sábado, 17 de febrero de 2024

LOS CINEMATÓGRAFOS DE ALCANTARILLA

 

 

Pedro L. Cascales López

Juan Cánovas Orcajada

 

          Hace poco más de cien años la vida cotidiana no se parecía en nada a la actual; absolutamente en nada; desde lo familiar, lo social, lo comercial…, todo ha cambiado más en este espacio de tiempo que en los centenares de años anteriores.

          En un pequeño margen de tiempo llegó la electricidad, el teléfono, el automóvil, y llegó el ¡cinematógrafo! Y aquello fue una verdadera revolución. Aquellas películas de dos o tres minutos se veían con la boca abierta como un verdadero milagro ─ocurrió, y no sólo una vez, que una persona se aterraba y se echaba al suelo cuando en la pantalla veía acercarse un tren y la imagen estaba tomada desde el centro de la vía─ y este hecho naturalmente dio lugar a una industria que rápidamente progresó y sobre todo significó una distracción única para la población. El ir al cine los domingos o los miércoles, que era el día del “productor” y la entrada valía la mitad, era algo ineludible, era la única distracción en un mundo sin radio, televisión, coche, playa, móviles y demás “modernidades” de ahora. Y había poco dinero, aunque desde luego había mejor vida sin tantas falsas y estúpidas necesidades. No es más rico el que más tiene sino el que menos necesita, dice el saber popular.

          Y Alcantarilla, lógicamente, también estaba en esa onda. El cinematógrafo llegó a la población y durante bastantes años fue la única distracción de la que se podía disfrutar y las colas ante la taquilla para sacar la entrada eran interminables en sus sesiones de tarde y noche con sus “programas dobles”. Y de forma paralela existía toda una parafernalia de prospectos de mano que anunciaban las próximas películas, los grandes carteles a todo color que se pegaban en las paredes del pueblo y las pizarras que anunciaban los programas y que se situaban tanto en la puerta de los locales como en lugares estratégicos de la población con una cuidada letra en pintura blanca.

          Con la llegada del cinematógrafo decayó la actividad teatral, que en variados locales, y con mayor o menor fortuna e ingenio, era la única distracción posible.

          Hoy todo esto ha desaparecido. Y no es fácil reconstruir su cercana historia, porque esta actividad cinematográfica solamente estaba en manos de muy pocas personas (y ya es tarde, porque sus descendientes nada saben o nada tienen o son ilocalizables), y a ello hay que añadirle su falta de repercusión en documentos oficiales y su pronta desaparición en cascada, así como la destrucción de edificios y utillaje, dejando todo ello poco margen de maniobra para poder relatar con detalle su corta historia.

          Vamos por lo tanto a esbozar someramente una serie de datos sobre la historia del cine en Alcantarilla, renunciando de antemano a recurrir a los archivos oficiales que deben existir en Murcia (y que casi con toda seguridad estarán destruidos o ilocalizables). No se dispone del tiempo y la dedicación que ello llevaría consigo, por lo que se deja en manos de alguna persona que en un futuro pueda recoger el testigo y completar adecuadamente, ─y ojalá con mucha suerte─ esta historia.

          El inicio de los cinematógrafos en los pueblos vino de mano de unos visionarios que a bordo de sus carros modestamente adaptados recorrían los pueblos e instalaban una pequeña pantalla (una sábana) sobre la que proyectaban esas cortas películas, una tras otra, por espacio de una media hora, pasando la bandeja entre los asistentes; unos asistentes, que si querían estar sentados, tenían que llevarse su propia silla desde su casa.

          Esto ocurrió en Alcantarilla, y aunque no constan datos, esta actividad se debió de desarrollar en la Plaza del Mercado (Calle Mula, hoy Plaza de Jara Carrillo), Plaza de los Tres Amigos (hoy Plaza de Juan XXIII) o en cualquier solar que estuviese lo más céntrico posible. Excluimos la Plaza de la Iglesia por motivos obvios.

