Pedro L. Cascales López
La
familia López Martínez y la llamada casa de Vicent-López
Suele ocurrir que con el paso de los
años, a partir de haberse desarrollado unos hechos, la realidad de esos hechos
se ve adulterada de forma inconsciente e impremeditada por simples factores de
rumor o de costumbre.
Así, en Alcantarilla se nombra
impropiamente al edificio de la Calle Cartagena, sede actual del Archivo
Histórico Municipal, como Casa de las Cayitas en unos casos o como Casa de la
Inquisición en otros. Y en ambos casos no es muy correcto a nivel popular y es
falso a nivel histórico.
Algo parecido ocurre con la llamada
Casa de Vicent ubicada junto al jardín de la Calle Mayor. Este edificio era
llamado más correctamente hasta hace unos años como Casa de Juan Antonio López,
pero debido a residir en ella sus hijos hasta su fallecimiento, ha pasado a
conocerse entre las nuevas generaciones, por lo general desconocedoras de su
realidad histórica, como Casa de Vicent o Casa de Vicent-López, posiblemente
por asociarlo a la fundación o asesoría fiscal de ese nombre. Evidentemente,
parece que no es muy correcto el que a un edificio se le vaya cambiando el
nombre según pasan las generaciones, porque en ese caso llegaríamos a
situaciones falseadoras de la verdad. Podrían ponerse muchos ejemplos.
El hecho es que se trata de uno de
los edificios más representativos de Alcantarilla y que además su interés se ve
acrecentado al pertenecer a una fundación cultural propiciada por el último
heredero al morir sin descendencia, algo que no resulta muy habitual que ocurra.
De ahí el que pueda considerarse que habría que aportar algunos datos sobre el
origen de ese edificio y los hechos que lo justificaron.
Fachada a la Calle Mayor (1978). Foto aérea (1966). Fotos
aéreas (1965) en la que se aprecia la arcada que recaía al jardín, los
volúmenes de la edificación, el almacén o atroje y el garaje, todo ello con
entrada por la parte trasera.
Puebla
de Don Fadrique: el origen
Puebla de Don Fadrique (Granada)
El 24-9-1828 nace en la Puebla de D. Fadrique MARÍA DE LAS MERCEDES
LÓPEZ SÁNCHEZ, hija de Pedro López y de Francisca Sánchez, sin que se tengan
más datos sobre esta familia, pero posiblemente sería una más de las que en esa
población se dedicaban a la agricultura y llevaban una vida humilde y trabajadora.
Mercedes parece que vivió toda su
vida en una pequeña casa situada en la Calle del Viento nº 15, hoy nº 11,
aunque esa vivienda ya no existe. Una zona periférica de la población muy
alejada del área económicamente pudiente.
Cuando contaba con 22 años Mercedes
da a luz a un hijo varón al que ponen por nombre FRANCISCO LÓPEZ MERCEDES,
nacido el 4-3-1851. Y aquí surgen
las primeras incógnitas de las varias que acompañarán a esta familia a lo largo
de los años.
Francisco era hijo natural, pero el
nombre del padre nunca se supo, por lo que las opciones con respecto a los
apellidos podían ser los de la madre en el mismo orden o invertidos. Sin
embargo, se optó por ponerle como segundo apellido el nombre propio de la
madre. Un caso algo extraño al que no tuvo que ser ajeno el cura párroco, y ese
cura sabía quién era el padre, y también sabía o debía de saber, el trato,
digamos especial, que debía de dar a Mercedes. Hay que tener en cuenta que nos
encontramos en el año 1851, en un pueblo aislado junto a la Sierra de Segura, y
si ya hasta hace unos años, el tener un hijo natural habría sido un problema
para la madre, tenemos que imaginar lo que en aquellos años supuso este hecho.
Aunque parece ser que esto no fue un problema para Mercedes, y algún año
después (se desconocen las fechas) tuvo un segundo alumbramiento, esta vez una
mujer, a la que se le bautizó como Juana, producto de sus relaciones con el
mismo hombre.
Este hombre, según las
investigaciones de José Crespo Martínez (al igual que yo, tataranieto de
Mercedes), pudiera haber sido Juan Antonio López Valenciano, persona que
debería contar con una cierta posición económica en función de lo que después
veremos.
Mercedes murió el 29-7-1882 a los 53 años de edad dejando
un hijo con 31 años y una hija de menor edad. Y aquí aparece otro de los
misterios, porque dentro de una población más bien atrasada y humilde, un hijo
natural de una mujer sin recursos y demasiado joven, nos aparece de pronto como
un sólido empresario de la madera en la Sierra de Segura. Esto no es posible
lograrlo tan joven sin contar con una sólida ayuda económica. ¿Le ayudó su
padre? Todo apunta a que así fue. No hay otra explicación. Y al primer hijo de
Francisco (que falleció al nacer) le bautizaron como Juan Antonio, y ese mismo
nombre se le impuso después a su cuarto hijo. ¿Por su padre?
Francisco se casó con Tiburcia
Martínez García el 20-5-1872 en la
Puebla de Don Fadrique cuando contaba 21 años de edad y su madre todavía vivía.
Es imaginable que pudiera ser que también su padre estaría ese día en esa
iglesia, posiblemente en un lugar cercano, o posiblemente en un lugar apartado
desde donde observara la ceremonia.
Francisco López Mercedes (1851-1917) y Tiburcia Martínez
García (1852-1924)
El negocio de la madera llevó al
matrimonio a una vida con continuos cambios de residencia: estuvieron en La
Puebla hasta 1880, luego pasaron a
Hornos de Segura hasta 1887, luego a
Orcera hasta 1890, luego a Linares
hasta 1893 y luego a Hellín hasta 1897 en el que se fueron
definitivamente toda la familia a Alcantarilla.
Se observa un paulatino paso desde
la sierra hasta las serrerías y vías férreas según el negocio iba adquiriendo
mayores proporciones. Los trabajos en la sierra eran duros y cuando era posible
los troncos se bajaban por el Río Segura hasta Alcantarilla, un transporte más
económico que el del ferrocarril.
