martes, 8 de agosto de 2017

AÑO 1983. CONSTITUCIÓN DEL AYUNTAMIENTO DE ALCANTARILLA




Pedro L. Cascales López.

            En el año 1983 se constituyó la segunda corporación municipal tras la transición política, volviendo a ser alcalde Francisco Zapata Conesa, al que su buen hacer junto a su equipo de gobierno, le llevó a sacar cuatro concejales más que en el período anterior, quedando la corporación formada por únicamente dos partidos: el Partido Socialista Obrero Español, PSOE, con 15 concejales, y el nuevo Partido de Alianza Popular con 6 concejales, que recogía en su mayor parte la extinta Unión de Centro Democrático, UCD, no obteniendo ningún otro partido representación municipal.
            La abrumadora victoria del PSOE (que nunca se ha vuelto a repetir) se debió a varias causas: En primer lugar hay que destacar la actuación y trato del alcalde hacia todos los vecinos de la población sin hacer diferencias políticas ni sociales. Se trataba sinceramente de ayudar a todo el mundo. El ayuntamiento estaba al servicio de los ciudadanos y no al revés como podemos decir que ocurrió después. En segundo lugar fue el trabajo desarrollado, no se prometían cosas, se hacían, se solucionaron muchos problemas sin necesidad de grandes inversiones ni proyectos. La burocracia se redujo al mínimo. En tercer lugar considero que fue la transparencia municipal, eso que ahora está tan de moda, y que en aquella época, sin hablar de ello, ya existía. Los habitantes de Alcantarilla veían que con poco dinero se hacían muchas cosas, y que el ayuntamiento no era una fiera burocrática insaciable y torpe en la que el dinero se derrochaba o sencillamente se difuminaba. En cuarto lugar podríamos considerar que ese miedo del que se hablaba de que si la llegada de los “rojos” iba a ser la ruina y se iba a expropiar a la gente o convertir la iglesia en un garaje como en la guerra, eran burdos bulos interesados; el año 1983 no era el año 1936, ni los partidos eran los mismos, ni las personas eran las mismas, y sobre todo la situación social, casi revolucionaria –esto es fundamental–, no era la misma. En quinto lugar, aunque había escasa cultura política, se veía que en toda Europa existía el partido socialista, y no podía decirse precisamente que el partido socialista alemán era un partido que estuviese quemando iglesias ni el inglés le cortara la cabeza a la reina. En sexto lugar Zapata tuvo la habilidad y la coherencia política de integrar en el gobierno municipal una parte proporcional de la oposición en función de los votos obtenidos, en este caso del año 1983, 2 concejales de AP. Y en séptimo lugar fue la existencia de un concepto de la política consistente en respetar cualquier otra opción diferente –entonces no se robaba–. Zapata sentía por ese motivo un gran respeto por sus antecesores en el cargo (incluso los pertenecientes a la época franquista) y la prensa recogió en su día la foto de todos los alcaldes todavía con vida reunidos: el propio Zapata, Diego Riquelme Rodríguez, Fulgencio Pérez Artero, Francisco Hernández Aráez y Juan Martínez Beltrán.

            El siempre recordado buen amigo y excelente alcalde Diego Riquelme me dijo, cuando ya gobernaba el Partido Popular, que había sido mejor tratado y atendido en la época de Zapata, al que echaba de menos, que en esos momentos en que ni siquiera lo recibía el entonces alcalde (el célebre e ínclito chico para todo Lázaro Mellado que siempre estaba ocupado y “su secretario” no encontraba sitio en la agenda).

            También existe una anécdota que resulta curiosa pero no extraña: el jefe local de Fuerza Nueva, el amigo Vicente López Herrera me contestó sin titubear ni esconderse, en un bar y ante más gente, y ante mi pregunta de a quién iba a votar en esas elecciones de 1983, que “por supuesto a Paco Zapata”. Nada contradictorio por otra parte, ya que los ideales iniciales de la Falange respecto a lo social parece que han sido copiados por el actual partido político Podemos. Vivienda, seguridad social, banca pública, protección del trabajador, antiliberalismo, reforma agraria, republicanismo, etc., eran temas prioritarios para la Falange. Pero luego pasó lo que pasó. La Falange había dejado de existir el 20 de noviembre del 36 y ya Franco se encargó de imponer la pena de muerte al sucesor de José Antonio, Manuel Hedilla, porque “discrepó” de la unión con los tradicionalistas y la vulneración de puntos sociales de la Falange. Solamente las grandes presiones políticas impidieron su ejecución. Estuvo más de diez años en la cárcel y solamente obtuvo la libertad bajo la condición de mantener un absoluto silencio hasta su muerte hacia 1970.

