martes, 9 de mayo de 2023

ANTIGUOS OFICIOS EN ALCANTARILLA - III-B

 José Riquelme Marín

                                                                     CONTINUACIÓN

 

Caleroshornos de cal

Un horno de cal, también llamado calera o calero, es un horno que permite crear óxido de calcio, es decir cal, mediante la calcinación de la piedra caliza.

La reacción tiene lugar a los 900º C, pero generalmente se usa una temperatura de 1.000ºC, para lograr que la reacción se produzca con mayor rapidez.


Restos de un horno de cal

Como la demanda de cal era local, los hornos se encontraban en las cercanías de las poblaciones (el Horno de Juan Teruel “El sacristán” estaba en la carretera del Javalí Nuevo). Los hornos estuvieron activos aquí hasta mediados del siglo XX. La cal era usada ampliamente en la construcción, hasta que fue desplazada por otros productos, como el cemento.

Clases de hornos de cal, había dos tipos:

A.- Efímeros, que se fabricaban cerca del monte o en él, donde abundaba la leña y las montañas de piedra caliza.

B.- Permanentes, eran hornos de tipo industrial: fijos y construidos para ser usados muchos años en ese mismo lugar donde se construían. Muchos se hacían como negocio, instalados donde abundaba el tipo de piedra usada como materia: la roca caliza.

Construcción de los hornos de cal

En primer lugar; se elegía un terreno con una pendiente considerable y con abundancia de piedra de cal, rocas y leña.

A continuación se hace un hoyo en el suelo de barro de unos dos metros de profundidad y cuatro metros de diámetro que determina su capacidad.

 

Seguidamente se construía la caja que era una pared de piedra de horno en seco con las juntas hechas de arcilla que constituía la olla.

 

Esquema de la estructura de un horno de cal

Después; se dejaba una abertura llamada portada entre 1,5 y 2 metros aproximadamente; además se reforzaba con dos troncos cruzados que se llamaban tafarres por donde se introducía la leña y la piedra.

Finalmente; en la parte posterior se colocaba una piedra plana que se llamaba enfondadora.

Partes que constituyen los hornos de cal industriales

La cámara de combustión es por donde se introducen la leña para poder alimentar el fuego.

La olla es un hoyo donde se quema la leña y donde van a parar todas las cenizas producidas.

El cañón o cámara de carga es donde se hacen las capas de piedra caliza.

El sombrero es una capa de cal y barro de arcilla que sirve para impedir que el fuego salga de dentro del horno.

 

Restos de una calera hecha de mampostería

La clave es la piedra que cubre la abertura de manera que se encuentre aislada del exterior.

El espiral o humareda parte baja que aparece por todo el redondo del montón que no ha sido cubierto por arcilla y por donde exhala el horno para cal.

La boca, es la apertura del horno donde se introduce los troncos.

La portada, es la pared construida de piedras atascadas con barro que sirve para cerrar la caja del horno de cal.

El funcionamiento de un horno de cal

Los hornos se alquilaban a los grupos de caleros que extraían la piedra la cocían y más tarde la vendían entera o terminada en cal.

 

Rudimentario horno de cal fabricado para uso temporal

El funcionamiento de un horno de cal y el proceso de producción de una hornada podía durar entre un mes y mes y medio de trabajo.

También, a veces era el mismo propietario quien contrataba un grupo de hombres que le ayudaran para producir una partida de cal.

Primero de todo; para fabricar la cal se necesitaba combustible para poder hacer funcionar el horno de cal industrial, que se obtenía al desembrozar el bosque; ya que se iniciaba una combustión del horno y este alcanzaba temperaturas entre 800 y 1.000 ° C.

 

Horno de cal abandonado

 

Esquema de horno en funcionamiento

 

La piedra que se utiliza normalmente es la piedra muerta y la viva.

El siguiente paso era la pesada tarea de arrancar la piedra con picos y mazos.

Después se transportaba la piedra con los carros hasta el lugar donde estaba situado el horno.

Este se llenaba poniendo de forma circular las piedras dependiendo de su tamaño: abajo las más grandes y arriba del rebosante las más pequeñas.

En la parte inferior se dejaba una ventana o boca para introducir la leña.

Cuando comenzaba el encendido; ya no se podía parar hasta que el maestro calero decía que la piedra estaba bien cocida.

 

Horno fabricado con mampostería

Durante el proceso de cocción que podía durar; sin interrupción, 10 o 15 días, la hornada de piedra caliza se había transformado en cal viva.

Las piedras de cal estaban cocidas y se convertían en cal cuando adquirían un color blanquecino y; además; cuando desaparecían las juntas entre las piedras.

Protagonistas

En Alcantarilla hubo varias familias, que yo sepa de ellas, dedicadas a la fabricación de cal o relacionadas con la industria

Tenemos a José Teruel Fernández, oriundo de Puebla de Soto, que tenía instalada su industria frente a la estación de ferrocarril de Alcantarilla, lindando con  la carretera de Javalí Nuevo.

 

José Teruel Fernández y su esposa

La zona donde estaba instalada la calera tenía una pendiente pronunciada, desde la carretera de Cotillas  hacia la estación, condición apropiada para la instalación de una industria de este tipo.