          El ayuntamiento intervino ante esta nueva “moda”, y a finales del año 1912 decretó que a los espectáculos del “cinematógrafo” no podían asistir niños menores de diez años si no iban acompañados de sus padres, a la vez que sugería el que esta actividad se desarrollara en “barracones” y no al aire libre, por lo que en esos momentos no debía existir ningún local en Alcantarilla.

          Sin embargo, en la Calle Princesa existía una especie de Casino en el que se hacían funciones de teatro y que se denominaba Círculo Industrial y Mercantil. Este local, como luego se verá, pasó a convertirse en cinematógrafo ya que su rentabilidad se preveía mucho mayor que con la del teatro. Sería el “Cine Mercantil”, que se inauguró como tal en agosto del año 1915 y fue el primer local de cine de Alcantarilla.

          Después vendría el Cine Lacal, promovido por esa familia en 1928 como teatro-cinematógrafo y que al final pasó a manos de la Empresa Iniesta en el año 1935.

          Mientras tanto, Jesús Molina, a mediados de 1922, solicitó instalar un cinematógrafo en un local situado en el número 139 de la Calle Mayor (aproximadamente en el lugar en el que se instaló posteriormente la Seat); y Mateo Ruiz Carrillo, propietario del Bar Perú, el local “más selecto” de la población, comenzó a solicitar a partir del año 1923 el proyectar películas desde su casa a la fachada de enfrente en la Calle Mayor durante la época de verano.

          Tras la Guerra Civil, con la llegada perfeccionada y en firme del cine sonoro con sus largometrajes ─hasta esos años el cine sonoro tenía muchas deficiencias y daba muchos problemas, incluso de orden público─, la actividad cinematográfica llegó a su mejor momento y surgieron los cines de verano “Alcázar” y “Campoamor”, de muy corto recorrido ya que apareció en Alcantarilla la Empresa Iniesta que tanto en Murcia como en algunas poblaciones importantes copó esta actividad por completo al tratarse de distribuidores ─llegaron a contar hasta con 23 locales en varias poblaciones, sobre todo Murcia capital─, por lo que le era muy difícil a cualquier otro empresario hacerse con películas de calidad y menos todavía a un coste asumible, a la vez que Iniesta puso un especial interés en cuidar y decorar sus locales. Al final, la familia Iniesta ─Mariano Iniesta Pérez y su sobrino José Iniesta Eslava─ fue quedándose con todos los locales (generalmente la actividad, no la propiedad), cerrando aquellos que no le eran rentables a fin de centrar en sus locales estrella, el Cinema Iniesta y la Terraza de Verano, a toda la clientela. Así cayeron, entre otros, el “Mercantil” y el “Casablanca”, el primero antes, dado su escaso aforo, y el segundo después, cuando la actividad cinematográfica ya había comenzado a declinar.

Logo comercial de la Empresa Iniesta

          Alcantarilla llegó pues a tener hasta 10 locales destinados a cine, 4 de invierno y 6 de verano, con un gran auge entre 1940 y 1970. Después, aquí y en todos sitios, la actividad cayó y desapareció rápidamente. Después se ha intentado desde los organismos públicos resucitar un poco aquello, pero no hay comparación posible. La vida ha cambiado.

Ubicaciones de los cines de Alcantarilla a lo largo del tiempo

          Como hemos dicho anteriormente, poco se puede aportar sobre todos estos locales, pero al menos vamos a esbozar unos breves datos de cada uno de ellos junto con algunas fotografías que como en el caso del “Cinema Iniesta” y el “Casablanca” pueden dar una idea, mejor que cualquier descripción, de cómo eran aquellos lugares que en días de fiesta se llenaban hasta la bandera teniendo que estar muchos de los asistentes de pie en los pasillos. Algo que nunca en la historia había logrado cualquier otro espectáculo.