            En fin, para este año 1983 ya era posible –no sin ciertas dificultades y costes– el poder contar con aparatos de vídeo portátiles, y así, esta sesión municipal pudo grabarse con un vídeo JVC y sistema VHS, evitando con ello los cortes a que obligaban las películas de Super8.

            Esta es la grabación de aquel día (casi 50 minutos) y posiblemente sea de lo más interesante la última parte en la que aparecen los asistentes al acto felicitando al alcalde. Muchos ya no están aquí.






            Este mandato de Francisco Zapata fue el último. Zapata tenía su trabajo y no era ni quería ser político “profesional”, tenía que sacar su casa adelante y con la política no era posible, por lo que ya advirtió con tiempo su intención de dejar el cargo en las siguientes elecciones.
            El PSOE había llegado a cotas muy altas de aceptación por parte de los habitantes de Alcantarilla y había que llevar mucho cuidado con la opción a elegir para el relevo, y aquí ese partido cometió un tremendo error colocando de cabeza de lista a Pedro Manuel Toledo Valero, acompañado siempre del eterno segundo de a bordo, el “apreciado, competente y servicial” Alfonso Guirao Pérez.
            Toledo era una medianía política carente de capacidad de gestión, preparación para el diálogo y demasiada prepotencia y engreimiento, aparte de ejercer su cargo con nula transparencia. Con él se inicia, no solamente en Alcantarilla, sino en todas partes, el acceso a la política de los mediocres que buscan un medio de vida bien pagado y que colme su ego. Puede decirse que el año 1987 fue el principio del fin del, llamémosle, “equipo de la transición”, una forma de hacer política para el pueblo sin buscar los beneficios personales, con una escrupulosa administración económica y unos equipos técnicos escasos pero competentes en su mayor parte heredados de la etapa anterior. A partir de estos años los partidos políticos han sido colonizados en general por los advenedizos buscavidas cuya incompetencia política anda pareja con su sentido de la honradez, la dignidad y el honor.
            El PSOE se hundió, desde su máximo dirigente hasta el último alcalde, lo mismo que ahora se hunde en la corrupción y la incompetencia el dañino PP. Los partidos se han convertido en verdaderos grupos interesados gobernados por un “aparato” que solamente busca el beneficio personal incluso a costa de dinero público, formando cotos cerrados aferrados a sillones que cierran la puerta a cualquier persona honrada que quiera abrir puertas y ventanas. Se habla, y no sin razón, que Italia tiene su mafia, pero que los españoles somos más listos, aquí tenemos a los partidos políticos. Se roba más y se arriesga menos. Y encima con el ejército, la policía, la iglesia y la justicia a tus órdenes. ¿Hay quién dé más?

            En Alcantarilla comienzan también en esa época a aparecer los “partidos personalistas”, prácticamente sin afiliados, ideales ni programa, que solamente buscaban el ser bisagra con uno o dos concejales, para lograr obtener con ello sus intereses personales, ignorando, cuando no riéndose, de los intereses de los ciudadanos, y todo ello sin llegar a sentir el más mínimo escrúpulo.
            Algunos logran sus objetivos en una sola legislatura y se colocan ellos y su familia; otros permanecen más tiempo, incluso ejerciendo el transfuguismo, y sus metas son más altas: cargos políticos bien pagados, direcciones de empresas mejor pagadas, privatizaciones de servicios con agradecimiento material incluido, cargos en Madrid de alto copete –cuando nunca han sabido hacer una “O con un canuto”–, amigotes en ciertas empresas, etc. Es el triunfo de la medianía, de la avaricia, de la falsedad y del engaño a un pueblo que ya adormecido y poco informado por unos medios inmersos en el pesebre, que suele entregar su voto precisamente al causante de sus problemas.