Era un negocio familiar, heredado, donde trabajaban hermanos, primos y sobrinos. Actualmente en la zona donde estaba el solar de la calera se llama C/ Teruel, donde viven sus descendientes.

 

Detalle del nivel ascendente de la calle Teruel hasta la carrera de Javali Nuevo

 

Foto familiar: en el centro sentado el abuelo; la niña de las coletas es la madre de Pedro José; detrás la abuela Rosario

Un poco de historia. Viniendo de la Puebla de Soto se estableció en Alcantarilla José Teruel Fenol, conocido como “El Sacristán”, pues lo era de la Ermita de "Moleja" (Antonio Miñano del Molino de la Providencia). En estos terrenos se levantó un horno de cal donde según la costumbre del trabajo en esta industria participaba toda la familia. El hijo mayor, José Teruel Fernández, continúo con el negocio. Así que tenemos una compra de terreno, que luego repartió entre sus hijos y una industria de fabricación de cal que continuó su hijo José hasta al menos los años 60 del pasado siglo.

En la guía telefónica de Alcantarilla de 1948, aparece: Teruel Fernández J. nº 72 (número de teléfono) frente Estación de Ferrocarril.

 

Libro de pagos de José Teruel Fernández

Era, como hemos dicho una empresa familiar, típica de los caleros. En el libro de pagos de salarios nº 1 del asociado D. José Teruel Fernández, aparecen como trabajadores en el año 1942 y algunos meses de 1943:

Francisco Herrero Abellán             8´50 pesetas día, normal

Juan López Teruel                         8´50

Félix López Teruel                         8´50

Asunción Teruel Fernández           5´00

León Teruel Fernández                10´00

 

Copia de una hoja del Libro de Pagos

Según el libro, no se trabajaba el mes completo, sino un número determinado de días dado el carácter temporal de la fabricación de la cal; se aprovechaban los meses cálidos de marzo a septiembre u octubre, según, y el resto del año se dedicaba a acumular la piedra caliza y desmenuzarla y a acumular leña para el horno.

Durante el periodo de cocción había que vigilar el horno día y noche durante los diez o quince días que permanecía  encendido.

Así vemos meses, como marzo, con 26 días de trabajo (inicio de la temporada); luego abril, 12; mayo, 15; junio y julio,10; agosto, 8; setiembre,12…

Agradezco profundamente a Pedro José Martínez Teruel, descendiente de esta gran familia, la documentación que me ha aportado, sin la cual no podría haberse plasmado este trozo de la historia de nuestro pueblo (José Riquelme).

Pedro Soto Guzmán, Fábrica de cal. Avda. Calvo Sotelo.

El Soto, por la zona del antiguo campo de futbol en Campoamor.

También tenemos a la familia de Pepe “El Calero”, cuyo abuelo era calero en la Puebla de Don Fadrique, de ahí el apodo.

Una hipótesis personal

 

Detalle del plano de la villa donde se ubicarían los hornos de cal

Frente a la estación de Renfe, lindando con la explanada de las vías hay un gran desmonte en línea recta a largo de las vías de la estación, realizado para nivelar el tendido de los raíles.

 

Corte y rebaje del terreno frente a la estación

Partiendo de la calle Madrid de nuestra Villa en dirección este-oeste, se encuentra la llamada calle Calera, que termina en el muro que cierra el acceso a las vías del ferrocarril.

 

Calle Calera en su inicio en la calle Madrid

Esta calle, antes de la llegada del ferrocarril en 1860, debería llegar, en línea recta, hasta lo que hoy es Plaza de Pepe el de la Pequeña, casi lindando con la calle Teruel.

 


Sabiendo que en esta calle hubo una calera, de ahí su nombre, no es muy aventurado afirmar que, allá por los albores del siglo XIX, pudieran existir varios hornos de cal en esta zona, dada la favorable orografía del terreno y la facilidad de encontrar piedra caliza. Hemos de tener en cuenta el gran desarrollo que llevaba Alcantarilla en aquella época, la construcción de viviendas y la necesidad de la cal para la realización del mortero para la construcción de éstas, cosa que en el pueblo se ha venido usando hasta bien pasada la primera mitad del siglo XX. Según la hija de José Teruel Fernández, su padre tenía otro horno de cal en la zona de la ermita de Vistabella, por donde estaban las escuelas parroquiales.

 

Otro vista de la zona, donde se observa el gran rebaje del terreno

Horno en Sierra Espuña, Valle de Leyva, al fondo las paredes de Leyva

 


Esquema teórico de un Horno de Cal

                                  

 

 

 

 

campaneros

 

1.- El que tiene por oficio tocar las campanas una vez están instaladas en las torres de las Iglesias y espadañas de las ermitas.

 

Toque según el suceso, a misa, a muerto…

Es un oficio de origen medieval en su concepción actual, que se remonta al mismo momento de la historia en que se crean las campanas. Para que la campana desarrolle su función, es preciso contar con una o varias personas que se encarguen de tocarlas cuando es necesario.

