miércoles, 21 de mayo de 2025

LA RUINA DE ALCANTARILLA EN EL AÑO 1545

 

 

Pedro L. Cascales López

          Los ingenieros romanos demostraron ser unos técnicos excelentes en todos los aspectos constructivos como es plenamente conocido. Muchas de sus obras han llegado hasta nosotros, y si no nos han llegado más, después de 2.000 años, simplemente ha sido porque a lo largo de la historia muchas se han destruido y sus materiales en bastantes casos reutilizados.

          Sin medios técnicos como los de ahora, esos ingenieros romanos hicieron trabajos excepcionales. Habían aprendido mucho, muchísimo, de Grecia, y estos a su vez habían aprendido de Mesopotamia y sobre todo de Egipto, y estos también habían aprendido de... Pero el caso es que sabían. Y mucho. Todas sus construcciones estaban sabiamente ligadas y condicionadas por la topografía, el conocimiento de los materiales, los recursos naturales y sobre todo por el sentido común.

          De esos romanos tenemos una muestra en Alcantarilla: un túnel para regadío y un canal, el primero de la huerta, y que está a falta de excavar, así como unos escasos restos arqueológicos en otros lugares, ya que todo se destruyó hace ya muchos, muchos años.

Hay que dar las gracias por la exploración de tanteo realizada sobre ese túnel por orden del ya exalcalde Joaquín Buendía Gómez (Puede verse: http://historiasdealcantarilla-murcia.blogspot.com/2019/12/el-tunel-romano-de-alcantarilla.html). No cuesta nada el excavar y descubrir el túnel, todo depende de los que pueden hacerlo, de que el tema “les guste” o no, pero es innegable que algo tan importante para la historia, no ya de Alcantarilla, sino de Murcia, debería contar con un poco de atención. Sólo un “poco” en comparación con lo que se le “da” a otras cosas.    

En fin, no está en nuestra mano, como tampoco lo está el que se excave totalmente el Cerro Ibérico, así como el solar de la Alcantarilla primitiva, el poblado iberorromano de la Avenida de Santa Ana y la Villa romana de La Voz Negra (ahora ya en término de Alcantarilla).

Esta “moda” del dinero para éste, y no para aquél, tiene su “graciosa” historia. Ponemos un ejemplo. Nos vamos a meter en Puebla de Soto, pero a 3 metros escasos del término de Alcantarilla. Allí está enclavado el molino más antiguo de la huerta de Murcia, el llamado Molino de Los Abades, del Barrio, de Miñano, de La Providencia…, etc., que ya aparece en el Repartimiento de Alfonso X el Sabio y que este rey cedió a su mujer doña Violante, hija del rey de Aragón Jaime I el Conquistador. (Puede verse: http://historiasdealcantarilla-murcia.blogspot.com/2021/11/molino-de-la-providencia.html). No pueden entenderse mayores desatinos por parte del Ayuntamiento de Murcia. Algún que otro día vemos en la prensa que se ha restaurado el molino fulano o mengano. Muy bien. Estupendo. ¿Pero qué pasa con el molino de Puebla de Soto? ¿Habrá necesariamente que regalarles a los responsables de tan sabias decisiones algún que otro libro de historia con letra bien grande para que se vayan enterando? Enhorabuena. Vamos bien. Como en todo. Mientras tanto, Batallas de Flores, Entierros de la Sardina y Bandos de la Huerta. ¡Viva la “cultura” y la “protección y recuperación” del patrimonio histórico de la llamada Huerta de Murcia!   

¿Cuál es el origen de este pueblo de Alcantarilla en su primitiva ubicación?

Pues bien, esto no podemos saberlo hasta que no tengamos las pruebas que podían realizarse, pero podemos suponerlo basándonos en sólidos indicios materiales y técnicos, que estos raramente fallan, aunque no nos permitan, por ahora, el llegar a conclusiones ciertas.

