lunes, 11 de septiembre de 2023

EL BARRIO DE SAN BENITO EN EL AÑO 1859

 

Pedro L. Cascales López

 

            A primera vista, parece una incongruencia el tratar sobre un tema de la cercana capital murciana en un blog sobre Alcantarilla, pero no lo es tanto si tenemos en cuenta la estrecha relación, y por lo tanto las consecuencias, que el Barrio del Carmen siempre ha tenido con este pueblo de Alcantarilla.

            Son muchos los habitantes de ese barrio murciano que se vinieron a Alcantarilla desde hace unos doscientos años, y también son muchos los alcantarilleros que se fueron al Barrio del Carmen. Hoy en día el circular por este barrio significa el encontrarte a cada paso con alcantarilleros que por un motivo o por otro dejaron Alcantarilla aunque siguen manteniendo una estrecha relación con “su pueblo” y “sus paisanos”, y la cercanía y la facilidad de comunicación produce la sensación de que en realidad se sigue viviendo en Alcantarilla. No se nota la diferencia; y el tiempo que se tarda en cruzar hoy esta villa, que tanto ha crecido, es prácticamente similar al que existe entre El Rollo y El Fielato (hasta que comenzó esta locura de obras de estos nuevos y sabios “progres” que no se sabe bien a donde nos quieren llevar, aparte de fastidiar y tirar el dinero que tanta falta hace para asuntos mucho más importantes).   

            Y los murcianos de El Carmen que se vinieron a la villa fueron por lo general comerciantes e incluso industriales, con ideas innovadoras, que ayudaron al progreso de Alcantarilla y crearon muchos puestos de trabajo en una población que no acababa de despertar de su letargo; y hoy en día sus descendientes en este pueblo suman bastantes centenares.

            La Plaza de Camachos era el lugar donde llegaban los autobuses de Alcantarilla de la Alsina Graells Sur (regentada por la familia Ortiz) descargando a los viajeros en la parte derecha para luego dar la vuelta y cargar en la parte izquierda a los que se dirigían o volvían a Alcantarilla.

            Por todo ello, parece coherente que tratemos sobre este barrio murciano en unos momentos, hace más de 150 años, en que estaba en su auge este intercambio de familias entre ambas poblaciones salvando la escasa “legua” que separaba los dos lugares haciendo el trayecto a pie, tardando más o menos una hora, en carro (con o sin sillas para las mujeres), en tartana propia o de “taxi”, y ya los más pudientes en galera propia; tardando en todo caso un tiempo muy variable en función de las “estaciones” que se hacían en las tabernas del camino; pero eso sí, circulando a salvo en la época de los solaneros bajo una bóveda verde formada por los grandes plátanos que flanqueaban el camino y el frescor de los brazales paralelos al camino que servían de agua a los vecinos y caballerías de los viajeros.

 

Así era la carretera de Alcantarilla a Murcia en todo su trayecto hasta hace cincuenta años en que la calzada adoquinada se amplió y los plátanos se talaron (todo para nada, porque hoy los don nadie de turno vuelven a poner dos carriles ¡para los “miles” de "graciosos" patinetes y “brecicletas”!). No caben más porque no se levantan antes. Igual ocurría con las carreteras de Monteagudo y El Palmar. Hoy de todo aquello solamente queda esta pequeña reliquia de la foto antes de la entrada a El Palmar 

            Esta misma relación entre núcleos poblacionales la podemos argumentar cuando se han tratado, o se traten, temas de Puebla de Soto, Javalí Nuevo o la “recién nacida” Sangonera la Seca, poblaciones íntimamente ligadas a Alcantarilla, sin que podamos en algunos casos separar la historia de unas con las de las otras.

            Veamos entonces, en forma gráfica, cómo era este barrio de San Benito en esa época en que la llegada del ferrocarril comenzó a cambiar el urbanismo de la zona y sobre todo la economía de muchos huertanos que iniciaron el compaginar el cuidado de su huerta con un sueldo fijo en las nuevas industrias que tanto en Alcantarilla como en El Carmen (entonces San Benito) comenzaron a crearse, sin olvidar las expectativas económicas que sus tierras de cultivo podían significar para la construcción de nuevas viviendas. 