2.- El que tiene por oficio crear los moldes y fundir metales para crear campanas.

 

Campana recién fundida

Es un oficio de origen posiblemente prerromano, que construye la campana con su forma y dimensiones adecuadas al sonido deseado que se quiere conseguir, a partir de la fusión de ciertos metales en proporciones conocidas sólo por el propio artesano campanero. La sonoridad de la campana está en función de sus dimensiones y de esa mezcla metálica que se denomina vulgarmente bronce siendo en realidad una aleación de metales en proporción conocida por el maestro campanero.

“Ramón J. Sender, en su novela “El Fugitivo”, (Biblioteca Universal Planeta, 1972) nos describe la estancia en el campanario de Joaquín, huyendo de los que atraparon y mataron a su hermano Pascual, sin juzgarlo ni condenarlo.

 


“Así pues, subí en el momento adecuado. Al llegar al campanario quedé un poco deslumbrado por el éxito de mi arriesgada empresa. Había cuatro enormes ventanales o troneras con el infinito como fondo, y en cada uno una campaña con los goznes de los ejes empotrados en los muros y grandes manchas, en ellos, de pez negra.

Cada campana tenía su nombre grabado abajo, en el borde y en grandes letras. La más grande decía: Bárbara me llamo y bautizada fui en 1791. Laus Deo. Otra declaraba: Marta es mi nombre desde 1813.Y las otras Ana y Juan Bautista. Como se ve la campana cuarta tenía nombre de varón. Era la más pequeña.

De pronto sucedió algo con lo que no había contado. Debía ser aquel día víspera de alguna celebración importante, y cuatro o cinco campesinos de brazos fuertes aparecieron en el campanario riendo y bromeando.

Los campesinos comenzaron a bandear las campanas. Para la campana Bárbara hacían falta dos hombres y para las otras uno solo. La primera que comenzó a dar y a ensordecerme con su sonido fue la llamada Ana. Pero pronto voltearon las cuatro.

Otro día, terminada una boda los novios y la comitiva salían a la plaza, donde una multitud vitoreaba a los recién casados. En la torre volteaba otra vez címbalo. Para bodas y bautizos usaban sólo aquella campana con nombre masculino: Juan Bautista.

Más tarde llegó el funeral, debía ser importante el muerto porque la campana mayor daba sus bronces al aire -la Bárbara- de modo espaciadamente vibrador, la volteaba el sacristán…”

Este es un viejo oficio que se remonta a la Edad Media y que va ligado a la historia de la Iglesia. Tradicionalmente era el propio párroco, un monje o monja, un sacristán o un monaguillo el encargado de hacer sonar las campanas de los distintos templos.

 

Aprendiendo los toques

Lo primero que tenía que aprender un campanero eran los distintos toques, ya que durante mucho tiempo el lenguaje de las campanas era comprendido por todos los fieles que sabían en todo momento si tocaban a muerto y si el difunto era hombre o mujer, si era la hora de rezar el ángelus, si había un incendio, o si amenazaba tormenta, si la misa era con sermón, si había o no procesión tras la misa, etc.

 

Partes de una típica campana

1.- Yugo o contrapeso – 2.- Asa – 3.- Hombro – 4.- Tercio – 5.- Medio – 6.- Pie – 7.- Labio – 8.- Borde – 9.- Badajo – 10.- Medio pie.

También variaban los toques en función de la festividad del año eucarístico, así había un toque para el día de Navidad, otro para el de Pascua, y así para cada día señalado del calendario litúrgico... La campana del pueblo o del barrio era el sonido referencial de muchos acontecimientos frecuentemente no transcendentales, pero significativos para el vecindario. Llamaba a misa, anunciaba la Resurrección del Señor en la Eucaristía de Gloria, doblaba dolorosamente “a muertos”, en algunas iglesias señalaba en la misa diaria el solemne momento de la Consagración, cuando el pan y el vino se hacen cuerpo y sangre de Jesús.

Actualmente este oficio está prácticamente extinguido pues las campanas se programan mediante un ordenador conectado a un GPS que activa un mecanismo electromecánico.

Campaneros en Alcantarilla

Ginés, “el Magritas”, era campanero y portador de la cruz en los entierros, así como los estandartes en algunas procesiones.

El Sacristán Vicente Cano, que vivía con sus dos hermanas en una casita adosada a la antigua iglesia de San Pedro, esquina a la C/ Mayor y la C/ de las Ánimas, establecía, manejando las cuerdas de las cuatro campanas que había junto a la Pila Bautismal, (ahora en el Altar Mayor), entrando a la izquierda, tocaba distintos toques y repiques, conjugando una cuerda en una mano y dos en la otra. Así anunciaba las noticias alegres o tristes. Cuando moría alguien, “tocaba a muerto”, la gente se paraba… ¿Quién será?

Otro sacristán campanero fue Ángel, que se trasladó de Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real) a la parroquia de San Pedro.

Cuando había procesión eran los miembros de las cofradías correspondientes los que volteaban las campanas, con dos momentos espectaculares: la salida y la entrada de la procesión.