          Algunas de las fotografías son aéreas; alguna del recordado fotógrafo Usero; otras pertenecientes a la serie realizada por el ayuntamiento (Oficina Técnica) en los años 1985 y 1986 de todos los edificios del pueblo, con el visto bueno del siempre recordado alcalde Francisco Zapata Conesa y del concejal de urbanismo Santos Herrero Cano, a iniciativa de uno de los que esto suscriben, y que se encuentran en el Archivo Histórico Municipal (AHM) siendo su autor Pedro Carrillo Sánchez “Rogelio”; otras realizadas por este mismo fotógrafo del Cinema Iniesta a iniciativa particular de Pedro Cascales; y otras del Cine Casablanca realizadas por Pedro Cascales con el permiso y el acompañamiento de su fundador y propietario, el amigo Miguel Pagán Ocaña.

          Veamos cada local por orden alfabético.

 

ALCÁZAR

          El CINEMA ALCÁZAR estaba situado en el cruce de las calles Tropel y General Mola (antes y ahora Calle de la Nona). Lo promovió la Empresa Bernal ─que en 1948 inauguró el Cine Coliseum en Murcia─ y su actividad fue muy breve en los inicios de los años 40. No podía ser rentable. Solamente era cine de verano y hoy en día es el único que permanece sin edificar. El proyector se encontraba en el edificio colindante dadas las pequeñas dimensiones del local.

Ubicación sobre fondo del plano del Catastro de Urbana realizado por Agustín Pineda Enríquez en 1972

Foto de la empresa Paisajes Españoles el 18-08-1968

Foto de 11-08-1973 (PLCascalesL)

Foto de “Rogelio” de 1985 (AHM)

Foto de 10-11-2002 (PLCascalesL)

Prospecto de la colección de Antonio Tovar Oliver de fecha 14-08-1943 (AHM)

 

 

CAMPOAMOR

          El CINEMA VERANO CAMPOAMOR era propiedad de Agustín Sánchez Manzano (hijo de Miguel Sánchez Navarro y perteneciente a una extensa familia). Estaba situado entre la Avenida de los Reyes Católicos y la Calle Santo Tomás de Aquino, esquina a la Calle Alcázar de Toledo (hoy Calle de Mariana Pineda). Con inicio sobre 1947/1948 fue rápidamente adquirido por la Empresa Iniesta que sencillamente lo mantuvo una temporada y luego lo cerró. 

Ubicación sobre Plano Catastral de 1972 de A. Pineda


Fotos de la empresa Paisajes Españoles de 1965

Foto de la empresa Paisajes Españoles de 18-08-1968

Foto de 11-08-1973 (PLCascalesL)

El antiguo cine ya se encuentra edificado. Foto “Rogelio” en 1985 (AHM)

Prospecto de la colección de Antonio Tovar Oliver de fecha 30-07-1948 (AHM)

 

 

CASABLANCA

          A principios de los años 50, Miguel Pagán Ocaña inauguró una sala de fiestas con el nombre de CASABLANCA (¿por la famosa película?) que sembró el pánico entre algunos sectores de la población por las actuaciones de las “descocadas” vocalistas. El local, situado en la actual Travesía de Miguel Ballesta, tuvo bastante éxito y hasta él se desplazaban muchos clientes de poblaciones cercanas sobre todo de Murcia. No obstante, Miguel optó por pasarse al cine e hizo dos locales, uno de invierno y otro de terraza de verano, ambos colindantes con la casa de la familia, con la denominación de CINE CASABLANCA comenzando esta actividad hacia 1960. Pronto llegó a un acuerdo de explotación con la Empresa Iniesta, que veía en este cine un importante competidor; y esta empresa mantuvo el local de invierno hasta mediados de la década de los ochenta, mientras que Miguel Pagán mantuvo unos años más abierta la terraza de verano hasta aproximadamente los inicios de la siguiente década.  