            Los fondos documentales del Instituto Geográfico Nacional son de una extraordinaria importancia, y poco a poco se va pudiendo tener acceso a ellos gracias a la labor de digitalización que dicho Instituto está llevando a cabo, todo ello acompañado con una enorme serie de publicaciones de cartografía y bibliografía de todo tipo que está siendo puesta a disposición de todos los ciudadanos. Y si a todo esto le añadimos el perfecto funcionamiento y atención a ese ciudadano, cosa increíble en estos desgraciados tiempos que nos han tocado, nos encontramos ante una institución ejemplar que merece todo el agradecimiento y felicitación. Ya sé que parece imposible que esto ocurra actualmente en una entidad pública, pero es la afortunada realidad. El general e ingeniero militar don Carlos Ibáñez e Ibáñez de Íbero, fundador del Instituto Geográfico, once años después de realizarse este plano, no podía imaginar en aquellos también turbulentos años que este Instituto llegaría a alcanzar el enorme prestigio que hoy en día tiene.

            Gracias a ello podemos hacernos una idea gráfica de cómo era en el año 1859 el entonces llamado “Barrio de San Benito”, el situado “al otro lado del río” como se decía en tono casi despectivo, y que era la antigua zona árabe de Alharilla, cuyo crecimiento ha sido enorme especialmente a partir de la llegada del ferrocarril, siendo hoy en día uno de los mejores entornos urbanos de Murcia por la gran cantidad de servicios y comercios minoristas y mayoristas de todo tipo que acoge en un reducido espacio, lo que necesariamente implica un enorme beneficio para sus habitantes.

            En él se construyó la Plaza de Toros (hoy Plaza de Camacho-s), el Matadero Municipal, los Molinos de las 24 piedras, y se inició un gran parque frente a una también gran iglesia bajo la advocación de la Virgen del Carmen, cercana al que fuera Convento de Capuchinos, y que dio lugar el que a finales del siglo XIX el barrio cambiara su nombre de San Benito por el de la Virgen del Carmen, “el Carmen”.

            Esta remodelación urbanística de entonces enorme envergadura supuso la desaparición del supuesto trazado de las vías romanas que conectaba Monteagudo con Cartagena y Algezares, ya que se crearon las dos grandes avenidas de Colón y Floridablanca que enlazaban directamente con la nueva carretera a Cartagena mientras se mantenía el trazado de Torre de Romo que comunicaba con Algezares.

 

Trazado de las supuestas calzadas romanas que unían Monteagudo con Cartagena y Algezares y su paso por la hoy conocida Plaza de Camachos para seguir luego por la también hoy Calle de Cartagena y de Torre de Romo respectivamente (Foto Google Maps)

            También es cierto que a partir de la construcción de la citada Plaza, en su entorno y sobre todo por la parte de poniente, en la zona del matadero municipal, se iniciaron una serie de construcciones de manera anárquica que degradaron un poco la zona, pero no fue algo muy distinto a lo que en aquella época era usual tanto en Murcia como en otras ciudades. Hoy todo ello ya queda como algo simplemente anecdótico.

            En 1859 todas las instalaciones ferroviarias estaban listas para la llegada del ferrocarril y ello significaba que junto a la estación debían de instalarse todo tipo de industrias, lo que llevaría consigo un gran aumento de población y con ello una necesidad imperiosa de construcción de viviendas.

            Previendo este hecho se realizó un muy detallado plano catastral de urbana de la zona, lo que nos sirve ahora para dar una visión de este entorno urbano en perspectiva, dejando a un lado el tecnicismo puro para hacerlo al estilo de los antiguos cartógrafos, tal y como algunos lo han hecho, entre otros, José Loeches en su magnífico plano de Madrid en los pasados años sesenta.

 

Encabezamiento del plano

Descripción de la zona

Escalas

 

Plaza del Marqués de Camacho

 

Detalle de la zona de El Rollo, con el paso de la Acequia Mayor o de Barreras o Alquibla, llamada de Alfande en este tramo

 

Plaza de la Media Luna, hoy de González Conde

 

Jardín de Floridablanca

 

Calle de Cartagena

 

Actual Calle Princesa

 

Zona ferroviaria

 

Detalle de la Calle Almohajar y del sistema de trabajo utilizado. Con la acequia ya canalizada bajo el pavimento

            El plano, a escala 1/500 (1cm = 5m) con acotaciones y red poligonal refleja cada edificio con su planta geométrica, cotas, número, alturas y anexos. Y en la zona rural especifica si se trata de huerta (herbáceas) o huerto (arbolado), marcando los márgenes medianeros entre los distintos propietarios, lo que permite la delimitación de parcelas.