También Juana, la hermana de
Francisco, acabó trasladándose a Alcantarilla, en donde se casó, emparentándose
con los Carrillo, y tuvo una descendencia que en la actualidad, la mayor parte,
reside en la parte norte del barrio de San Roque.
Campamento de leñadores de Francisco López Mercedes en
algún lugar de la Sierra de Segura a finales del siglo XIX. Al fondo se
aprecian las pilas de troncos listos para el transporte a las serrerías
El matrimonio tuvo los siguientes
hijos
Juan Antonio. Fallecido
al nacer
Mercedes (1875-1958),
nacida en la Puebla de Don Fadrique
Juan Prudencio
(1876-1919), nacido en la Puebla de Don Fadrique
Juan Antonio
(1879-1939), nacido en la Puebla de Don Fadrique
Braulio (1881-1939),
nacido en Hornos de Segura
Juan José (1885-1955),
nacido en Hornos de Segura
Eleuterio Francisco
(1888-1934), nacido en Orcera
María Josefa
(1890-1977), nacida en la Estación de Linares-Baeza
Veamos la relación con Alcantarilla
de cada uno de ellos.
1º. MERCEDES. Se casó en
Alcantarilla y vivió siempre en la Calle San Sebastián nº 5. Tuvo 4 hijos. María
del Carmen, funcionaria municipal, sin hijos; Visitación, madre de José Crespo,
que luego citaré, y que ha recopilado datos y datos sobre la familia, su hijo
vive en la misma casa de su bisabuela reedificada; Herminia y José Salvador.
2º. JUAN PRUDENCIO. Es el único que
volvió a la Puebla de Don Fadrique. Tuvo 4 hijos.
3º. JUAN ANTONIO. Es el que nos
ocupa, lo veremos más detenidamente.
4º. BRAULIO. Se casó en
Alcantarilla. Tuvo 6 hijos. Uno de ellos sacerdote: Francisco López Hurtado
“Paco cura”, capellán castrense; Ginés Santiago; Juan Antonio; Visitación;
María Josefa e Isabel, casada con José María Martínez-Abarca.
5º. JUAN JOSÉ. Se casó en
Alcantarilla con Resurrección Fuentes. Junto con Juan Antonio llevaron el
asunto de la serrería. Era conocido por “Pepe López” y llevó la fábrica de
maderas hasta su fallecimiento. Su hijo Francisco se casó con Isabel, hija de
José Pérez Almagro; y su hija Resurrección se casó con Miguel Cascales Sánchez
(mis padres), hijo de Pedro Cascales Vivancos.
6º. ELEUTERIO FRANCISCO. Vivió en
Alcantarilla y fue Presidente del Casino, Se casó con Dolores Avellán (con v) y
no tuvieron hijos.
7º. MARÍA JOSEFA. Se casó en Alcantarilla
con Jesús Gómez Lorente. Tuvieron 4 hijos pero el primero murió al poco de
nacer. María de la Luz se casó con Rafael Lorenzo Jover; Francisco “Paco Gómez”
se casó con Francisca Guillén Vidal, e Isabel con Isidro Martínez Montoro, sin
hijos.
Juan
Antonio Marcelino López Martínez en Alcantarilla
Juan Antonio había nacido en el año
1879 y parece que era el hijo más activo y colaborador de todos ellos para con
su padre seguido por su hermano Juan José o “Pepe”. Parece que esa
predisposición natural hizo que su padre le mandara trasladarse a Alcantarilla
siendo muy joven –unos 15 o 16 años–, es decir, sobre 1894 o 1895 a trabajar o
colaborar en la serrería de su cliente José Precioso, al que suministraban la
madera. Posiblemente el fin último podría ser el ver la posibilidad de instalar
la familia una serrería en Alcantarilla en franca competencia con las dos o
tres ya existentes.
Fuese exactamente así o no –lo oí
decir en alguna ocasión–, lo cierto es que se adquieren los necesarios terrenos
y una vez instalada la familia en Alcantarilla se comienza a construir la
fábrica en la que parece que colaboran en principio todos los hijos,
estableciendo la vivienda familiar en la Calle del Ferrocarril.
En los momentos de su llegada a
Alcantarilla Francisco López Mercedes contaba 46 años, es decir, era el indiscutible
jefe y organizador del negocio, no pudiendo tener cabida el que ninguno de sus
hijos pudiera independizarse –además, ¿con qué dinero?– y menos aún erigirse en
el dueño de la empresa. El hijo mayor, Juan Prudencio contaba con 21 años (y se
marchó de vuelta a la Puebla), Juan Antonio con 18, Braulio con 16, Juan José
con 12 y Eleuterio Francisco con 9. Todo esto es importante conocer ya que el
nombre de Francisco López Mercedes no aparece en los negocios de Alcantarilla,
mientras que sí aparece como cabeza su hijo Juan Antonio, y ya vemos que esto,
más que deberse a un protagonismo efectivo de éste, parece que más bien
respondió a un acuerdo familiar entre todos los hijos con el padre.
Hacia 1900 ya estaba en
funcionamiento la serrería en los terrenos entre la Calle Mula, la Calle Madrid
y el ferrocarril, haciendo cabeza Juan Antonio López aunque su padre Francisco
se encontraba presente en la empresa, y sus hermanos de una manera o de otra,
participaban del negocio con diferentes cometidos.
La serrería de Francisco López Mercedes hacia el año
1905. Los trabajadores y dueños aparecen en la fotografía que se ubica en la
nave colindante al ferrocarril, junto a la chimenea. Resulta difícil
identificar a los que aparecen en la fotografía. Incluso hace 50 años, a mi
madre y a sus primas les resultaba difícil esa identificación, reconociendo
solamente a dos o tres personas pero sin mucho convencimiento
No se tienen datos del
funcionamiento de la empresa en esos primeros años, y lo primero que sabemos es
que en la sesión municipal del 19-12-1909,
Juan Antonio López Martínez solicita licencia para realizar una edificación en
la Calle Mayor nº 91 (hoy 109).
