3 de jóvenes, eran: Isabel, Camilo, Pastora, Lola, Ángeles, José, Damián, Jesús y Salvador.
Ya adentrado el siglo XX los negocios se habían diversificado y parte del emplazamiento del primitivo comercio fue derribado para edificar la casa familiar encargándole al parecer el proyecto al arquitecto Pedro Celdrán.
(Podemos disponer de muchos datos y fotografías gracias al libro publicado por José Antonio con apuntes de su hermana Lola, en el año 2018, y distribuido entre la familia y algunos amigos)
Casa de José Caride Sisto y Dolores Lorente Riquelme en
la Calle Mayor de Alcantarilla (Marzo 1983 PLCascalesL)
En el año 1914 José Caride Sisto fue elegido concejal siguiendo en el cargo hasta el año 1918 siendo alcalde Juan Antonio López Martínez (que como Caride también había llegado a Alcantarilla desde fuera, desde la Puebla de D. Fadrique, y era el propietario de la casa junto al jardín y de una fábrica de maderas junto a la estación. Puede verse su historia en este mismo blog).
Y ya en esta época José Caride aparecía como uno de los mayores contribuyentes junto a Diego García López, algo curioso, porque como veremos después, sus filiaciones políticas eran totalmente opuestas. Mientras Diego García López representaba a un conservadurismo muy interesado económicamente que ya era difícilmente sostenible en aquellos años prerrevolucionarios, y además, venía recalcitrantemente una y otra vez ostentando el cargo de alcalde, José Caride se decantaba por el republicanismo. Y no le faltaba razón. Basta con repasar lo que ocurría en España en aquellos años de la Restauración Borbónica, en la que nos encontramos con un monarca que no supo o no pudo estar a la altura para solucionar los problemas que azotaban la nación. Y así acabó la cosa como acabó.
A José Caride Sisto nos lo encontramos de nuevo como teniente de alcalde en el año 1922 cuando llega a la alcaldía Pedro Cascales Vivancos, que junto con los hermanos Diego y Enrique López Pérez de Tudela (consuegro de Ramón y Cajal) y Fulgencio Sánchez Espada, pertenecientes a la “Minoría Republicana”, llevaban ya establecida, desde el año 1909, una dura lucha contra las irregularidades que detectaban en la administración de los fondos municipales, con numerosas denuncias que tiempo después acabaron con la destitución del oficial mayor y del secretario del ayuntamiento.
No deja de llamar la atención que ya en el año 1910, estos concejales presentaran una moción en la que reivindicaban “la libertad de conciencia religiosa” y “la comunicación espiritual con todos los pueblos del mundo”, algo a lo que se adhirieron todos los grupos políticos. Suena raro hoy y más raro tuvo que sonar hace 113 años. O a lo mejor, no, para el posible “iniciado”.
Pero esta pequeña oposición republicana, dentro de un ambiente absolutamente caciquil, incrustado en todas las instancias durante este periodo de la Restauración (ahora se ha cambiado a los caciques por los políticos con infinito mayor daño), pasó factura personal a sus integrantes hasta el punto que Pedro Cascales, propietario de varios comercios en Alcantarilla, y en el que veían un gran enemigo para sus intereses, se vio obligado a trasladar toda su actividad a la carretera de Murcia, en Puebla de Soto, a menos de dos metros del límite municipal con Alcantarilla, en donde construyó nuevas naves, almacenes, molinos de pimentón, comercio de especias, cámaras frigoríficas, salazones y corresponsalía de bancos. Era el precio que había que pagar ante el acoso caciquil existente en aquellos años, encabezado todo ello por Diego García López “El Romano”.
En esos convulsos años de la historia de Alcantarilla, no suficientemente estudiados, José Caride Sisto, dentro de sus escasas posibilidades intentó poner freno a la corrupción y a la situación social. Como pequeña muestra veamos el texto de un acta municipal en la que literalmente se dice que los empleados del ayuntamiento “tienen un sueldo tan mezquino que apenas tienen lo necesario para su alimentación” y “que se les abonen los meses que se les deben para poder atender a su subsistencia” (1915). Si esto pasaba con los empleados públicos, ¿qué estaba pasando con el pueblo trabajador, con los braceros y jornaleros?
En este año de 1915 también ocurre que Francisco Narbona Moscoso solicita licencia para construir una casa-torre en la carretera de Murcia que fue denominada Torre Narbona y que años después, en 1945, fue adquirida por Camilo Caride Lorente, casado con María Luisa de Liñán Aramburu, pasando a llamarse “María Luisa” en recuerdo de su hija fallecida en esa casa a los 16 años por una mala praxis médica. Hoy en esos terrenos existe un supermercado.