Y esta incógnita que tenemos hay que hacer constar que no se ha resuelto porque no se ha querido, porque habría bastado una sencilla excavación en la carretera de la Puebla de Soto para disipar dudas. Así de fácil. Pero no hay dinero, dicen, y estamos de acuerdo en que debe de haber un orden de preferencia, eso es indiscutible, pero todos los días vemos como cientos y cientos de millones se regalan por motivos inconfesables, mientras miles de españoles pasan una agonía. Esto es la España de los comienzos del siglo XXI. Una España que tendrá que cambiar. Confiemos en las nuevas generaciones, porque si no, esta España será, ya comienza a ser, el cubo de basura de Europa.

           Sobre el origen del solar de Alcantarilla, necesariamente tenemos que comenzar por unos supuestos orígenes romanos (los orígenes ibéricos, en otra ubicación, están claros en el Cerro Ibérico junto al río), basándonos en unos criterios absolutamente lógicos y técnicos, conociendo cómo fue la época romana y cuáles fueron sus infraestructuras, su forma de actuar y su perfecto conocimiento del territorio.

          Elche era un importante enclave en aquella época, y sus conexiones con la actual Andalucía eran muy importantes. Y el enclave de Monteagudo (con importantes hallazgos de esa etapa histórica), está arqueológicamente probado.

          Y la ruta natural entre Elche-Monteagudo y Andalucía pasaba necesariamente por la ubicación de la antigua Alcantarilla (Senda de Granada). Los romanos siempre utilizaban para el trazado de sus calzadas los terrenos altos, seguros, de topografía técnicamente poco costosa y muy prácticos en cuanto a pendientes, defensa y mantenimiento. Todo ello coincide con el trazado ya reseñado de la todavía llamada Senda de Granada.

 

En Alcantarilla se unían tres vías romanas: Elche-Lorca, Cartagena-La Meseta y Mazarrón-La Meseta. La primera de ellas cruzaba el Segura casi con toda seguridad por un puente de barcas, dada la inestabilidad fluvial del Segura, y es lógico el suponer que en ese estratégico paso debería existir un asentamiento romano cuanto menos de carácter militar. Luego veremos su posible solar. El canal procedente de un azud mediante un túnel continuaba ya a cielo abierto por la luego llamada Acequia de El Turbedal (Puede verse: http://historiasdealcantarilla-murcia.blogspot.com/2016/11/la-presencia-romana-en-alcantarilla.html). Y en función de los escasos, pero muy indiciarios restos encontrados, parece que existían dos villas romanas: una en lo que hoy es la Plaza de San Francisco y antiguo convento, y otra en la carretera de Javalí Nuevo, entre esta carretera y el actual ferrocarril, así como una Mansión o establecimiento al servicio de las calzadas en la hoy Calle Mayor esquina a la Calle Tío Viruta en donde hace más de cien años se encontraron ánforas y otros restos

En los trabajos históricos, las consideraciones geográficas y topográficas suplen y complementan las investigaciones históricas cuando éstas llegan a su límite. Siempre las usaremos. Aclaran muchas dudas.

Recuerdo un comentario que me hizo un día el insigne don Juan Torres Fontes sobre que era una lástima el que no se trabajase en íntima unión los historiadores y los técnicos. Era don Juan. Punto final. Sentencia firme de quien sabía lo que decía. Nunca lo olvidaremos, Murcia, en su historia, tiene una enorme deuda con él.

 

Espacio geográfico de Alcantarilla (término antiguo histórico) con la ubicación estimada de los asentamientos ibéricos y romanos, así como el canal de regadío hacia Aljezares y las calzadas que atravesaban el territorio

 

La topografía sentencia y es irrebatible. Así, a pesar del tiempo transcurrido, esa topografía permanece, y podemos observar que el solar de la primitiva Alcantarilla ocupaba un lugar único dentro del valle del Segura. La altimetría nos dice que existía una plataforma colindante con el río y con el punto de paso de ese río, que contaba con una altura sobre las aguas de más de 10 metros. Más que suficiente para evitar cualquier inundación. Y el Guadalentín, que desembocaba precisamente en ese punto, era un río de régimen torrencial pero que no presentaba el peligro que sí presentó cientos de años después gracias a la intervención humana aguas arriba como luego veremos

Tenemos otra vez el aspecto clave de la topografía: lugar estratégico en una importante ruta, paso de un río, y a salvo de las avenidas de ese colindante río. Perfecto. Y así debió de existir durante unos 1.500 años con sus altos y sus bajos, debido a las numerosas guerras, epidemias, azares políticos y errores de bulto. Pero permaneció.