Y aquí de nuevo nos encontramos con
otra incógnita, ya que no parece posible que Juan Antonio, con 30 años, tuviera
poder económico para acometer esa edificación mientras el resto de sus hermanos
mantenían una vida más acorde con sus circunstancias. No encaja. Y existe la
posibilidad de que quién realmente dirigiera todo esto fuese su padre Francisco
López Mercedes, que es el que disponía de dinero y que, tras llegar a
Alcantarilla y residir provisionalmente en la Calle Ferrocarril, pudiera haber
decidido hacer ostentación, tipo “indiano”, al igual que otras familias que en
aquellos momentos, y habiendo venido a la población desde otros lugares, se
sentían en la necesidad de mostrar su “estatus” social. Era lo que en aquellos
tiempos existía.
Existe
otra posibilidad, y es que quién realmente aporta el dinero para la obra no es
Juan Antonio sino su mujer Visitación Jara Ortega, con la que contrajo
matrimonio el día 9-6-1902 en
Alcantarilla y que debía de pertenecer a una familia con un cierto poder
económico; y esta posibilidad eliminaría esa posible discriminación entre
hermanos, por lo que parece la opción más viable.
De una manera o de otra, pudiera ser
que en la documentación familiar que supongo custodiaban Fausto y Juan Antonio
Vicent López, y ahora la Fundación por éste último creada, existan datos que
expliquen este vacío, si el tiempo y la Guerra Civil lo permitieron. Siento no
haber preguntado a Juan Antonio, o a Fausto, o a su madre, o a mi madre, o a
María Josefa López, o a Mercedes López, o al resto de familiares, sobre cosas
de la familia, pero nadie podía imaginar que un día, las circunstancias sobre
la historia de Alcantarilla, pudieran llevar a tratar sobre estos temas. Por lo
tanto la incógnita no está resuelta, aunque algo sí sabemos, Juan Antonio López,
desde un principio, vivió y murió en esa casa, al igual que su hija y su marido
Fausto Vivent Román, oriundo de Biar (Alicante), y los hijos de éstos, Fausto y
Juan Antonio. Queda la duda si en ella también residieron sus padres Francisco
y Tiburcia, fallecidos en 1917 y 1924 respectivamente, lo que aportaría
importantes indicios sobre quién fue el promotor de la edificación.
Juan Antonio López Martínez (1879-1939) con su mujer
Visitación Jara Ortega (1880-1936) y con su única hija Emilia (1904-1980),
madre de Fausto y Juan Antonio Vicent López
En un momento dado Juan Antonio decide
intervenir en la política local, y es elegido alcalde el 1-1-1916 –muriendo su padre el 13-2-1917
a los 65 años, mientras su hijo ejercía ese cargo público– hasta el 4-5-1919 en que dimite “por motivos de
salud” según veremos más adelante.
Resulta curioso el hecho de que
Francisco López Mercedes, un hombre que se presentó en Alcantarilla buscando un
futuro y cargado de hijos, ocurriera que esos mismos hijos y sus descendientes
le hicieran estar ligado familiarmente a 5 alcaldes de esa población (entre
1919 y 1979) a la que llegaron como extraños buscando mejores horizontes de
vida.
Estos
fueron:
Su hijo Juan Antonio López
Martínez.
El suegro de su nieta Resurrección
López, Pedro Cascales Vivancos.
Su nieto Juan Antonio López
Hurtado (edificó el actual ayuntamiento).
El tío político de su nieto
Francisco López, Fulgencio Pérez Almagro.
El primo político de su nieto
Francisco López, Fulgencio Pérez Artero.
El día 3-3-1916 se declaró un gran incendio en la serrería siendo Juan
Antonio el titular del negocio. No obstante, más adelante se sabe de una
subasta pública de la fábrica por motivos que se ignoran, yo conocía este hecho
de oídas y José Crespo dice tenerlo documentado, y lo que resulta más curioso
es que su hermano Juan José se queda con ella. ¿Estaban de acuerdo? No se sabe,
pero lo que sí se sabe es que la relación entre hermanos fue siempre muy
afectiva, al igual que, posteriormente la de la hija de Juan Antonio, Emilia,
con todos sus primos y tíos. Doy fe. De todas maneras, si algo caracterizó
siempre a esta familia López fue su hermetismo.
Fotografía del Vuelo de Ruiz de Alda hacia 1930. Terrenos
de la serrería. A la derecha el antiguo cementerio de El Salvador.
Pero Juan Antonio no se limita a la
serrería, sino que compra un solar en la Calle de la Cuesta y realiza un
edificio para refinería de aceite hacia 1916/1918 (al no encontrarse este
edificio en una carretera, no se solicitaba licencia municipal). Este edificio
es el primero de la población que consta de forjados con vigueta metálica y en
su construcción intervienen los mismos oficios que en la casa de la Calle
Mayor. En el año 1935 Juan Antonio vende el edificio a Miguel Cascales Sánchez,
marido de su sobrina Resurrección López Fuentes (mis padres, allí viví), que
amplía la fábrica de conservas ya existente en la manzana colindante de la
Calle Marqueses de Aledo.
Edificio de la Calle de La Cuesta (1978)
También se adentra Juan Antonio en
el ámbito de las conservas vegetales, aunque por muy poco tiempo. Para ello
adquiere unos terrenos en el entonces Camino de Cartagena esquina a la
prolongación de la Calle San Sebastíán y con fecha 22-9-1918 solicita licencia para realizar la construcción. La
chimenea que aquí se ejecuta es realizada por el mismo equipo que pocos años
antes había realizado la de la Calle de la Cuesta, y ambas son idénticas,
aunque una ha sobrevivido, la otra no.
Foto del Vuelo de Ruiz de Alda alrededor de 1930. En
amarillo la casa de Juan Antonio López en la Calle Mayor, y la llamada Fábrica
de la Esencia en la hoy Avenida de Santa Ana y Calle San Sebastián. En el
hoy jardín, junto a la casa, se encuentra
el grupo escolar compuesto de varios edificios
La llamada Fábrica de La Esencia (1979 y 1973)
En un periódico de El Tiempo del año 1922 se habla de Juan
Antonio López Martínez y de su hermano Francisco (Eleuterio Francisco) con el
clásico lenguaje dulzón y adulador de aquella época. Hoy se adula y se manipula
más hábilmente y desde luego se cobra mucho más por ello. Dejando eso aparte,
siempre son interesantes los datos que se pueden obtener de esas publicaciones.