En el centro, en la parte superior de la carretera de Murcia tenemos a Torre Narbona. A la izquierda las fábricas de conservas de Hero y Esteva con la acequia de La Daba. Frente a la Torre, la fábrica de jabones de Eduardo Pagán y la de conservas de Florentino Gómez Tornero; y a la derecha la fábrica de conservas del hermano de Florentino, Nicolás (Foto de Julio Ruiz de Alda. 1929. Instituto Geográfico Nacional)
En el diario El Tiempo, en un extra sobre Alcantarilla de fecha 17 de enero de 1923 encontramos lo siguiente: “INDUSTRIAS CARIDE. Don José Caride Sisto, es uno de los industriales más prestigiosos de Alcantarilla y un elemento de valía, dispuesto siempre a prestar su decidida cooperación a todo cuanto con el bienestar de su pueblo se relaciona. Es concejal de aquel Ayuntamiento, cargo que viene ostentando entre las simpatías de todos.
El golpe de estado del general Miguel Primo de Rivera en septiembre de 1923 puso fin a un gobierno municipal que apenas llevaba dos años en el ayuntamiento ejerciendo precisamente una regeneración de la vida pública que el propio golpe de estado buscaba conseguir, pero ello no impidió el que también significara el fin de la actividad política de todos aquellos que habían luchado por dignificar el ayuntamiento. Así, todos ellos se volcaron en su actividad comercial e industrial abandonando para siempre la política.
José Caride Sisto falleció el 7 de febrero de 1951 cuando contaba 86 años.
José Caride Sisto, ya viudo de su mujer Dolores Lorente, con sus hijos Salvador, José, Jesús, Camilo, Ángeles y Pastora. Año 1944 (Arch. Caride)
Los Caride-Liñán
Camilo Caride Lorente estudió Ingeniería de Minas y casó con María Luisa de Liñán Aramburu, teniendo los siguientes hijos: María Dolores (Lola); José Antonio (Pepe), casado con Rafaela (Fali) Vázquez Insúa; Fernando; Pilar; María Luisa; María del Pilar, casada con Alfredo Recio Rodríguez; María de la Paz (Pacita), casada con Javier Gestoso Bertrán, Camilo, casado con María Concepción (Chiti) Villaamil Valiente; María de los Ángeles (Ángela) y Juana María. En total 10 hijos.
La profesión de Camilo le obligó a tener que residir en diferentes lugares: Portmán (1927-1934), El Centenillo, Jaén (1935-1943), Villanueva de la Serena, Badajoz (1943-1945) y finalmente Alcantarilla.
María Luisa de Liñán con su hijo José Antonio (Arch. Caride)
El matrimonio Camilo Caride y María Luisa de Liñán con sus hijos Lola y José Antonio (Arch. Caride)
Recordatorio de la comunión de los hermanos José Antonio y María Luisa en Linares (Arch. Caride)
Camilo llegó a Alcantarilla en 1945 y
adquirió Torre Narbona en donde residió con toda su familia, pero
lamentablemente esa familia tuvo que sufrir la muerte de María Luisa por mala
praxis médica como anteriormente ya se ha relatado. Contaba 16 años y fue un
golpe muy duro para toda la familia.
Chalet “María Luisa” antigua Torre Narbona, bautizado así en recuerdo de María Luisa Caride de Liñán (PLCascalesL 1983)
José Antonio abrió farmacia en la Calle Mayor en el año 1961, en la esquina del Callejón de la Posada del Viruta, en el bajo de un edificio construido en un terreno del que fuera médico de Alcantarilla don Emilio López Palacios y que la gente del pueblo conocía como “el bancal de las piedras de don Emilio”. Y no tenemos pruebas, pero los indicios parecen ser sólidos: don Emilio no guardaba “piedras” porque sí, se le supone ser una persona con cultura, y si a esto añadimos que ese lugar está detectado como el solar de una Mansión romana o albergue al servicio de las dos calzadas que se cruzaban en ese punto, no es muy arriesgado pensar que estas “piedras” eran los restos de ese edificio.
Farmacia de José Antonio Caride en la Calle Mayor (Arch. J. Cánovas, fecha y autor desconocidos)
José Antonio con el encargado de la farmacia Pedro Saura (Arch. Caride, fecha y autor desconocido)
José Antonio contrajo matrimonio con Rafaela (Fali) Vázquez Insúa y de ese enlace nacieron: María Luisa, casada con José Luis Rodríguez Albarrán; María José, casada con José Ramón Fernández de Alba Álvarez; Marta, casada con Jorge Juan González Marín; José Antonio, casado con Lola Sierra López y Fernando, casado con Laura Sánchez Mateos. 5 hijos en total.
La vida de José Antonio transcurrió siempre ligada a la cultura y especialmente a la historia de su pueblo, siendo promotor de la Clínica San José, tesorero de la Real Sociedad Económica de Amigos del País en Murcia y vicepresidente del Museo de la Huerta. Y paralelamente su tío Salvador y sus primas sufragaron el retablo de la Iglesia de San Pedro y un Museo de la Hermandad de la Virgen de los Dolores y Santísimo Cristo de la Piedad entre otras cosas.
Cuando Diego Riquelme hacia el año 1965 comenzó las obras del Museo de la Huerta, siempre encontró en José Antonio Caride un fiel colaborador en la consecución de la obra.