En circunstancias normales los toques a misa los hacían los monaguillos, que también tocaban la melodía correspondiente a bodas y bautizos si recibían buena propina de los padrinos.

Estaban los campaneros de las hermandades que procesionaban, cuando yo era joven, según recuerdo, de la Virgen de la Aurora, del Rosario, el día del Corpus, la Ascensión, El Beato, San Roque…

Campana (Instrumento)

Una campana es un dispositivo simple que emite un sonido. Es un determinado instrumento musical de percusión y un idiófono, su forma es de copa invertida y ahuecada que resuena acústicamente y vibra al ser golpeada. El implemento utilizado para su funcionamiento generalmente va suspendido dentro de la propia campana, es vertical y se le conoce con el nombre de «badajo» o «úvula».

Las campanas se fabrican generalmente de metal fundido, sobre todo de bronce. Históricamente, las campanas están asociadas con los rituales religiosos, por ello, se han utilizado ampliamente para llamar a la comunidad (sean creyentes o no) a los eventos religiosos y seculares.

En la Iglesia Católica, las pequeñas campanas de mano, llamadas sanctus o campanas de misa, son tocadas en la misa cuando el sacerdote eleva en alto las sagradas especies, primero la hostia y luego el cáliz inmediatamente después de que ha dicho las palabras de consagración sobre ellos.

Fabricación

El metal tradicional para las campanas es el bronce de aproximadamente 22 % de estaño y 78 % de cobre. Conocido como metal de campana.

 

Campana de bronce nueva

Las campanas pequeñas se hacían originalmente con el proceso de cera perdida, pero las campanas grandes se vaciaban boca abajo, en un molde de dos partes sujetas a la base de una placa. Se aplican grafito y tiza para obtener al final una superficie lisa. El exterior del molde se realiza dentro de una caja de hierro fundida y perforada, más grande que el acabado de la campana, y que contiene la mezcla de arcilla que se forma, se seca y se alisa de la misma manera que el núcleo.

Las campanas están hechas con fórmulas exactas, por lo que, dado el diámetro, es posible calcular todas las dimensiones y su nota musical, o de tono. La frecuencia de la nota de una campana varía con el cuadrado de su espesor, e inversamente con su diámetro. Las «Campanas afinadas» se trabajan después de su fundición para producir una nota precisa.

 

Yugo nuevo

 

El arreglo del yugo, la “cabellera” de Machado

Las campanas, fueron adoptadas por la Iglesia Católica para convocar a los fieles por lo menos desde el siglo V. Suelen llevar las campanas en la superficie externa, ya desde antiguo, algunas inscripciones en relieve, hechas en la fundición y al bendecirlas se les da un nombre, que a veces se inscribe en la misma pieza.​

Por el año 56 del siglo pasado se oía, en todas las radios, esta canción: “La Campanera”. Selecciono una estrofa:

                        “¡Ay campanera!

                        Y aunque la gente no quiera

                        Tú eres la mejor de las mujeres

                        Porque te hizo Dios su pregonera

La canción la hizo famosa el niño Joselito

El 'misterio' de la campana del Puente de los Peligros, La Opinión: r. d. c. 13.09.2019 | 13:16

 

La campana del Puente de los Peligros

"La campana del Puente de los Peligros de Murcia ha sonado en las últimas horas a la crecida del Segura. Tradicionalmente, la campana repicaba para avisar a la población de la ciudad de Murcia que estuviese en alerta ante la crecida del río Segura El 'misterio' es que la campana, según aseguran, se ha activado 'sola'; y es que solo puede hacerla sonar con un mando a distancia la camarera de la Virgen de los Peligros, Peligros Hernández, pero en este caso señalan que ella no lo ha hecho. La campana sonaba por primera vez en la pasada madrugada, cuando se empezaron a registrar las lluvias más fuertes. También ha sonado durante esta mañana. Da la casualidad que ayer fue el santo de las Peligros".

 

 

 

 

carpinteros

Un carpintero es una persona que es experto en la construcción de objetos y edificios con madera. Tienen un gran conocimiento de los materiales que utilizan, y son muy hábiles con sus herramientas de mano.

 

Técnica de construcción de un tejado

 

Se llama carpintería no sólo al oficio sino también al taller o lugar donde se trabaja. El material principal a trabajar es la madera, aunque también hay carpintería con otros materiales. La carpintería consigue a partir de trabajar la madera darle forma física a través de distintos e innumerables objetos que son y han sido indispensables en el desarrollo cultural y social de la humanidad: desde muebles para el hogar hasta muebles para todo tipo de usos, instituciones y fines, o sea, todo lo que constituya mobiliario, hasta la elaboración de artículos y elementos para la construcción. Por ser como dijimos, la carpintería, un oficio de los más antiguos en la historia del hombre.

Historia

Las características de la madera la han convertido en un material básico para construir viviendas, muebles, herramientas, vehículos y otros muchos productos a lo largo de la historia. Al principio se utilizó para hacer garrotes y flechas, después canoas, arados, herramientas, bancos y sillas de una sola pieza, y más tarde complejos adornos de ebanistería.