Su única hija, Emilia (Tiburcia
Emilia Mercedes) (1904-1980), contrajo
matrimonio con Fausto Vicent Román († 1970) de Biar (Alicante) el 25-6-1936 y tuvieron dos hijos que
murieron sin descendencia: Fausto (1937-1987)
y Juan Antonio Vicent López (1940-2002).
Este último el creador de la Fundación Vicent-López.
Por lo tanto, cuando Fausto Vicent
Román se instaló a vivir en esta casa (creo que el matrimonio vivió un tiempo
en Biar) la edificación ya llevaba unos 25 años realizada, y él nunca participó
en proyecto ni construcción. Resulta por lo tanto un error el denominar a esta
casa como Casa de Vicent. Su nombre debe ser el de Casa de Juan Antonio López Martínez.
Durante la Guerra Civil sirvió de
cárcel y posteriormente albergó la célebre escuela de Doña Encarna. Juan
Antonio Vicent promovió la construcción de viviendas en la parte trasera, a
donde se trasladó a vivir una vez que falleció su hermano Fausto, aunque
mantuvo la oficina de su asesoría legal en el antiguo edificio.
Crédito. Muchos de los datos
correspondientes a fechas que aparecen anteriormente han podido conocerse
gracias al ímprobo trabajo de José Crespo Martínez, que durante varios años ha
recorrido pueblos y archivos indagando sobre la familia López llevando a cabo
un estudio monumental. José es hijo de Visitación, nieto de Mercedes, bisnieto
de Francisco y tataranieto de Mercedes.
En cuanto a la serrería, le ocurrió
como a todas las existentes, sobre todo en Alcantarilla y Murcia: la llegada
del plástico acabó con ellas y sus terrenos pasaron a ser solares. Juan José
López Martínez (“Pepe López”) –mi abuelo– falleció en el año 1955 dejando la
empresa a su hijo Francisco que pudo aguantar hasta mediados de los años 60 una
situación irreversible.
Fotos de Usero, año 1953. A la izquierda entrada a la
serrería desde la Calle Mula, con las casas de los guardas y las cuadras. A la
derecha, al fondo puerta de entrada de vagones y báscula. El portero Juan
Antonio con “Pepe López” (de espaldas)
A la izquierda, raíles del ferrocarril y báscula y al
fondo casa de “Pepe López” (hoy calle pública). A la derecha, panorámica
general
A la izquierda descarga de troncos de los vagones y
depósito. A la derecha puerta de entrada de trenes y al fondo naves de la
serrería y chimenea
José López dejó la serrería a su hijo Francisco y las
casas edificadas para los trabajadores de la serrería a lo largo de la Calle
General Sanjurjo, hoy Calle Madrid, a su hija Resurrección. El plano fue
realizado un par de meses después de su muerte por encargo de sus hijos
Fotografía del año 1965. La fábrica ya ha cesado en su
actividad
En el año 1968 ayudé a Juan López García, “Juan el périto” –que no se
encontraba ya bien y falleció tres años después–, a medir la fábrica y
parcelarla. Fue el final de la aventura que se había iniciado 70 años antes
cuando a Alcantarilla llegó Francisco López Mercedes con toda su familia.
Fotografía de Paisajes Españoles del año 1968. Ya se
están desmontando tejados y derribando edificios
Plano parcelario de los terrenos de la fábrica de
maderas. Su vida efectiva no había llegado a los 70 años. El 10 de octubre de 1968 Juan López y yo realizamos este plano
Vida
política de Juan Antonio López Martínez
Prácticamente a punto de cumplir los
37 años, Juan Antonio López ocupa el cargo de alcalde de Alcantarilla el día 1
de enero del año 1916. La
Corporación Municipal estaba formada por las siguientes personas:
Alcalde-Presidente: Juan Antonio López Martínez
1er. Teniente
de alcalde: Antonio Aledo Sánchez
2do. Teniente
de alcalde: José Caride Sisto
Síndico: José Legaz
Saavedra
Concejal: Agustín López
Gómez de Albacete
Concejal: Pedro López
Menárguez
Concejal: Mariano Soler
Barceló
Concejal: Antonio Pérez
García
Concejal: José Alemán Pérez
Concejal: Luis Sánchez García
Concejal: Alonso Lorente
Delgado
Concejal: Manuel Vera Vera
Concejal: Antonio Cascales
García
Y
como alcaldes de barrio los siguientes:
Barrio de La Iglesia: Ángel Riquelme Valero
Barrio del Convento: Enrique Díaz Plaza
Barrio de San Roque: Antonio Gómez García
Barrio de Las Eras: Juan Ortuño Huertas
El período de su mandato podemos
resumirlo en las siguientes anotaciones extraídas de las Actas Capitulares de
aquellos años obrantes en el Archivo Municipal de Alcantarilla.
Banda
de música. Uno de los primeros asuntos que se trataron fue la
amortización del préstamo de 1.675 pesetas que la Banda Municipal de Música
había solicitado para comprar instrumentos, ingresando 1.193 pesetas, por lo
que la deuda se vio sensiblemente reducida.
Cuevas. En Alcantarilla
existían desde mediados del siglo XIX varios enclaves de cuevas ocupadas por
personas que habían llegado a la población tras la llegada del ferrocarril y el
nacimiento de fábricas de aserrío mecánico, jabones y conservas, y el Ayuntamiento
detecta que en el grupo de cuevas conocido como Las Losas existen serios
problemas de salubridad y de seguridad.
Farmacia. El farmacéutico
titular José María López Calahorra había fallecido el 25 de diciembre de 1915,
y se acordó que mientras que se llevaban a cabo los oportunos trámites para
cubrir la plaza, fuese su hijo José María López Leal, licenciado en farmacia,
el que siguiese sirviendo los medicamentos a la población. La viuda solicita
que se le abone la deuda que presentaba el Ayuntamiento y la Junta de Gobierno
acuerda que los concursantes a la farmacia sean José María López Leal y Enrique
López Menárguez y que la Junta Municipal elija. Esta elección se lleva a cabo
el día 11 de marzo en la persona de éste último farmacéutico.