En el año 1974 fue designado concejal de cultura del Ayuntamiento de Alcantarilla por el tercio de entidades económicas, culturales y profesionales, siendo alcalde Fulgencio Pérez Artero y permaneciendo en ese cargo hasta la llegada de la nueva corporación el 19 de abril de 1979 en que llegó a la alcaldía Francisco Zapata Conesa.
En 1994 fue nombrado Cofrade Mayor en la Semana Santa de ese año.
12 de marzo de 1994. Acto de nombramiento de José Antonio Caride como Cofrade Mayor de la Semana Santa de Alcantarilla (J. Cánovas)
Viernes Santo del año 2000. José Antonio Caride y Juan Cánovas Orcajada (Emilio A. Cano)
La jubilación le permitió a José Antonio el poder dedicarse a realizar proyectos que tenía en mente pero que el trabajo le había impedido hasta entonces llevar a cabo. Entre ellos, la publicación de una revista que contemplara aspectos históricos de Alcantarilla, que ya hemos visto anteriormente, aunque su meta más importante era el poder tener en el Museo de la Huerta un local dedicado a “la botica”, en el que poder exponer toda la enorme cantidad de antiguos objetos, utillaje y medicinas.
De ello y muchas más cosas se habló en una cita en Murcia con Salvador Frutos Hidalgo, repitiendo este encuentro un mes después, ya en la casa de José Antonio para mostrarnos una importante serie de documentos históricos.
En Murcia, José Antonio Caride, Pedro Cascales y Salvador Frutos 16-9-2013
En la casa de José Antonio en la Calle Sevilla. 15-10-2013
La archivera municipal María Rosa
Gil Almela y Pedro Cascales acuden al lugar de trabajo de José Antonio, “su
botica”, para entregarle copias de los planos de Alcantarilla de 1756 y de
Murcia de 1898 recién salidos de la imprenta. 25 de noviembre de 2014.
El día 27 de marzo de 2017 llegó el esperado momento de la inauguración de la “botica de Caride” en el Museo de la Huerta, con la asistencia del alcalde Joaquín Buendía Gómez y la concejal de cultura María Luisa Martínez León.
Fotos del acto (J. Cánovas)
José Antonio y su mujer Rafaela (J. Cánovas)
Con motivo del trabajo realizado sobre “Los oficios en Alcantarilla” por José Riquelme Marín y Juan Cánovas Orcajada, tuvieron una reunión en el Museo de la Huerta el 14 de mayo de 2019 en la que José Antonio Caride les relató cómo era el funcionamiento de la botica y todos los detalles sobre sus mezclas y secretos.
José Riquelme, José Antonio Caride y Juan Cánovas (Cascales)
La realización del libro “Historia Ilustrada de Alcantarilla”, dibujado por Pedro Hurtado, dio lugar a que mantuviéramos una reunión en el Bar La Chimenea, en lo que fuera fábrica de Conservas de Juan Antonio López y luego de los hermanos Hernández Pagán, la fábrica de La Esencia, a fin de contrastar opiniones y además entregarle a Daniel Serrano Várez una lámina ya terminada de la hoja correspondiente al poblado ibérico del Agua Salada.
12 de noviembre de 2019 – José Antonio Caride de Liñán, Salvador Frutos Hidalgo, Luz Marina Lorenzo Gea, Daniel Serrano Várez, Juan Cánovas Orcajada, Pedro Rodríguez Hurtado y Pedro L. Cascales López
Composición realizada utilizando de fondo el plano de Alcantarilla del año 1728
La esquina de la Calle Mariano Ballester con la Calle Sevilla era el lugar habitual de encuentro mañanero cuando José Antonio Caride salía a dar su paseo a la farmacia o a realizar cualquier gestión, lo que aprovechábamos para “retratarnos”.
15-11-2019 y 10-3-2020
15-11-2019
La aparición en el almacén de Pedro Cascales de una caja con medicinas muy antiguas, algunas de principio y mediados del siglo XX dio lugar a prepararlas para que José Antonio se las llevara para “su botica”.
1 de junio de 2020
26 de diciembre de 2020. Estamos en la Navidad y nos reunimos para celebrarlo. Pedro Cascales, Fulgencio Sánchez, José Caride y Juan Cánovas
14 de abril de 2021. José Caride y Pedro Cascales en los días de la pandemia, con las firmas de sus respectivos abuelos José Caride y Pedro Cascales existentes en los libros capitulares municipales de justo 100 años antes
José Antonio: aquí acaba la historia por ahora. Ya sabemos que esto está muy incompleto, pero no nos has dado tiempo a obtener más datos. Parece que tenías prisa. Y ya ves que te hemos hecho caso en todo. No nos saques por lo tanto muchas faltas y enhorabuena por la esquela, es la mejor que hemos visto nunca. Hasta en eso has sido el mejor. Y mientras que no volvemos a vernos ya sabes lo que hablamos de cómo comunicarnos. Recuérdalo todo bien. Paso a paso y tranquilo. Un abrazo y hasta pronto.
Gracia Pedro y Juan, así sus nietos y los siguientes, conocerán su historia.
ResponderEliminarJose Antonio Caride Vázquez.