 

Desbastando la madera

 Cada variedad de madera tiene unas propiedades especiales, y según ellas se utilizaron en unas aplicaciones u otras. Por ejemplo, la madera de roble, rígida y duradera, se utilizó para construir barcos, barandillas, peldaños, toneles, estacas para vallas, suelos y paredes. El nogal americano, por su resistencia, se utilizó para hacer los mangos de muchas herramientas y los radios de las ruedas de los carros. La acacia de tres púas era muy valiosa para hacer clavijas. La caoba se utilizaba para hacer los muebles de mayor calidad.

Herramientas manuales

 


La mayoría de las herramientas manuales que se utilizan en la actualidad han sufrido pocos cambios desde la edad media. La mejora más importante es la utilización de acero en vez de hierro en las superficies de corte. Las herramientas más comunes son la sierra, el cepillo y el formón, y otras más generales como martillos y destornilladores, que se utilizan con clavos y tornillos.

Hay varios tipos de sierra para los diferentes tipos de corte. La sierra de corte transversal, o de través, se utiliza para cortar la madera en dirección perpendicular a la veta, y la sierra de cortar al hilo, o de hender, para hacerlo en la dirección de la veta. Los cortes curvos se realizan con la segueta, que es una estructura metálica con forma de U que tensa una hoja fina y delgada. Los cortes precisos de las ensambladuras se hacen con la sierra de chapeado, un serrucho delgado y rectangular reforzado por el borde superior con una barra metálica.

 



Los cepillos se utilizan para suavizar y dar forma. Consisten en una hoja o cuchilla afilada de acero encajada en un soporte metálico o de madera, dispuesta en ángulo con respecto a la superficie a alisar. La profundidad de corte se regula ajustando la distancia que sobresale la cuchilla respecto a la base del cepillo. Hay cepillos de muchos tamaños, incluso unos especiales que se usan para hacer surcos. También se utilizan varios tipos de lima para alisar y dar forma a la madera.

 

La escuadra, elemento indispensable

Los formones o escoplos planos y la gubia curva o de media caña se utilizan en algunos casos para vaciar piezas de madera. Las herramientas manuales más utilizadas para perforar son el berbiquí, la barrena y el taladro manual, con sus brocas de varios tipos.
También se utilizan herramientas para medir y comprobar los tamaños y la alineación de los elementos. Estas herramientas son, entre otras, la cinta métrica, el metro plegable y la regla metálica. La escuadra se utiliza para comprobar ángulos rectos, y el nivel para comprobar la alineación horizontal y vertical. En los trabajos en los que hay que pegar las piezas, éstas se sujetan con abrazaderas y cárceles (también llamadas gatos).

Máquinas portátiles

Herramientas de carpintería básicas - Manuales.

Caja de Herramientas: Todo carpintero necesita una buena caja de herramientas.

Cinta Métrica: Lo mejor es contar con una que tenga entre 1 metro y 2 metros y medio. 

Escuadra: Lo recomendable es que sea de metal o aluminio, y de un tamaño cumplido.

Herramientas imprescindibles para trabajar la madera.

Tornillo de banco. Trabajar con madera es sinónimo de tener que manejar y cortar tablones de madera, y para ello, nada mejor que un tornillo de banco.

Cepillo, taladro, sierra circular, martillo, tenazas y destornillador.

Hay dos grandes tipos de herramientas, las herramientas manuales y las herramientas eléctricas.

Entre las herramientas manuales más utilizadas podemos encontrar las siguientes:

- Cinta métrica: la cinta métrica estándar.

- Niveles: una herramienta vital, con la que verificar tanto las superficies horizontales como las verticales.

- Formón: necesarios para la mayoría de trabajos de carpintería.

- Martillo: se requiere un martillo de calidad que sea fiable.

- Caja a ingletes: sirve para efectuar cortes en diferentes ángulos.

- Cepillo de madera: con una cuchilla metálica en su base que se usa para alisar, desvastar, pulir, cepillar, etc.

- Compás: permite medir distancias iguales y hacer círculos.

- Destornillador: para introducir y extraer todo tipo de tornillos.

- Escofina: herramienta con dientes triangulares de diversos tipos según su utilización.

- Escuadra: utilizada para trazar ángulos y comprobar cantos.

- Escoplo: herramienta de corte que también se usa para ahuecar.

- Mazas: martillo utilizado para golpear piezas de madera sin dañarlas.

Hay una gran variedad de herramientas manuales, pero en los grandes talleres de carpintería lo que más predominan son las herramientas eléctricas, entre las que destacamos las siguientes:

Herramientas eléctricas portátiles

- Sierra circular: usada para realizar cortes en placas de madera de grandes dimensiones.

- Sierra caladora: realiza cortes circulares en todas direcciones.

- Sierra circular para corte angular: realiza cortes a 90 y 45 grados.

- Cepillo eléctrico: para cepillar todo tipo de cantos.

- Taladros: disponibles de diferentes modelos y tamaños.

- Lijadora de banda y orbital: alisa la superficie de los trabajos para después poder pintar.

- Fresadora: puede realizar todo tipo de molduras decorativas.