            Sus dimensiones han hecho aconsejable su impresión a un tamaño de 60 x 86 cm, posiblemente sea un tamaño demasiado pequeño, pero exceder de esas cifras lo habría hecho poco manejable, aun sabiendo de antemano que ello repercutiría especialmente en el detalle de las edificaciones.

 

Plano general del Barrio de San Benito (editado a 60 x 86 cm). Con línea de trazos en negro se ha superpuesto el viario actual

            Las deducciones que se extraen del plano son muchas, pero dentro de las limitaciones de estos breves apuntes cabe señalar dos que se consideran más importantes:

a)    Alturas de las edificaciones

b)    Promociones de nuevas viviendas

 

Con respecto a la primera de ellas es interesante observar el hecho de que la Plaza de Toros se realiza a base de edificios con una altura uniforme de cornisa de cuatro plantas, algo que ya en esa época no era algo común y que no se repite en el resto del barrio.

Tampoco era muy habitual la construcción de edificios de tres plantas en una zona en expansión y en esos años. Estos edificios se acoplan en su mayoría a los de cuatro plantas a lo largo del Paseo de la Alameda (hoy Alameda de Colón), así como en la Calle Cartagena sobre todo en sus inicios, disminuyendo su utilización según se avanza en la calle hacia el sur, cuando deja de ser calle para convertirse en “camino”.

Las cubiertas, tanto en los edificios de cuatro como de tres plantas, se realizan a base de azoteas, siendo esto algo que afortunadamente ha permanecido como testigo en algunas construcciones. También existía el terrado plano, no visitable, en viviendas de una planta de carácter más humilde o de uso agrícola por ser su construcción más económica.

 

Plano de alturas de las construcciones en número de plantas: 4 plantas en color verde y 3 plantas en color amarillo

            En el tema de la promoción de nuevas viviendas, la planta geométrica delata lo que son promociones para alquiler y en menor caso para venta, de aquellas que son simplemente objeto de ese fin, en las que cada comprador ejecuta la obra según sus propias necesidades.

            Dentro de este apartado hay que tener en cuenta que en esta época del inicio industrial era algo muy habitual el que las empresas con un cierto número de empleados construyesen viviendas para esos empleados que las podían utilizar a unos alquileres muy asequibles, prácticamente simbólicos ¡igual que ahora! (tenemos muchos ejemplos de ello en Murcia y otras poblaciones cercanas, sobre todo Alcantarilla). Son perfectamente detectables en el plano y podían ser de una o dos plantas, y su cubierta ser de teja o azotea. No podemos saber cuáles eran de un sistema o de otro, por lo que solamente podemos intuirlo de forma discrecional.

 

Promociones detectadas para posibles alquileres a los empleados de las industrias colindantes o cercanas. Se han detectado hasta 12 de esas iniciativas, siendo la zona más importante las realizadas en la Calle de Gracia. En total, se ha contabilizado un total de 118 viviendas (95 en planta baja y 23 en piso). Es de resaltar la promoción realizada colindante al Jardín de Floridablanca (de dos plantas, 28 viviendas, la nº 2), sobre lo que hoy es la Calle Proclamación (por Alfonso XII), que posiblemente, al tratarse de un solo propietario facilitó la apertura de esa calle y el derribo de toda la manzana de viviendas en años posteriores

La rotulación del plano contiene los siguientes nombres de vías públicas de calles, plazas, alamedas, paseos, caminos y carreteras, aparte de la correspondiente a la zona ferroviaria (estación, talleres, muelle, etc.) y algunos elementos muy puntuales de escasa relevancia.

Aladreros, calle

Alameda, calle

Álamos, calle

Belén, calle

Capuchinos, alameda

Capuchinos, paseo

Carmen, calle

Cartagena, calle

Cartagena, camino

Cartagena, carretera

Estación, camino

Floridablanca, calle

Formalidad, calle

Fuensanta, camino

Gracia, calle

Hortelanos, calle

Lorca, carretera

Marqués de Camacho, plaza

Matadero, calle

Media Luna, plaza

Molinos, calle

Molinos, plaza

Paja, plaza

Puente, calle

Torre de Romo, calle

Vidrio, calle

Zanja, calle

            Este era, gráficamente y a grandes rasgos, el Barrio de San Benito o de la Virgen del Carmen en el año 1859, desde siempre tan ligado a Alcantarilla, hace ahora 164 años.