 

Ubicación de los dos espacios, el de invierno y el de verano, así como la situación de la casa familiar de la familia Pagán Ocaña. Fondo del plano del Catastro de Urbana de 1972 realizado por Agustín Pineda

Fotografía de 06-12-1965 (PLCascalesL)

Fotografía de la Empresa de Paisajes Españoles de 18-08-1968 en comparación con una fotografía actual, Se ha delimitado también en amarillo la casa familiar. (Google Maps)


Fotografías de 11-08-1973 (PLCascalesL)

Puerta general de entrada a los dos locales, invierno y verano, en la Calle Travesía de Miguel Ballesta

Prolongación de la Calle Ferrocarril y al fondo puerta de acceso a los almacenes y servicios del local y a la casa de Pagán

Fachada de la Terraza de Verano a la Calle San Fernando. Esta terraza estaba flanqueada por grandes eucaliptos. Fotos de “Rogelio” en 1985 para la Oficina Técnica Municipal (AHM)

Puerta de entrada ya sin el rótulo de “Casablanca”

Vestíbulo general. Al fondo la calle y a derecha e izquierda de la puerta las dos taquillas. A la derecha la arcada que recaía a la Terraza de Verano

Acceso desde el vestíbulo a la Sala de Invierno (a la derecha)

Arcada en el vestíbulo hacia la Terraza de Verano a la que se accedía por una larga escalera

La arcada desde la parte exterior. Abajo, árboles de la Terraza de Verano

Barra de la cantina, de grandes dimensiones porque era la que existía en la sala de fiestas

Patio de butacas de la Sala de Invierno con la pantalla al fondo. A la derecha la puerta de acceso

Parte trasera del patio de butacas con las ventanillas para los proyectores y las puertas de salida de emergencia. En la maquinaria estaba Andrés Sánchez “El Cuco” y después José Antonio Tudela Lorca, que había sido acomodador del Cine Mercantil

Primera fila de asientos


Vistas de la sala

Placa turca del servicio

Urinarios. Fotos anteriores de Pedro Cascales López hacia 1990

Prospecto. Colección de Antonio Tovar Oliver de fecha 06-03-1964 (AHM)

 

 

CINEMA INIESTA

          En 1928 Pedro Lacal Linares construyó un local para efectuar funciones de teatro a la vista del éxito que este tipo de espectáculos había experimentado desde finales del siglo XIX, sería el llamado TEATRO LACAL. Este local estaba llamado, años después a ser el mejor de la población tras su pase a la Empresa Iniesta en el año 1935 con el nombre de CINEMA INIESTA. El local estaba situado entre cuatro calles: la Calle Mayor, la Calle del Rosario, la Calle Moreno y la Calle Moncada.

          Iniesta invirtió bastante dinero en hacer un local de una gran capacidad y calidad, reconstruyéndolo totalmente en 1952/1953, con tres niveles ─patio de butacas, anfiteatro y “gallinero”─, y no escatimó en motivos decorativos, calidad de las películas, organización, personal y atención al público. En esos momentos, el cine era un saneado negocio y la Empresa Iniesta estaba dispuesta a quedarse con toda la clientela que ofrecía una población como Alcantarilla, el núcleo más importante de toda la huerta tras la capital murciana.

 

Ubicación del cine sobre Plano Catastral de Urbana realizado por Agustín Pineda en 1972

En la revista Semana Santa del año 1965 ya la empresa Iniesta se anunciaba como propietaria de 6 cines en Alcantarilla pero alguno ya se encontraba cerrado hacía tiempo

Foto de 1965 de la empresa Paisajes Españoles

Foto de 18-08-1968 de la empresa Paisajes Españoles

Perspectiva de Calle Mayor con la fachada del Cinema Iniesta. Enero de 1978 (PLCascalesL)


Fotografías de 16-12-1981 (PLCascalesL)




Fachadas del cine a la Calle Mayor y Moncada. Fotos de “Rogelio” para la Oficina Técnica Municipal en el año 1985 (AHM)


Fachada principal del cine a la Calle Mayor. Año 1986. El cine ya ha cesado en su actividad. Los cinematógrafos habían acabado su época de esplendor y rentabilidad