Herramientas eléctricas fijas

- Sierra sin fin: divide troncos sacando tablas.

- Máquina de perforar: realiza agujeros de diferentes diámetros.

- Tupí o máquina de rebanado: realiza molduras utilizando herramientas de diferentes formas de corte.

- Lijadora fija: pule grandes dimensiones.

- Torno y torno copiador: muy usados para dar múltiples formas cilíndricas a la madera.

- Cepilladora regruesadora: se usa para aplanar una superficie de madera.

- Cepillo regrueso.

- Máquina combinada: en un espacio pequeño podrás cepillar, regruesar, taladrar, fresar y cortar en longitud con profesionalidad.

- Sierra ingleteadora: para conseguir trabajos muy finos con molduras, jambas y rodapiés.

- Escuadradora: máquina de grandes dimensiones que se utiliza para cortar placas de madera, melamina o aglomerado en escuadra y con precisión.

- Lijadora de cuello de cisne: apta para lijar listones de madera de gran longitud.

- Sierra de marquetería: para realizar pequeños cortes de todo tipo.

(Información recogida y sintetizada de las entrevistas realizadas a los protagonistas de este oficio.)

Carpinteros de Alcantarilla

Antonio Hernández Guillamón, era funcionario de Parque y Talleres, electricista, por envidia lo denuncio un compañero y estuvo en la cárcel de Mahón dos años. En 1942 inició su actividad como carpintero en la calle San Sebastián, en lo que era su vivienda.

 

Mirador de madera en la casa de A. Hernández (F. J. Riquelme)

Realizaba toda clase de productos de carpintería para las viviendas: marcos, puertas ventanas, etc. así como muebles que salían totalmente terminados, pues tenía una sección de pulimentado: camas, guardarropas, aparadores, mesas y sillas de comedor, etc. Con el tiempo edificó una nave en la calle Federico García Lorca, con gran amplitud para las máquinas. Con visión comercial compró una patente de unas puertas correderas para las viviendas, “Puertas Gehisa”, que le permitieron un gran despliegue. Continuó el negocio familiar su hijo Antonio, que fue campeón nacional de carpintería.

 

Antonio Hernández

Carpintería de Esteban Gómez, Calle Mayor, nº 7, Alias “El Nene Chico”, fabricaba toda clase de muebles, cajas de muerto, muebles de artesanía: plateras, vaseras, espejos, mesillas, arcas, bases para morteros, muebles para lavabos.

 

Ginés y Eduvi (J. Riquelme)

 

Platera (J. Riquelme)

 

Detalle de los herrajes de las puertas (J. Riquelme)

Continuó a cargo de la empresa su hijo Ginés Gómez Orenes, que edificó una gran nave en la carretera de Murcia, frente a Hero. Diversificó el oficio con dos grandes apartados: la fabricación de muebles de cocina, y la de artesanía de toda clase de muebles tradicionales de la huerta. Tenía una sección de diseño para la talla y las piezas de artesanía que fabricaban. Fabricaron también las puertas de la nueva obra de la Iglesia de San Pedro.

 

Foto y espejo propiedad de J. Riquelme

 

Mesilla de artesanía (Ginés Gómez) y radio Philips de 1932

 

Puertas de San Pedro

Luis Cascales Aroca, ha sido carpintero toda su vida. Entró con 8 años como aprendiz en la carpintería de Esteban Gómez y desempeñó todas las tareas propias hasta que por su interés y esfuerzo fue escalando puestos obteniendo la categoría de maestro carpintero.

 

Luis Cascales Aroca (J. Riquelme)

Eran los encargados Jesús Pérez y Pepe “el Maquito”, fabricó muebles puertas, ventanas cocinas, muebles de artesanía. Destaca que junto a otros compañeros participó en la fabricación de las puertas de San Pedro. Trabajó de carpintero hasta su jubilación. Era un gran futbolista, defensa, de mucha fuerza y clase, jugó en el Alcantarilla y luego entrenó con éxito a varios equipos de fútbol de la localidad.

 

Luis Cascales junto al portero (archivo Juan Cánovas)

José García Robles, “El Mohino”, 1934. Entró a trabajar a los nueve años, barriendo el taller y chico de recados para todo. Aprendido el oficio se convirtió en oficial preparado para toda clase de trabajo. Entre otras especialidades era “tupista”, encargado de la máquina Tupi que hacía las molduras en marcos de puerta, ventanas, muebles, etc. Participó en la construcción de las grandes cancelas de la iglesia de San Pedro.

 

José García Robles “El Mohino”, tupista (Foto J. Riquelme)

Así mismo trabajaba en la confección de los muebles de artesanía, comedores, dormitorios. En el trabajo coincidió e hizo gran amistad con Francisco Riquelme Marín, ebanista, que se fabricó sus propios muebles cuando contrajo matrimonio. Trabajó en la empresa hasta su cierre; formando parte de la cooperativa que formaron los empleados en los talleres que alquilaron a Pedro Hernández Caballero. Allí continuaron con la fabricación de cocinas y muebles de artesanía. En esta época fabricaron, en la remodelación de las puertas del Palacio de San Esteban.