            Toledo cambió el ayuntamiento y destruyó el trabajo realizado desde 1976 a 1987. El ayuntamiento comenzó a pasar, de estar al servicio del pueblo, a que el pueblo viera en él a su enemigo. Y así seguimos. Toledo fue objeto de la única manifestación pública realizada en contra de un alcalde. Los costes burocráticos se multiplicaron infundadamente, el dinero se evaporaba, y los despachos se llenaron de inútiles y fieles estómagos agradecidos. En el año 1983 Zapata había llegado a obtener 15 concejales, ahora el PSOE tiene 5, y el mismo camino lleva el PP. La reacción del voto en las urnas tiene una cierta inercia, es lenta por los motivos expuestos, pero cuando llega es una losa inamovible. Y además me han dicho que a Toledo lo han hecho “hijo adoptivo” y le han puesto su nombre a una calle. Para “El Jueves”, porque Gila ya ha muerto.

            Sin poder evidentemente generalizar, basta con ver la posición social y sobre todo económica, las colocaciones a dedo, y el incremento de patrimonio de algunos de esos ediles que comenzaron a entrar al ayuntamiento a partir del año 1987 –algún camuflado incluso antes–. Pasaron de no tener ni oficio ni beneficio a colocar a familiares, a hacerse chalés, a adquirir o edificar construcciones no precisamente económicas, a comprarse coches caros, y hasta a alguno de ellos le colocaron una placa por ser no sé qué o le dieron el nombre de una calle o de una plaza también por no sé qué. A veces uno se hace una pregunta: ¿Qué habría pasado en el año 1976 si se hubiera sabido en qué iba a terminar todo? ¿Merecía la pena trabajar todo lo que se trabajó y hacer todo lo que se hizo? Me parece que no.

Y estos “políticos” de ahora critican ¡a Franco!, que murió hace más de cuarenta años, ¡ya veremos cuando se enteren quién era Fernando VII…! Porque el tema ya se sabe, vamos a usar el tú más y el mira el dedo en vez de la Luna. Así, pueblo “tonto”, estáis entretenidos y nos dejáis hacer tranquilos lo que tenemos que hacer, mientras que, manifestando nuestro nivel, usamos las cursilerías e idioteces del “todos y todas”, la “democracia”, el “fascismo”, el “medio ambiente” o cualquier otro tópico para distraer y encandilar al personal. Y evidentemente una de dos, el que así actúa es un completo ignorante histórico o es un sinvergüenza, o la mezcla de ambas cosas. Sólo un ejemplo: en Alcantarilla existían más de 300 familias “viviendo” en cuevas, y una administración sin recursos construyó viviendas sociales para eliminar esa lacra. Y además era posible comprar un solar y hacerte tu casa los fines de semana con la ayuda de toda la familia, ya que durante la semana estabas trabajando, porque el trabajo no faltaba; y todo ello sin impuestos abusivos ni persecuciones y burocracias municipales; así nació y creció todo Campoamor, Vistabella y Sangonera la Seca. Existen muchos más ejemplos, pero no es sitio ni momento.

            Ahora en el ayuntamiento, en la administración, hay dinero, mucho dinero, y todo se ha convertido en una máquina sobredimensionada y derrochadora que paga el pueblo aunque esté con el agua al cuello. Y el problema del trabajo y la vivienda es acuciante. El que una persona joven pueda casarse y tener su casa es una utopía –constitucional, eso sí–, pero para los próceres ediles es más importante ahora el mantener estúpidos debates como el quitar o poner cuadros de alcaldes; alcaldes que incluso alguno de ellos pagó de su bolsillo gastos municipales. La ignorancia –o la mala fe– son muy peligrosas. Y las maniobras de distracción también.
En fin, parece que la historia se va repitiendo. Pasa siempre.

En el siguiente cuadro puede observarse la evolución de la composición del ayuntamiento en los diferentes períodos desde el año 1979 hasta el 2019, año en el que se supone que se llevarán a cabo nuevas elecciones.
            Que Dios nos pille confesados.

PSOE: Partido Socialista Obrero Español. UCD: Unión de Centro Democrático. PC: Partido Comunista. AP: Alianza Popular. CDS: Centro Democrático y Social. IU: Izquierda Unida. PP: Partido Popular. PM: Partido Murcianista. CDL: Centro Demócrata Liberal. CS: Partido de Ciudadanos. CA: Cambiar Alcantarilla. GA: Ganar Alcantarilla



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