Esquina con la Calle Moreno

Fachada a la Calle del Rosario. El escudo nobiliario se conserva en la pared

Vestíbulo de entrada con sus tres puertas a la Calle Mayor y escalera para acceder a los pisos superiores: el anfiteatro y “el gallinero”

El mismo vestíbulo en sentido contrario a la foto anterior. Aparecen las puertas de acceso al patio de butacas y la segunda escalera para la subida a las dos plantas superiores

Otra vista del vestíbulo y escalera

Escalera al anfiteatro y “gallinero” junto a la puerta de entrada. A la derecha la puerta de acceso al patio de butacas

Detalle del techo del vestíbulo


Tras pasar la puerta de acceso al patio de butacas, en donde se encontraba el portero (que te entregaba los prospectos de los nuevos estrenos), existía un pasillo que daba acceso a la sala por los laterales y también a la Calle del Rosario para salida de los espectadores una vez acabados los pases. Fotos en cada sentido

Patio de butacas con el techo del anfiteatro

Fotografía en sentido contrario a la anterior. Se aprecia el antepecho del piso del anfiteatro y no llega a verse el piso correspondiente al “gallinero”. La última fila, pegada a la pared, era la merecidamente llamada “fila de los mancos”, que siempre contaba con la vista gorda del servicial y actico acomodador Alejandro con su pequeña linterna. Una persona muy apreciada por todos




Pasillo que circundaba el anfiteatro

Anfiteatro, en el que hacía de acomodador Juan Peñalver Cifuentes, que además era el encargado de pintar artísticamente los rótulos de las películas en las pizarras de las calles

Vestíbulo del anfiteatro, con ventanales a la Calle Mayor, y de donde partían las escaleras para el “gallinero”


El célebre “gallinero” del Cinema Iniesta

El escenario, ya sin pantalla visto desde el “gallinero”

Servicios

Sala de máquinas y almacén. Aquí desarrollaba su complicado trabajo el amigo León Martínez García y Bernardino Navarro Orcajada manejando los proyectores con su conocida profesionalidad y rebobinando o mandando rebobinar rollos y rollos de películas.

Fotos anteriores realizadas por Pedro Carrillo Sánchez “Rogelio” a encargo de Pedro L. Cascales López una vez que el cine había sido vendido a la empresa promotora de Gregorio Simón Ferrero y José Riquelme, que nos dieron las llaves para poder acceder al edificio antes de proceder a su derribo

Prospecto. Colección de Antonio Tovar Oliver de fecha 12-04-1940 (AHM)

 

 

MATEO

          El caso de Mateo Ruiz Carrillo y sus proyecciones de películas resulta un tanto particular ya que no podemos hablar de local ni podemos hablar de venta de entradas ni nada parecido. Mateo proyectaba películas en primer lugar porque le gustaba y en segundo lugar porque se le llenaban las mesas colocadas en la acera y las consumiciones suplían con creces los gastos de las proyecciones.

          Mateo solicitó al ayuntamiento permiso en julio de 1923 para hacer estas proyecciones colocando la máquina en la planta superior del bar y un lienzo blanco en la pared de enfrente, Calle Mayor por medio.

          Existieron dudas legales ya que la Calle Mayor era en aquellos momentos una Carretera General y por lo tanto no era del todo competencia del ayuntamiento, pero parece que todo pudo solucionarse ya que la altura del haz de luz pasaba por encima de carruajes y del tranvía, que además acababa su servicio antes de comenzar las sesiones a las 10 de la noche. Es de suponer que el vecino que dejaba colocar el blanco lienzo en su fachada debía de ser un buen amigo de Mateo.

          Así, durante más de diez años, Mateo proyectaba dos o tres veces por semana en la etapa estival sus películas para deleite de clientes y no clientes que se paraban en la acera a ver las películas sin hacer consumición alguna (se supone que ellos querían, pero no podían).