          El término de Alcantarilla solamente presentaba dos lugares aptos para un asentamiento: el llamado Cerro Ibérico, junto a la actual noria, y el anteriormente contemplado en la actual carretera de Puebla de Soto y La Ñora.

 

Paisaje de la zona de la “Alcantarilla” romana del libro “Historia Ilustrada de Alcantarilla” de Pedro Hurtado. En el dibujo se representa el Cerro Ibérico, las calzadas, el canal, la Mansión, el poblado de Santa Ana, las villas, el “puesto” romano en el paso del río, etc. (Puede verse: https://historiasdealcantarilla-murcia.blogspot.com/2020/07/historia-ilustrada-de-alcantarilla.html)

          En los planos siguientes puede observarse, con una altimetría de 1 metro, las características topográficas del término municipal. Su consulta puede aclarar dudas y obtener consecuencias. Este territorio virgen es el que se encontraron los primeros habitantes que se establecieron en esta zona.

          Puede detectarse qué lugares eran los idóneos para un asentamiento poblacional, y posteriormente las villas romanas, vías de comunicación y regadíos.

          Hay un detalle muy ilustrativo. Los romanos, como era su táctica, desalojaban asentamientos encastrados como era el Cerro Ibérico, trasladando a su población a la zona de la actual Avenida de Santa Ana, junto al Río Guadalentín, la Villa de la Voz Negra y la zona agrícola. No los llevaron, sin embargo, a la zona de la carretera de Puebla de Soto porque ese era un punto estratégico desde el punto de vista militar, junto a una importante vía de comunicación y sobre todo cercano al paso del Río Segura con un previsible puente de barcas que requería un continuo mantenimiento y por lo tanto la existencia del correspondiente personal especialista y militarizado.

 



Tras la caída de Roma y la llegada de las tropas visigodas, muy inferiores en número a la población autóctona, los antiguos enclaves no tenían por qué ser destruidos, muy al contrario, a los recién llegados les interesaba mantener las infraestructuras ya existentes, ya fuesen habitacionales, comerciales o agrícolas, eso es algo evidente por su significado económico, por lo tanto, es de presumir que, si existía en ese lugar un enclave romano, este se tuvo que mantener e incluso potenciar. Podemos considerar lógicamente que Alcantarilla pudo aumentar en esta época su importancia tanto demográfica como comercial tras unos años de vacío de poder, y esa zona pudo pasar ya de ser un puesto militar a un poblado que acogió a los habitantes del asentamiento de la Avenida de Santa Ana. Es decir, que en función de todos los datos que tenemos hasta ahora, el asentamiento humano dentro del término de Alcantarilla podemos enumerarlo así: 1) Cerro Ibérico, siglo VI a.C. a siglo I a.C. 2) Avenida de Santa Ana, siglo I a.C. a siglo V. 3) Carretera de La Puebla, siglo V a siglo XVI, y 4) Ubicación actual, siglo XVI a hoy. Por lo tanto, el poblamiento de esta zona de Alcantarilla, bajo diferentes nombres, puede tener una antigüedad de unos 2.700 años. 

La llegada de los árabes no debió de significar cambios sensibles entre la población, apoyados por el tratado de Teodomiro, con capital en Orihuela. Esta “invasión árabe” (y los que no eran árabes), en clara minoría, solamente fructificó gracias a las disputas internas entre visigodos que tenían al territorio envuelto en un verdadero caos, y no debió en un principio alterar la vida de una población dedicada a la agricultura y la arriería, muy alejada de los avatares políticos y que solamente luchaba por subsistir; y hasta el siglo XI los mozábares pudieron vivir sin problemas siguiendo con su modo de vida secular. 

La primera noticia documental sobre la existencia de una aldea llamada Qantara Asqaba procede del geógrafo al-Idrisi en el siglo XII. Esta población de Alcantarilla debía contar en esa época con unas 80 viviendas y unos 300/400 habitantes. Era un enclave importante (el mayor del valle) por el que pasaron (y posiblemente saquearon) las tropas árabes y cristianas en los siguientes siglos, incluyendo a Jaime I el Conquistador en su conquista de Murcia (pero este no saqueó nada, y bastantes alcantarilleros y murcianos son descendientes de los integrantes de esas tropas, porque sus antepasados habían huido de los musulmanes hacia los Pirineos y ahora volvían a su tierra).