Aceras. El aspecto de las
calles de esta población de Alcantarilla era en estos principios del siglo XX
muy diferente a lo que es hoy. Las estribaciones del Cabezo de San Roque, las
hondonadas en la zona colindante a la huerta e incluso los propios movimientos
de tierras producidos por los vecinos, daban lugar a calles polvorientas,
llenas de roderas, baches, desniveles, y verdaderos barrizales en caso de
lluvia, que las hacían prácticamente intransitables para vehículos y sobre todo
para las personas. El Ayuntamiento decidió minimizar en lo posible este secular
problema y se acordó que, si ya que no era posible el pavimentar las calzadas,
al menos los peatones, mujeres sobre todo, pudiesen circular por las calles con
un mínimo de seguridad y limpieza sobre todo en caso de lluvias, para lo cual
se acordó el que los propietarios de edificios construyeran sus aceras al menos
en lo legalmente costeable de 3 pies u 835 mm de anchura. Se construyen las
primeras aceras de la población en la Calle Mula (una de las más
intransitables) en las viviendas de Ginés García Hurtado y Tomás Menárguez
García, con un coste lineal de 3 pesetas por metro y 635 milímetros de anchura.
Mercados. Santiago Navarro
Cánovas solicita permiso para instalar en la plaza de verduras una caseta de 3
x 3 metros, a lo que se accede.
Secretario. Para cubrir la
plaza de secretario del Ayuntamiento se presentan José Robles Giménez y José
Martínez Lorente, eligiendo la Corporación a éste último. El anterior
secretario se llamaba Juan Hidalgo Pagán y vive en la Calle Mayor nº 18.
Lavaderos. Cuando se trasladó
la población de Alcantarilla a su nuevo emplazamiento en el año 1545, la mayor
parte de la población quedaba bajo el nivel de la acequia o acequeta de la
noria, y esto representaba una enorme ventaja puesto que las viviendas podían
disponer de agua para sus pozos, construyéndose además un lavadero en la Calle
Mula frente a la desembocadura de la Calle de La Cuesta. Pero el aumento de la
población y el paso del tiempo produjeron que este lavadero se encontrase en
mal estado produciéndose las continuas quejas de los vecinos. Un informe del
Inspector Municipal de Sanidad Pedro Legaz Pérez estipulaba que el lavadero no
reunía unas mínimas condiciones de capacidad, ventilación, limpieza y
comodidad. El lavadero tenía una longitud de 21 metros y tenía que dar servicio
a unos 6.000 habitantes, además, su entorno estaba lleno de baches y lodazales,
por lo que se consideraba necesario el arreglar todo ese entorno con grava. Se
plantea entonces la posibilidad de construir un nuevo lavadero en la Calle San
Sebastián a la vez que se arregla el de la Calle de La Cuesta nombrando para
ello maestro alarife a Juan Pacheco Pellicer. El coste de la reparación del
existente y la construcción del nuevo lavadero asciende a la cantidad de 792
pesetas. Los 70 eucaliptus plantados para dar sombra son regalados por el dueño
de la Voz Negra Francisco Tortosa.
Tabernas. Los continuos
escándalos en las tabernas llevan a acordar el que a las 10 de la noche todas
las tabernas han de estar desalojadas y cerradas.
Escuelas. El problema escolar
siempre se encuentra presente en todas las épocas, y en Alcantarilla se había
solicitado, con fecha 13 de abril de 1913 la creación de dos escuelas además de
las existentes ya que había unos 500 alumnos, para lo que se mandan de nuevo
croquis y planos sobre su instalación. El horario escolar de 8 a 11 y de 3 a 6
horas.
Sucesos. El día 3 de marzo se
produce un gran incendio en la fábrica de aserrío mecánico propiedad del
alcalde en la Calle Mula junto a la estación del ferrocarril. Acuden a
sofocarlo los Bomberos Zapadores y los gastos ascienden 148´75 pesetas. El
alcalde se ausenta del salón y los concejales restantes acuerdan incluir ese
gasto en el capítulo de imprevistos.
Ganados. Alcantarilla era un
importante lugar de cita para los mercados de ganado, pero esta circunstancia
no dejaba de causar serios problemas a los vecinos del entorno del lugar en el
cual se celebraba el mercado. Así, se acuerda que los ganados no pueden estar
sueltos por las calles sino que deben de ceñirse a la Calle Mula, desde el
lavadero hasta la estación, Calle San Francisco, Calle del Convento, Calle
Losas, Calle de la Estación y Calle del Cementerio.
Vías públicas. Alonso Lorente
Delgado (concejal) solicita un sobrante de vía pública frente a su casa en la
Calle Mayor nº 152. Igual hace Manuel Vera Vera (también concejal) de otra
parcela frente a su casa de la Calle Mayor nº 150.
Las lluvias han dejado
intransitables para las procesiones del Jueves y Viernes Santo las calles de
Mula, Amargura, Tropel, Cruz, Pasos y Zamplana. Se acuerda que se reparen y el
coste asciende a 77 pesetas.
A las solicitudes de sobrantes de vía pública
se suma Francisco Escandell Cremades, que la solicita para una zona en el
Camino Viejo de Lorca (actual Calle Ángel Galindo) que confronta con los patios
de unas casas de su propiedad que recaen a la carretera Murcia-Granada. Se
accede y el maestro Pacheco valora los terrenos en 3 pesetas el metro cuadrado
para una superficie de 144´50 m2, al no existir perito facultativo
en la población.