          Este bar (hablamos de bares, no tabernas), como hemos dicho anteriormente, era el de mayor prestigio del pueblo. Y con él siguió su recordado hijo Pedro (Pedro el de Mateo) con su “Bar Perú” hasta su cierre.

 

Sobre plano del Catastro de Urbana de 1972 (Agustín Pineda) esquema de la instalación para la proyección de películas por parte de Mateo Ruiz Carrillo en 1923

Fachada del antiguo Bar Perú, de Mateo Ruiz luego heredado por su hijo Pedro, estando en funcionamiento hasta su jubilación. Foto de “Rogelio” para la Oficina Técnica Municipal año 1985 (AHM)

 

 

MERCANTIL

            El local del MERCANTIL comenzó sin que mediara en ello la idea del cinematógrafo. Nació, como algunos locales más del pueblo, para celebrar actuaciones teatrales, a la vez que era una especie de casino para un pequeño grupo de empresarios y comerciantes de la población. No podemos fechar su inicio, pero éste tuvo que producirse en los primeros años del siglo.

          No resultó económicamente sostenible por lo que se hizo cargo de él el médico Miguel Ballesta Martínez, partícipe de ese grupo, para intentar evitar su cierre, a pesar de que dada su profesión le resultaba el asunto muy complicado de llevar por lo que una de las primeras cosas que hizo fue solicitar en julio de 1915 la licencia para hacer un cinematógrafo que alternaría las funciones teatrales con la proyección de películas, lo que podría resultarle más fácil de llevar. Pero a pesar de ello, pronto le pasó el testigo, un año después, a José Caride Sisto que encargó a su hijo José Caride Lorente que se hiciera cargo de la sala alternando el teatro con el cine.

 

Ubicación del local sobre plano de Catastro de Urbana de 1972 de A. Pineda

          El local era pequeño, de planta cuadrada y unos 200 metros cuadrados de superficie, por lo que en aquellos momentos podía parecer adecuado para el cine, pero el auge y rápida progresión de esta actividad pronto lo dejaron obsoleto.

          Su pantalla era cuadrada, adaptada a los fotogramas de entonces, y con unas dimensiones de unos 5x5 metros. Se construyó un anfiteatro que cubría fondo y laterales del local con una anchura de unos 4/5 metros y estaba sustentado sobre unas columnas de fundición, por lo que algunos espectadores del patio de butacas, que no tenían otra alternativa y caían tras alguna de estas columnas, estaban condenados a ver la película moviendo la cabeza de un lado a otro según las escenas.

Fotografía de la Calle Mayor hacia los inicios de los años 30 (ya existe el adoquinado y no hay vías para el tranvía) en la que aparece a la derecha la esquina de la Calle Princesa con un cartel circular que anuncia el “Teatro Mercantil”. Autor desconocido (AHM)

Detalle de la fotografía anterior en donde se aprecia el citado cartel

          Después de la guerra, también Iniesta se quedó con este cine, que estuvo en funcionamiento hasta finales de los años sesenta.


Fotos de la empresa Paisajes Españoles de 1965

Foto de 06-12-1965 (PLCascalesL)

Foto de la empresa Paisajes Españoles de 18-08-1968

Foto de 11-08-1973 (PLCascalesL)

Foto de 1985 de “Rogelio” para la Oficina Técnica Municipal. Ya ha desaparecido el antiguo edificio y se ha construido un edificio para viviendas (AHM)

Prospecto. Colección de Antonio Tovar Oliver de fecha 18-03-1944 (AHM)

 

 

MOLINA

          Poco puede aportarse sobre este local, denominado en su día CINE SALÓN para la proyección de películas. Solamente sabemos que en junio de 1922 Jesús Molina, propietario de una serrería de maderas, solicitó licencia para ello en un local de su propiedad situado en la Calle Mayor nº 139, es decir, aproximadamente hacia el lugar en donde años después se instaló la Seat por parte de José Jover, yerno de José Pérez Almagro. Este local, como casi todos los de aquella época, alternaban el teatro con la proyección de películas como segunda actividad y menos interesante que la primera en aquellos momentos.