 

 

 

Imágenes de la Alcantarilla medieval contenidas en el libro “Historia Ilustrada de Alcantarilla” publicado por Pedro Hurtado

 

Reconstrucción ideal de aquella Alcantarilla primitiva hacia el siglo XVI, poco antes de su desaparición. No hace falta decir que la existencia de la población es muy anterior a la construcción de la acequia Mayor de Barreras y por lo tanto del “famoso” Puente de Las Pilas, ¡ese del que se ha llegado a decir que dio nombre a la población! - PCascalesL

          La idoneidad del lugar elegido como asentamiento para una población queda patente si realizamos las correspondientes secciones basadas en el plano aereofotogramétrico de 1973 a escala 1/2.000.

 


          Pasaron los años, se expulsaron a los que antes habían invadido, pero muchos de ellos, mudéjares y moriscos, siguieron viviendo en las zonas cristianas. Y Alcantarilla no fue diferente en ello con respecto a otras zonas y poblaciones.

          Esta localidad se mantenía más o menos estable demográficamente, aunque con un ligero crecimiento, y en el año 1545 contaba con unos 800 habitantes que ocupaban 140 casas teniendo el asentamiento unos 18.000 metros cuadrados.

 

          Pero llegó el día 18 de octubre, festividad de San Lucas, de ese año de 1545, y lo que no había ocurrido en centenares de años pasó ese día, aunque afortunadamente a media tarde, entre la una y las dos, por lo que no existieron daños personales.

          Tras algunos días de fuertes lluvias, el Segura bajaba crecido, pero ello no representaba peligro alguno para la población. De pronto, el Guadalentín comenzó a elevar su nivel de manera imparable, entrando a la zona de su antiguo cauce e inundando la población, y aunque los habitantes tuvieron tiempo de ponerse a salvo, sus viviendas quedaron destruidas a excepción de la iglesia, que se mantuvo en pie ya que su construcción era mucho más sólida y quedó protegida por las ruinas de su alrededor.

 

Imágenes de la inundación en el ya citado libro “Historia Ilustrada de Alcantarilla” publicado por Pedro Hurtado

          ¿Qué había ocurrido para que después de cientos de años, un río cuyo régimen era perfectamente conocido, se desbordase de esa manera?

          La causa hay que buscarla mucho más allá de Alcantarilla y sin que esta población tuviera intervención alguna en ella.

          Los romanos iniciaron (siguieron) con las extracciones de las minas de la costa, aumentando sensiblemente esa capacidad minera respecto a épocas anteriores, necesitando madera y limpiando de bosques todos los montes circundantes; y cuando acabaron con ellos, se fueron más lejos, a las zonas de Lorca, Alhama y Murcia.

          Pero la gran “saca” de madera comenzó a mediados del siglo XV para abastecer de ella a los astilleros y a la entonces incipiente gran flota marítima española.

          Y remontándonos aproximadamente a una centuria antes del desastre, el ritmo de construcción de barcos en los astilleros había crecido exponencialmente, y la demanda de madera también creció de forma paralela, teniendo como consecuencia que miles y miles de hectáreas de bosques desaparecieron, y con ello, las aguas discurrían imparables por torrentes y ramblas hasta llegar a los ríos cuyos cauces eran incapaces de absorber este hecho en días de fuertes tormentas, por lo que cuando eso ocurrió, el desastre estaba servido.

          El Segura lo pudo soportar mejor, pero el Guadalentín no. La cuenca de este río, empezando por la parte norte de Lorca, y las sierras de Espuña y Carrascoy, habían sido despojadas de todo su arbolado. Además, tanto al norte de Lorca como en Alhama existían, y existen, grandes zonas de badlands o tierras malas, yermas, cárcavas, que son unos verdaderos polvorines en caso de tormentas (también las hay en la cuenca del Segura). Y el cauce del río no podía soportar la llegada de unos días de lluvia más intensos de lo habitual. Y a este hecho, hay que añadir que la pendiente del Guadalentín es mucho mayor que la del Segura, por lo que la velocidad de sus aguas arrasa con todo lo que encuentre si se sale de su cauce, ya que este río, al contrario que el Segura, carece de un lecho de absorción entre terrazas.