Se
quejan los vecinos de que al final de la Calle Mayor existe una calle sin
nombre situada entre las propiedades de Manuel (concejal) y Antonio Vera Vera,
nº 150 y 152, que es albergue de malhechores y resulta un peligro para los
vecinos. Se acuerda cerrar esa calle ya que no es necesaria su existencia dado
que al Camino Viejo de Lorca se accede por la carretera de Murcia a la Puebla
de Don Fadrique (esa es la razón de la anormal longitud de esa manzana, la
mayor de la población, hasta que hace pocos años se abrió una calle peatonal
entre la Calle Mayor y la Calle Ángel Galindo). Sin embargo, Alonso Lorente
Carrillo dice que ese terreno es suyo y solicita edificar en el mismo, lindando
al frente la carretera, derecha entrando Manuel Vera Vera (concejal), izquierda
entrando Alonso Lorente Delgado (su primo y concejal) y espalda el Camino Viejo
de Lorca.
Cementerio. Para surtir de
agua al cementerio se hace un pozo.
Riego de la Calle Mayor. Un
tema importante que tenía que solucionar el Ayuntamiento todos los años, o
mejor dicho, todos los veranos, era el contratar a alguien que se encargara de
regar continuamente la polvorienta Calle Mayor, y así se hace el 3 de junio.
Eras. En la parte oeste y
suroeste de la población se hallan ubicadas buen número de eras para el
trillado de la mies. El riesgo de incendio es por lo tanto muy elevado al estar
tan cercanas a la población, y el Ayuntamiento establece que no se fume a menos
de 10 metros de ellas y que no se pase tampoco por ellas.
Censos. En la localidad hay
censadas 5 fábricas de conservas, 2 de jabones y 4 de aserrío. Existen 1.269
edificios.
Aceras. Estando colocando las
aceras en la Calle del Rosario se tropieza con un pequeño saliente en el huerto
de Diego Cano que interrumpe la línea recta en la parte del mediodía entre las
casas de Eduardo Menárguez López y la de los herederos de Francisca Menárguez
Menárguez, por lo que se acuerda el preguntar al citado Diego Cano si estaría
dispuesto a ceder esa parte de su terreno, a lo que accede rápidamente. Se han
colocado las aceras de la Calle Zamplana, Amargura, Rosario, Madrid, Nona y
parte de la de Mula, y se advierte que hay que reparar las calzadas.
Industria.
Antonio Sala, como gerente de la sociedad Sala, Navarro y Verdú pide permiso
para construir una fábrica de conservas en unos terrenos de su propiedad
colindantes con el ferrocarril. Juan Pacheco Pellicer, que es el contratista
que va a realizar la obra dice que va a efectuar el cerramiento por el camino
de la Voz Negra y solicita que se le diga el ancho del camino, que resulta ser
de 6 metros.
Los
vecinos del final de la Calle Mayor denuncian que desde las fábricas de aserrío
de Sala y Verdú y de Zornoza se tira agua al exterior y esa agua va un barranco
en el que se descompone. Se les dice que eviten estos vertidos.
Mercados.
Ante las denuncias de Jesús Sáez y otros comerciantes, se avisa de que carne
fresca se puede vender en cualquier momento, pero acecinado y embutido
solamente desde el 1 de noviembre al 31 de marzo.
Vías
públicas. Miguel Sánchez Navarro (mi bisabuelo) solicita un
sobrante de vía pública en la Calle Sin Salida.
Escuelas. El
Director General de primera enseñanza notifica que ya existe crédito para las
escuelas solicitadas.
Varios.
Por delegación de Murcia, se notifica al juez municipal que ha de ir a Cañada
Hermosa y para ello no hay vehículo ni consignación. El alcalde le procura un
carruaje y la Corporación advierte que esto no puede ocurrir más.
Sucesos. La
riada del día 28 de noviembre provocada por el Guadalentín, ha dejado en la
miseria a numerosas familias y el Ayuntamiento pide una ayuda para arreglar los
caminos, sendas y limpieza de bancales. Los perjuicios ascienden a más de
25.000 pesetas. Una cantidad muy importante.
Riegos. Se
recibe una circular de la sociedad de nuevos riegos “El Progreso” de Elche para
que el ayuntamiento se adhiera a la petición de los agricultores de la Vega
Baja para que los pantanos de Alfonso XII y Talave, que contienen las
inundaciones, en los meses de verano suelten las aguas del Quipar y Mundo para
aliviar la sequía en esos meses. Y que se terminen los proyectos de los
pantanos del Taivilla (sic) y del Estrecho del Infierno. Siempre el agua.
Sucesos. A
instancia del Ayuntamiento se manda desde Murcia una pareja de la Guardia de
Seguridad a los mercados, ya que hay muchos rateros y existen muchos hurtos. La
medida es muy efectiva.
Cementerio. Se
crea la plaza de conserje para el cementerio de El Salvador con la
gratificación anual de 188 pesetas, proponiendo que dicha plaza sea cubierta
por el conserje del cementerio de San Pedro que es José Navarro Pérez, cuya
avanzada edad le impide desarrollar adecuadamente su trabajo, quedando la
citada plaza de San Pedro vacante con la asignación de 550 pesetas anuales y
nombrando mientras tanto interino a Francisco Ortega Giménez.
Aceras. Se
llega con la construcción de aceras a la Calle Mayor, y la correspondiente a la
Casa Consistorial (sic) tiene una superficie de 32´64 m2, que a 2´40
ptas/m2 importa 78´34 pesetas. La acera frente a la plaza de
verduras, con una superficie de 47´75 m2 importa 114´60 pesetas.
Medicina. El
médico titular es Elías Artero Egea, existiendo otro médico titular que es
Pedro Legaz Pérez.
Sueldos. Se
regula el sueldo de bracero en 2 pesetas/día.
Industria.
Joaquín Navarro Iniesta, de la sociedad Sala, Navarro y Verdú presenta los
planos para la construcción de la fábrica de conservas vegetales.
Censos. Se
aprueba un censo de edificios con fecha 17 de marzo de 1917.
En
un mes está terminado este censo y arroja las siguientes cifras:
1ª
sección – 1er distrito - Iglesia 382 casas habitadas
19 casas desalquiladas
243 varones de 25 o más
años
2a
sección – 1er distrito - Convento 252
casas habitadas
21 casas desalquiladas
251 varones de 25 años o
más
1a
sección – 2do distrito - S. Roque 300
casas habitadas
26
casas desalquiladas
278
varones de 25 o más años
2a
sección – 2do distrito - Eras 366
casas habitadas
15
casas desalquiladas
332
varones de 25 o más años
Total:
1.300 casas habitadas, 81 vacías y 1.204 varones de 25 o más años.