Pedro Vizcaíno Martínez. Pulimentador; empezó con 13 años con Esteban Gómez como aprendiz, limpiaba el taller, recogía herramientas, desmontaba los torniquetes cuando se había secado la cola, ordenaba el taller, estaba a las órdenes de cualquier oficial que le mandaba traer la herramienta que necesitaba.

 

Pedro Vizcaíno Martínez, pulimentador  (Foto J. Riquelme)

Junto con Gregorio Moya Serrano, se encargaba de la terminación de los muebles fabricados: eran los Pulimentadores. Me cuenta Pedro alguna de las técnicas del pulimentado: la terminación de algunos trabajos los realizaban con “gomalaca” que fabricaban con alcohol y piedra pómez. Pintaban al agua con nogalina y creaban toda la clase de colores que necesitaran.

Ginés Gómez realizó las puertas de la iglesia de San Pedro, donde Pedro y Gregorio en un taller montado a la derecha de la iglesia entrando trabajaban en ellas.

José María. chófer; Luis Cascales, era el encargado de las cocinas; Paco “el Sisa”, artesanía; Gregorio, ebanista y pulimentador, Pepe “el Maquito”; “el Pasicas”, oficial de muebles, Francisco Riquelme Marín, ebanista.

Carpintería del Maestro Roque, Roque Lorente Riquelme, hacía, sin lujos, pero con gusto y carácter práctico, los muebles y enseres que se necesitaban en la casa. Recuerdo que, en mi casa paterna, con los tableros de una cama hizo un precioso aparador.

 

Roque Lorente Riquelme, en primer plano

 

Puerta del Ayuntamiento (foto José Riquelme)

Alonso Lorente Jiménez, hermano de padre del Maestro Roque, fabricó la puerta del Ayuntamiento de Alcantarilla, cuando lo renovó el alcalde don Fulgencio Pérez. Tenía el taller en la Avenida de Murcia enfrente de la Superchuys, actualmente Mercadona. Su hijo Patricio trabajó como carpintero con Esteban Gómez.

 

Detalle del escudo de Alcantarilla (F. J. Riquelme)

Juan Carrillo, “El Muso”, Juan Carrillo Silla tenía el taller en la zona de Casablanca. Lo continuaron sus hijos Paco y Joaquín Con el tiempo alternaron la madera con el hierro y el aluminio. Paco realizó el artístico púlpito de la Iglesia parroquial de Totana.

 

Bancos de la Iglesia de San Pedro (Foto J. Riquelme)

Su hijo Joaquín diseñó y construyó los bancos de la nueva iglesia de San Pedro de Alcantarilla. Rebuscó en todas las iglesias de la provincia en busca de un diseño de lo más cómodo para los bancos de la nueva obra de San Pedro.

 

Detalle de un Banco (Foto J. Riquelme)

Los bancos de la catedral de Murcia y otros son copia de los de San Pedro de Alcantarilla. Bajo diseño de Labaña construyó las peanas de los altares de San Juan y el Beato Andrés en la Capilla de la Aurora de San Pedro.

 

Altar del Beato Andrés, en la capilla de la Aurora (F. J. Riquelme)

 

Altar de San Juan. (Foto J. Riquelme)

Manuel Ruiz Pacheco, nacido en 1939, familia de los Pacheco trabajó en la fábrica de Las Palas. Su padre era militar en la fábrica de la Pólvora, se casó con su madre en Valdepeñas. A los 11 años empezó de aprendiz en la carpintería de Esteban Gómez.

 

Arquita en miniatura, obra de Manuel (foto J. Riquelme)

Se jubiló a los 60 años y ahora se dedica a sus viajes a los balnearios, su hobby, y la fabricación de muebles artesanos en miniatura.

 

Cantarero en miniatura, obra de Manuel, (foto J. Riquelme)

Carpintería Munuera. En el barrio de las Tejeras, cuando era un lugar residencial tranquilo y alejado de los ruidos de una gran ciudad, fundaron los hermanos Munuera: Salvador y Francisco, “Salva” y “Paco”, la carpintería donde trabajaron hasta su jubilación. La crearon allá por el año 1968.



Salvador Munuera (Foto José Riquelme)

Cuando yo llegué al barrio en el año 71 era ya una gran empresa con toda clase de maquinaria y con una gran cartera de clientes, todos constructores, dado el auge de la edificación en Alcantarilla, que necesitaban todo lo necesario para dejar, una vez construida, la vivienda habitable. Aquello era un maremagnun de actividad. Secciones donde se fabricaban los premarcos de las puertas, en otro lugar los tapajuntas; las puertas, los tambores para las persianas de las ventanas… la sección de herrajería, etc.

 

La familia Munuera al completo, de izquierda a derecha: Joaquín, Antonio, la hermana, Salvador y Francisco. Los padres sentados (Foto propiedad de la familia)

También hubo una época en que fabricaban muebles tipo decoración para las viviendas

Luego pasaron a la fabricación de cocinas por elementos, que montaban en los pisos y casas. Actualmente, jubilados Salva y Paco, Joaquín el hermano menor continúa con la fabricación de cocinas.