 

VERACRUZ

          El cine de verano VERACRUZ nació sin ninguna aspiración de permanencia a finales de los años 50. El conservero Miguel Cascales Sánchez disponía de un solar recayente a la Calle Mayor, Calle Palmera y Calle Sin Salida (hoy Calle del Matemático Férez) heredado de sus padres, y su intención era el edificarlo, pero los tremendos problemas urbanísticos de aquellos años tenían paralizadas las licencias, por lo que en una intrascendente conversación con los dueños y amigos del Cine Coliseum de Murcia (adquirido a la Empresa Bernal ─Manuel Bernal Gallego─ que lo había fundado en 1948) se les ocurrió la idea (desde luego algo loca) de hacer un cine de verano que duraría hasta que se normalizara la situación urbanística. Así, unos aportaban maquinaria, operadores y películas y los otros las obras, el personal y el mantenimiento. Y en este caso poco podía hacer Iniesta para evitarlo o quedárselo, aparte de que ya en esos años la actividad cinematográfica apuntaba la pronta caída del sector.

Ubicación sobre Plano Catastral de Urbana de 1972 (A. Pineda)

Foto de Paisajes Españoles de 1965

24-04-1966. Tras ser cine, el solar aún cumplió otra labor un año o dos más usándolo la OJE para hacer bailes o cualquier evento y sacar así algo de dinero para marchas y actividades. En la foto, limpiando y preparándolo todo, de izquierda a derecha: José Romero (hermano de Sebastián el de Correos); José Sánchez; en la carretilla ¿?; Ángel López Pellicer “Relámpago”; Miguel de la Cruz Miralles; dos pequeños ¿?; Pedro Cascales López; Pedro Zaragoza (el de Cajamurcia); Antonio Férez Cascales “Perete”; Francisco Sánchez Conesa y ¿?

Foto de 15-05-1966 (PLCascalesL)

Foto de 26-11-1966 (PLCascalesL)

Foto de 18-08 1968 de la empresa Paisajes Españoles

Edificio construido en el solar. Año 1985, foto “Rogelio” para la Oficina Técnica Municipal (AHM)

Casi 20 años después de la desaparición del cine, sus sillas de asiento de anea de amontonan en un almacén. Foto de marzo de 1978 (PLCascalesL)

Prospecto de la película Vera Cruz, que posiblemente dio la idea del nombre ya que en aquellos años era noticia de primera página la actuación de Sara Montiel junto a Gary Cooper y Burt Lancaster. Parece que Miguel Pagán y Miguel Cascales siguieron el mismo criterio a la hora de bautizar a sus locales: Casablanca y Veracruz 

          Su actividad fue muy breve, cuatro o cinco años, y contra todo pronóstico gozó de un gran éxito, posiblemente debido a la comodidad de sus asientos ─sillas con asiento de anea en vez de duras tablas, el único local que las tenía─ y unos precios muy asequibles, ya que la escasez de gastos y el acceso a la distribución de películas (algo muy importante) repercutían en el precio de la entrada en favor del espectador. 

 

 

VERANO, TERRAZA

          La Terraza de Verano fue la última y casi insignificante iniciativa de un hombre si la comparamos con su importante trayectoria en el mundo teatral en toda España y sobre todo Valencia y Madrid en sus teatros más importantes (hasta acompañaba a Alfonso XIII en sus correrías nocturnas en las que este acompañante era un experto con mil contactos). Este hombre era un prestigioso alcantarillero nacido en la Calle de San Roque: Eulogio Velasco Huertas, que ya retirado y próximo a su fallecimiento (que ocurrió en 1946, el día de Nochebuena, atendido por el médico Antonio Soler) volvió a Alcantarilla tras la guerra, desde América, en donde le sorprendió la contienda; ya estaba enfermo, y quiso hacer en su lugar natal un local para teatro, cine e incluso boxeo, quería algo que de alguna forma le permitiera seguir ligado, aunque modestamente, a todo aquello que había vivido a muy alto nivel. No se rendía. Luego, algunos de los iletrados políticos que tenemos, que son una mayoría, le ponen el nombre de una calle o le hacen un homenaje a cualquier aprovechado amigote compinche. 