Vías públicas. Se arreglan las
calles con motivo de las procesiones, y algunos vecinos piden que se cierre la
calle llamada de “detrás de la Iglesia” desde el lugar en el que hace ángulo la
casa de José Pérez Ortiz a fin de que las personas que van a la Iglesia no
puedan contemplar las inmundicias que allí hay, sirviendo además de “cloaca” a
niños y adultos. Y que para la salida de las casas de Diego Rodríguez Martínez,
Pedro López Menárguez y Pedro Carrillo Riquelme, éstos puedan entrar a sus
casas por la Calle Solares. Se acuerda, dado que existen diversos pareceres, y
los vecinos que viven detrás de la Iglesia se oponen al cierre, hacer un bando
para alegaciones de 30 días. Al final se decide no cerrar la calle.
Se
arregla la Calle Mula y la pared que limita con el brazal que, desde el
lavadero, conduce las aguas de la acequeta, importando todo 566 pesetas.
En
esta Calle Mula existen una serie de solares que se encuentran por debajo del
nivel de la calle y se deposita en ellos las aguas de lluvia y todo tipo de
basuras, por lo que es necesario edificarlos, y como sus propietarios son
desconocidos, se lleva a cabo un edicto.
Jesús
Sáez Vivo solicita hacer una conducción subterránea por las calles Beato y
Procesiones para llevar el agua de la acequeta hasta un aljibe en una casa de
su propiedad en la Calle Procesiones.
Hay
quejas de que la Calle Mula, entre la Calle de la Amargura y la de San
Francisco está en muy malas condiciones por las diferencias de nivel
existentes, por lo que ahora que se están realizando las aceras se considera
que es el momento de solucionar el problema “emparejándolos a pico”.
También
existen quejas sobre el estado de los caminos, especialmente el del Javalí, por
lo que se nombra una comisión para que visite todos los caminos.
Riego
de la Calle Mayor. El riego de la calle importa 400 pesetas, a
5 ptas/día, pero se aumenta a dos riegos, mañana y tarde, por 7´5 ptas/día.
Existen dos cunetas a cada lado de la calzada.
Cementerio. Se
acuerda impulsar el que se termine la casa del conserje del cementerio.
Cartografía. El
Ingeniero Jefe de la Brigada del Servicio de Avance Catastral pide que se forme
una junta municipal, y ésta queda formada así:
Presidente.
José Legaz Saavedra
Por mayores contribuyentes.
Diego García López
José Caride Sixto
Vecinos, por sorteo
Antonio Pérez García
José Pérez Ortiz
Alumbrado.
Los vecinos ubicados entre las dos vías, y la sociedad Salas, Navarro y Verdú
solicitan que se les dote de alumbrado público, por lo que se le pasa nota a
Miguel y José Caballero, concesionarios del suministro de alumbrado público.
Aceras
y vías públicas. Terminadas las aceras en la Calle Mula
desde la esquina de la Calle de la Amargura hasta su final, que el dinero que
queda del presupuesto para el arreglo de calles se gaste en arreglar esta calle
ya que existe una especie de rambla que baja desde la parte alta; y esta calle
es muy transitada por personas de los pueblos colindantes que van a la estación
del ferrocarril.
Se
deslinda la carretera a Granada, que en este caso coincide con la Calle Mayor,
por medio de un sardinel, teniendo ahora que hacer los pasos laterales, pero
como no hay dinero, el alcalde lo adelanta de su bolsillo para cobrarlo al año
siguiente.
Nueva
Corporación. A principios del año 1918 se renueva la
Corporación municipal y José Antonio López Martínez es reelegido como alcalde.
La composición del ayuntamiento queda así:
Alcalde-Presidente: Juan Antonio López
Martínez
1er.
Teniente de alcalde: Antonio Pérez
García
2do.
Teniente de alcalde: Alonso Lorente
Delgado
Síndico: Manuel Vera Vera
Concejal: Pedro López
Menárguez
Concejal: Mariano Soler
Barceló
Concejal: José Alemán Pérez
Concejal: Luis Sánchez
García
Concejal: Francisco Legaz
Pérez
Concejal: Francisco Vivo
López
Concejal: José Hernández
Almela
Concejal: Francisco Martínez
Rodríguez
Concejal: Agustín López
Gómez de Albacete
Vías públicas. José Martínez
Lorente dice que frente a su casa en la Calle Mayor ha quedado una pequeña
parcela sólo aprovechable por él y que quiere comprarla y poner una verja.
El Camino de La Piedra ha quedado
tas estrecho que no pueden cruzarse dos carros, por lo que hay que deslindarlo
y recuperar el terreno ocupado.
Se autoriza al alcalde para arreglar
los caminos de Javalí Nuevo y Puebla de Soto.
Alumbrado. Hay que renovar el
contrato de suministro eléctrico con José Caballero y el Ayuntamiento acuerda
lo siguiente:
1º. Que se sustituyan todas las lámparas
por otras más potentes.
2º. Que cada 30 días se limpien por
fuera.
3º. Que a los 4 meses sean
renovadas.
4º. Que se repongan las fundidas.
5º. Que la “corriente” sea de la
fuerza de las lámparas.
6º. Que el alumbrado esté encendido
desde la puesta de sol hasta media hora antes de la salida.
7º. En caso contrario rescindir el
contrato.
El concejal Francisco Martínez
Rodríguez manifiesta que ha detectado fallos en el suministro de luz respecto a
la discrecionalidad en la colocación de lámparas y en el cobro del suministro.
Ganados. Se acuerda impedir
el pelar las caballerías en la vía pública.
Vías públicas. El coronel de
la Fábrica de la Pólvora dice que el puente sobre la acequia de Barreras está
en mal estado y presenta peligro, por lo que, aprovechando el corte de agua,
puede procederse a su reparación.