          Otro factor que fue decisivo para dar lugar al desastre fue que los agricultores, tras haberse realizado el desvío del río, creyeron que ya se encontraban seguros y nivelaron el antiguo cauce para dedicarlo a tierras de cultivo, dando lugar a que quedara una suave hondonada que llegaba hasta Alcantarilla, y además confiaban en los trenques y en el Malecón. Gran error, porque por esa suave hondonada se lanzaron las aguas del río que buscaban su cauce natural (siempre la topografía) desbordando y arrasándolo todo hasta que llegaron al Segura con un frente de más de un kilómetro de anchura.    

 

Perfiles del Segura y Guadalentín a la altura de Alcantarilla

          Ese peligro ya había sido detectado por autoridades y vecinos. Sabían del progresivo aumento de las riadas y conocían, lógicamente, sus causas, pero poco podían hacer para solucionarlo una vez que habían confiado en los desvíos realizados (Para más información sobre el Guadalentín puede verse: http://www.plcascales.com/topografia-y-evolucion-urbana-de-alcantarilla/, página 29 y ss).

Haciendo un inciso, no fue hasta hace algo más de cien años cuando Codorniú comenzó la repoblación de Sierra Espuña para intentar “domar” al Guadalentín, pero la solución definitiva, aparte de las antiguas presas más arriba de Lorca como la de Puentes o Valdeinfierno y del desvío o aliviadero del Paretón en Totana, fue la construcción de la presa denominada inicialmente del Romeral, pero poco después fue cambiado su nombre por el del Ingeniero de la Confederación Hidrográfica, don José Bautista Marín (autor del proyecto y prematuramente fallecido), hijo de don José María Bautista Hernández, abogado y exalcalde de Murcia en la República. Conocí a los dos. Excelentes personas.

 

 

Presa del Ingeniero José Bautista Marín (2002-11-06 y 2004-11-20 . PLCascalesL)

Los trabajos para controlar las riadas fueron más constantes prácticamente desde el siglo XIV, pero ante la tremenda fuerza de las aguas todos ellos resultaban inútiles. Aliviaron, sí, pero no resolvieron el problema, no podían en aquella época solucionarlo, y hasta tenemos inundaciones en el Barrio de San Pedro de Alcantarilla de un metro de altura en los comienzos del siglo XX.

Como simple ejemplo tenemos la riada de 1973, con un Guadalentín ya desviado por el Canal de El Reguerón desde hacía unos 150 años, y que tardó breves minutos en llevarse por delante el puente de hormigón armado de la carretera entre Alcantarilla y Sangonera la Verde, llegando las aguas a tener un metro de altura sobre el puente, ¿cuánto habrían tardado en llevarse una o cien viviendas de adobes?

 

Imágenes de cómo quedó el puente recién inaugurado de la carretera entre Alcantarilla y Sangonera la Verde sobre el Canal del Reguerón, realizado en el siglo XVIII - (Enero 1974. PLCascalesL)

          Esta continúa lucha contra las avenidas del Guadalentín debió comenzar a finales del siglo XIII. No tenemos datos del que pudo ser el primer intento de desviar las aguas, al que siguieron unos tres más. De poco servían: no era posible el que unos modestos canales de derivación pudieran absorber unas avenidas de unos 500 a 1.000 m3/seg.

 

A partir de Riacho, las derivaciones se fueron realizando cada vez más hacia el este, pero pronto mostraron su inutilidad. Con posterioridad, se intentaron una serie de soluciones construyendo unos pequeños canales a partir del lugar denominado Paso de los Carros, con los pomposos nombres de “ríos” (Grande, Cota, Isla, Almazora y Nula) con la doble intencionalidad de servir de aliviadero y para el regadío. Puede observarse que mientras que el Segura mantenía su cauce dentro de un lecho flanqueado por terrazas, el Guadalentín, dada su pendiente y la topografía, carecía de ese lecho tan útil para absorber las avenidas

          Sí se disponen de datos sobre gastos de reparación de trenques y malecón para salvaguardar a la población de Alcantarilla. Se desconoce el número de trenques y su ubicación exacta, no así sobre El Malecón, ya que este ha sido la última obra de contención en desaparecer, y era la última esperanza que existía entre las aguas y la población.