Sin hijos, fue su sobrino-nieto, Manuel López Menárguez, totalmente ajeno a ese mundo, el que tras su muerte traspasó el local a la Empresa Iniesta que así podía contar con un cine de verano después de haberse hecho con el Cine Lacal unos diez años antes, ya que su operación comercial de hacerse con el Campoamor y el Alcázar no resolvía el problema de los veranos dado su escaso aforo. De esta manera surgió el acuerdo para hacer la TERRAZA DE VERANO exclusivamente como cinematógrafo.

          Fue un éxito, tanto por su capacidad como por su situación, de manera que en el año 1947 Alcantarilla ya contaba con una terraza de verano que cumplía todos los requisitos de aforo y solidez empresarial.

          Se supone que no hace falta decirlo, pero por si acaso hay algún despistado, el aire acondicionado era en aquella época algo absolutamente desconocido, y la única solución en las noches calurosas era irse al cine toda la familia con sus bocadillos o lo que fuera y pasar al fresco las tres horas del programa doble por unas pocas pesetas. Y no olvidemos las numerosas parejas de novios o de “pretendientes” como se decía entonces.

Ubicación del cine sobre Plano Catastral de Urbana de 1972 (A. Pineda)

Fachada del cine a la Calle Mayor junto al despacho de expedición de billetes de los autobuses a Murcia, que daban allí la vuelta, en la Calle de la Nona, entonces General Mola. Foto de Usero hacia 1960

Foto de 06-12-1965 (PLCascalesL)

Foto de 18-08-1968 de la empresa Paisajes Españoles

Foto de 16-12-1981. Ya ha desaparecido el cine y se han construido unas naves (PLCascalesL)

La antigua edificación se ha derribado y existe una nueva construcción. Foto de “Rogelio” para la Oficina Técnica Municipal en 1985 (AHM)

Ídem anterior por la parte trasera a la Calle de los Carros (hoy Sebastián Lorente Ibáñez)

Prospecto de la colección de Antonio Tovar Oliver de fecha 27-05-1950 (AHM)

          Este es el pequeño recorrido que hemos hecho sobre los cines de Alcantarilla, necesariamente muy incompleto, por lo que hay que tomarlo como una simple aportación que puede ser corregida y sobre todo aumentada por otros.

          Y de este relato, con todas las reservas, podemos establecer cronológicamente la implantación de cines en Alcantarilla según la siguiente relación teniendo en cuenta que algunas de las fechas son necesariamente aproximadas:

          1910-1920 – Proyecciones de ambulantes en plazas o solares

          1915-1969 – Teatro y Cine Mercantil (invierno)

          1922-¿---? – Cine Salón Jesús Molina (invierno)

          1923-1936 – Proyecciones de Mateo Ruiz (verano)

          1928-1935 – Teatro y Cine Lacal (invierno)

          1935-1985 – Cinema Iniesta (es el local muy reformado del anterior Lacal)

          1941-1969 – Teatro y Cine Terraza de Verano (verano)

          1943-1944 – Cine Terraza Alcázar (verano)

1948-1949 – Cine Terraza Campoamor (verano)

1955-1985 – Cine Casablanca (invierno)

1959-1990 – Terraza Casablanca (verano)

1959-1964 – Terraza Veracruz (verano)

Esta es la somera y pequeña historia de algo que sin embargo en su día fue muy grande y muy importante para la población de Alcantarilla.

Para más datos sobre este tema puede consultarse en este mismo blog “Antiguos oficios en Alcantarilla” sobre empleados de los cines y la maquinaria empleada (varios capítulos).