El arreglo de las calles Turbinto,
Mula, Amargura, Tropel, Cruz, Pasos y Zamplana, para las procesiones cuesta
154´40 pesetas, y el del Camino de la Puebla de Soto 35 pesetas.
Obras Públicas dice que a la entrada
del pueblo hay que poner un cartel con el nombre de la población.
Que se arreglen los caminos que
tengan necesidad y además las calles Madrid, Alta y Mula. El arreglo importa
844´75 pesetas.
Escuelas. El maestro Amos
Bravo dice que las escuelas están en franca ruina y que hay peligro de
hundimiento.
Para la obra de las escuelas, las
que estaban en el actual jardín, solamente puja Juan Pacheco Pellicer por un
importe de 832 pesetas.
Riego de la Calle Mayor. Se
contrata el servicio.
Industria. Sala, Navarro y
Verdú solicitan permiso para hacer un muro en la fábrica de conservas.
Eras. Como todos los años,
surge el problema de los incendios en las eras, y se prohíbe acercarse fumando a
menos de 20 metros de la zona en donde se encuentra hacinada la paja.
Farmacia. José María López
Leal dice que con las 112´5 pesetas que viene cobrando le es imposible seguir
prestando el servicio de farmacia. Esto se debe a que el farmacéutico titular
es Enrique López Menárguez, y el encargado de facilitar medicamentos a los
enfermos es José María López Leal.
Medicina. Existen en la
población dos facultativos titulares: Pedro Legaz Pérez y Elías Artero Egea.
Fiestas. Una Real Orden del
Ministerio de la Gobernación de 16 de agosto de 1918 ordena que se celebre
anualmente una “fiesta del árbol” en cada término municipal.
Reloj de la villa. Ha
fallecido el encargado del reloj de la villa Joaquín Alarcón Pérez, y al querer
poner en su puesto a un tal Guerra, el párroco se ha opuesto de forma tajante,
por lo que se pide al cura que diga el nombre de una persona de su confianza
que pueda entrar a la Iglesia. El cura nombra relojero al sacristán Francisco
Pérez Bernal.
Industria. Juan Antonio López
Martínez solicita licencia para hacer un edificio industrial en el paraje de El
Ladrillar que linda por el norte con el Camino de Cartagena y por el poniente
con la acequia de la Rueda.
Censos. Se hace padrón, con
fecha diciembre de 1918, de edificios, solares y rústica.
Farmacia. José María López
Leal dice que con la epidemia de gripe ha entregado medicinas por valor de más
de 500 pesetas.
Mercados. En todos años está
como adjudicatario de carnes frescas y salados Pedro Herrero Plaza.
Sueldos. Se regula el jornal
de bracero en 3 pesetas al día.
Ferrocarril. 350 vecinos
piden que se hagan los proyectos del ferrocarril Caravaca-Alcantarilla. El
Ayuntamiento considera muy “patrióticas” esas manifestaciones y apoya a los
vecinos.
Vías públicas. Como todos los
años, que se arreglen las calles por las cuales van a discurrir las procesiones
de Semana Santa.
Los
solares de la Calle Mula, a derecha e izquierda de la Calle Empedrada, siguen
acumulando basuras. Sus dueños son Diego García López (exalcalde y mayor
contribuyente) y Pedro López Menárguez (concejal). Se les da un plazo de 60
días para que los cierren o los edifiquen.
José
Menárguez Barceló solicita un sobrante de vía pública colindante a su casa de
la Calle Procesiones nº 3.
Industria.
Isidoro Rodríguez Fausto de Calahorra, Logroño, solicita inscribirse como
residente durante los meses de mayo, junio y julio para atender un trabajo en
la fábrica de conservas de F. Vinatié.
En
sesión de 4-5-1919 dimite el
alcalde Juan Antonio López Martínez por “condiciones de salud”,
sustituyéndole Antonio Pérez García.
El
recorrido político de Juan Antonio López termina así tras ostentar la alcaldía
3 años, 3 meses y 3 días.
Esta
es la semblanza a grandes rasgos de la persona que debe dar nombre con toda
justicia al edificio nº 109 de la Calle Mayor de Alcantarilla.
Me quedo absolutamente impresionada con lo que acabo de leer: lo que cuentas, y cómo lo cuentas. Por no hablar de las magníficas fotografías y planos que acompañan al texto. Lo he disfrutado desde la primera palabra hasta la última. Supongo que algo tendrá que ver que tengamos antepasados comunes, y que muchos de esos nombres que citas sean también los de mi propia historia. Gracias, de verdad. Espero con ilusión nuevas entradas a tu interesantísimo blog, y te doy la enhorabuena por haberlo creado. Hay rigor histórico y documental, pero también sencillez y amenidad; una combinación no siempre fácil de conseguir, créeme.
ResponderEliminarHola muy interesante tu blog.
ResponderEliminarSoy descendiente de personas nacidas en Puebla de Don Fadrique.En tu articulo hablas de dos personas llamadas Fulgencio Perez.Uno de mis antepasados tiene ese nombre,Fulgencio Perez, de profesion farmaceutico, casado con Maria Antonia Sánchez y padres de Sandalio Perez Sanchez, que es mi tatarabuelo.
¿Tienes algun tipo de infirmacion que pidiera ayudarme??
SOY CRISTÓBAL SARRIÓ LLEDÓ DE BIAR (ALICANTE) EN MI FACEBOOK HE PUESTO UNA FOTO DE FIESTAS DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX DE ANTONIO VICENT ROMÁN DEBE SER FAMILIAR . TENGO FOTOS DE SU HIJO Y ME HABLO CON SU NIETO. SI QUIEREN SABER MÁS MI EMAIL ES crisbiar@gmail.com GRACIAS
ResponderEliminarFelicidades por la gran investigación. En Puebla de don Fadrique pasó algo parecido. Don Sebastián García-Esteller hizo una gran mansión, con 21 balcones, en la plaza de España, la heredó una de sus hijas, Dorila, pero en el imaginario popular fue la casa de don Antonio BAÑÓN, su yerno, o la casa de los Bañones.
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