 

Altimetría del Guadalentín y su cauce desde el Paso de los Carros hasta el Segura

 

Secciones del cauce en diferentes puntos

 

Altimetría sobre fotografía aérea del año 1956. Siempre ha llamado la atención el tipo de parcelario de rústica situado entre Alcantarilla, la Rambla de Belén, la carretera de Mula y el Río Guadalentín, formado por largas parcelas de la misma anchura. Sin duda, formaban parte de una única propiedad que distribuyó así el terreno para darlo en aparcería, y posteriormente fue todo enajenado, utilizando este sistema de partición a fin de que todas las parcelas tuviesen unas mismas características de aprovechamiento de aguas y tipo de suelo. La propiedad contaba con unos 20 km2 – Vuelo Americano, Ministerio de Defensa, Instituto Geográfico Nacional  

 

Suelo afectado por una gran avenida del río

 

Posible ubicación de los trenques y El Malecón, este último situado en la hoy Avenida de Santa Ana, antigua calzada romana Cartagena-Begastri

          La primitiva Alcantarilla había desaparecido, y los que en sus casas no habían tenido serios daños aguantaron en ellas un cierto tiempo, pero acabaron por abandonarlas. La mayoría se trasladó al entorno de la actual Iglesia Parroquial de San Pedro, entonces con otra denominación, y este es un tema muy controvertido, y creo que ignorado, sobre el que está trabajando David Martínez Béjar, y de cuyas investigaciones esperamos interesantes  resultados.

 

Ubicación del Malecón y de la destruida Alcantarilla, con datos sobre el paisaje de aquellos años y la ubicación exacta de El Malecón

          Cuando se realiza el plano de amojonamiento de la villa en el año 1728, en esa zona ya aparece únicamente representada la antigua Iglesia que había resistido la embestida de las aguas, bajo el nombre de Convento de la Virgen de la Salud (primera ubicación de los frailes franciscanos Mínimos)

 

Detalle del plano de 1728

          Alcantarilla había desaparecido, todo se había olvidado, solamente se hablaba en las tabernas de que había existido una antigua Alcantarilla. Y ya está, ¡golpe al tintorro! Y Diego Riquelme y yo los primeros. Pero lo que sí ha ocurrido últimamente es, que aprovechando las nuevas tecnologías, cualquier Heródoto, sin empacho alguno, ha ubicado a Alcantarilla en los lugares más peregrinos, y en algunos casos siendo todo ello verdaderos disparates. Es la moda. Alcantarilla estaba donde estaba y esto no admite dudas. Punto final. Recuerdo que en los bancales que hoy ocupa su solar se encontraban restos de ladrillos y cerámica a flor de suelo.

          Pero hay más, en el año 1976 realicé unas fotografías en el Camino del Vado de unas hormazas realizadas con piedras. Y, ¿de dónde habían salido esas piedras o mampuestos si en la huerta no existía ese material? Porque no los habrían traído de la sierra. Eso está claro. Pero curiosamente sí que están junto al espacio que ocupaba la antigua Alcantarilla, por lo que únicamente cabe una explicación: eran los restos de antiguas construcciones de Alcantarilla, incluido, sobre todo, el antiguo Convento de la Salud, que estaba colindante con esa zona, y que al contrario de las viviendas, que debían ser de adobes, la iglesia debía ser de piedra,

 

 

Hormazas en el antiguo Camino del Vado, hoy todo sepultado por la empresa Hero, siento el no haber realizado más fotografías, pero, ¡quién se iba a imaginar el desastre! – PLCascalesL

          El 15 de agosto del año 1877 se inauguró el puente de hierro sobre el Segura a causa de las necesidades de los convoyes de pólvora que iban hacia la estación del ferrocarril que hasta entonces pasaban por el centro del pueblo con el peligro que ello suponía. Y esto significó, por primera vez, la destrucción de parte del antiguo poblado.

          Se hizo el puente, se trazó una nueva carretera paralela a la acequia Mayor de Barreras muchos años después, se pasó bajo el acueducto de la noria en su parte norte realizado unos doscientos años antes, y se dirigió el tráfico de los convoyes por la actual Calle Madrid hacia la estación del Ferrocarril sin pasar por la Calle Mayor.

          En ese momento, la construcción de la carretera ya causó los primeros destrozos en el solar de la población, aunque dado el tipo de obra de esa época, los daños no debieron ser muy importantes,

 

Paso del camino de los convoyes de la pólvora bajo el acueducto en su parte norte realizado en el siglo XVIII – Acuarela de Andrés Navarro para Pedro Cascales – 1985 - Archivo Municipal (46 acuarelas)

 

Fotografía del año 1929 realizada por el asesinado Julio Ruiz de Alda en agosto del 36, piloto del Plus UItra, en la que todavía no se había realizado la carretera “de la pólvora” colindante a la acequia Mayor por su parte norte. En amarillo la delimitación de la antigua Alcantarilla – Instituto Geográfico Nacional

 

Fotografía de sobre el año 1970. Puede apreciarse la carretera a La Ñora con el puente de hierro sobre el Segura, el Camino de la Pólvora paralelo a la acequia Mayor de Barreras. Las afecciones al asentamiento son mínimas, tanto por parte de la carretera como por el camino. En amarillo está delimitado el perímetro de la antigua Alcantarilla. Y con respecto a la presencia de Roma, todo son hipótesis, no sabemos nada, pero por pura lógica, de haber existido alguna construcción habría sido en el lugar topográficamente más estratégico que se ha marcado en rojo

            La construcción de esa carretera, colindante con la acequia Mayor por su parte norte, necesariamente tuvo que llevar implícita la destrucción de parte de los cimientos de la antigua Alcantarilla, pero no podemos decir que esto fuera muy importante. Vendrían tiempos mucho peores. Cuando gobernaban el ayuntamiento personas “mucho más cultas”.

          En 1973 se construyó una nueva carretera a La Ñora ya que el antiguo puente de hierro, estrecho y peligroso (crujía cuando pasabas con el coche en sentido único y muy despacio); y esta vez sí, los daños fueron más importantes y una gran zona del antiguo poblado fue destruida porque las obras profundizaron más que las realizadas 100 años antes.

 

Foto aérea de 11 de agosto de 1973, puede observarse el serio impacto que la obra tuvo sobre el entorno, pero en esos momentos nadie imaginaba que ese era el solar de la antigua Alcantarilla, por lo que ninguna actividad arqueológica se llevó a cabo. Mala suerte. PLCascalesL

          Las agresiones contra este espacio, que debía estar protegido (al igual que ocurre con lo de San Esteban), han sido importantes, y todas ellas consentidas por el Ayuntamiento de Alcantarilla, sus alcaldes y sus técnicos, y si bien hace unos años podía existir una disculpa por falta de conocimiento, no lo es así con las últimas agresiones al yacimiento realizadas por la empresa Hero.

          El emplazamiento de la antigua Alcantarilla ya se conocía, había sido publicado, ¿y qué?, los políticos y sus técnicos ¡no se habían dado cuenta! Y se concedieron licencias a la empresa Hero que nunca se tendrían que haber otorgado.

          Y, además, el haber impedido que esta empresa hiciera lo que hizo, no habría significado perjuicio alguno para ella. Fue un acto flagrante de prepotencia y dominio ante un ayuntamiento débil y sumiso, ¡vaya usted a saber el por qué! 

          Y estas son, en resumen, lo que podemos exponer sobre esta zona que requiere una especial protección por parte de la administración y, como ya se ha dicho, lo ideal sería el hacer una serie de catas sobre el terreno para detectar niveles y estado de los sedimentos.

          Hasta ahora, estas son las afecciones que ha tenido el enclave. Esperemos que todo vaya bien, aunque algunos ya no lo veamos.

 

Afecciones hasta la fecha: 1- Carretera realizada en el año 1877. 2- Carretera realizada en 1973. 3- Terrenos destruidos por la empresa Hero, entre ellos, la bajada al Camino del Vado con sus hormazas (Google Maps)