“El Maquito”. Como hemos dicho en otra parte, hablando de los carpinteros, José López Hernández, “El Maquito”, fue un extraordinario y competente carpintero, con gran capacidad para resolver los problemas y cualidades de líder, pues fue uno de los encargados del taller de Esteban Gómez. Dominaba todas las técnicas de fabricación de muebles y demás enseres que se podían fabricar de madera.

 



Bonito marco para espejo de diseño

Trabajando todavía en la empresa de Esteban Gómez, realizaba en su casa, por las noches, cantidad de trabajos que le encargaban. Con bastante clientela abrió un taller en una casa propia en la calle las Eras, allá por los años 60.

Allí fabricaba, dormitorios, comedores, salas de estar, vitrinas, aparadores, puertas, ventanas, etc.

 

                                                               José López Lorca “El Maquito” (hijo)         

José López Lorca, “El Maquito” (hijo), entró a trabajar con su padre a los 16 años, echándole una mano en el trabajo. Así estuvo hasta que se fue a la mili, por su quinta, a Rabasa. Cuando regresó, continuó trabajando con su padre a pleno. Había en la empresa cinco trabajadores. Trabajaban todo el ramo de la carpintería en madera, además hacían vitrinas y muebles muy bonitos, marcos para espejos, mesillas, luego muebles de cocina. A la muerte de su padre, José se hizo cargo del negocio, instalado en un nuevo edificio más grande en la calle Eras. Nuestro protagonista sigue en activo, muy ilusionado, y manteniendo el negocio familiar.

 

Bonitas y originales vitrinas

José Sánchez Pérez, Pepe “El Cabo”. El apodo le viene por su padre que fue el primer cabo de la policía municipal, un grupo de vecinos a sueldo del ayuntamiento, que realizaban todas las tareas necesarias, entre ellas, guardar el orden.

“Pepe el Cabo”, fue carpintero durante toda su vida, trabajando como oficial en el taller del Maestro Roque, Roque Lorente Riquelme. Allí realizaba todo tipo de muebles y los elementos indispensables para las obras de las casas, como marcos, ventanas, puertas, chineros para la loza junto a las chimeneas de entonces, sillas, mesas, aparadores, rinconeras, percheros, fresqueras para los embutidos, tapas de madera para las tinajas.

Ayudo a Alfonso Lorente Jiménez, hermano de padre del Maestro Roque en la fabricación de la puerta del nuevo edificio del Ayuntamiento.

Posteriormente pasó al ayuntamiento como administrativo, pero al mismo tiempo reparaba cualquier cosa de madera, fabricaba mesas y los mostradores para atender al público.

Era un magnifico jugador de dominó, y eran famosas las partidas del casino, a la hora del café, en las que participaba.

Jugó mucho tiempo al fútbol como aficionado en muchos equipos de la región, y en la cercana Alicante, en el Eldense, el Imperial de Murcia y en el Peña Golosa de Alcantarilla. Era un magnifico portero al que se lo rifaban los equipos de la provincia.

Hago referencias a carpinterías que han existido en otros tiempos en Alcantarilla

Carpinteria “el Pasicas”, hacía escaleras de mano.

Sebastián “el Pasicas”, mesas de camilla, muebles.

“Los Curita” de San Roque.

Fernando Ortuño, puerta de la iglesia de Campoamor.

“EL Pioto”, Padre de Manuel Muñoz Hidalgo.

Carpinteria Gilico, calle de la Cruz.

Marido de Elda, Las Tejeras. Hermanos Tortosa, Pepe “las Tejeras”.

Ginés y Luis Guzmán, de San Roque.

Hermanos Zamora.

Pepe Guerrero, calle de las Monjas.

Hermanos Guerrero, muebles y carpintería.

Perico el Horchatero, hacía sólo mesas de camilla, esquina en la calle de las Monjas, frente al Pantalones.

Jesús López Carrillo, más Pepe; tíos de  Juan “del Economato”. C/ Calera, nº 4.

“Los Mellaos” (apellido: Carpinteria Ortiz), C/ Cid Campeador.

Plaza San Francisco, taller pequeño.

Los Lorente, Juan Lorente en la Furfural.

Los Palmeras.

Cesáreo, en IES Alcántara, hijo.

Carpinterías de muebles

Francisco Alcaraz Palma. Fábrica de somieres y muebles de despacho y almacenes: Posada de Guerrero.

Víctor López Marín. Fabrica de somieres, C/ Mayor, 149.

Martinez Huertas, G. Muebles. Generalísimo, 99.

Pacheco Francisco. Fábrica de palas para horno. Subida San Francisco s/n.

Pacheco Ruipérez. Fábrica de palas de horno, Pasos, 8.

Pacheco Ruipérez, Fábrica de palas de horno, Pasos 18.

Alcaraz Martínez, J. Muebles. Cartagena s/n.

Carrillo Silla, J. Carpintero, Eras, 21.

Martínez Alcaraz, G. Feretros. Camino de Barqueros, 49.

Martínez Alcaraz, G. Muebles. Ctra de Cotillas, 21-bis.

Morente Gordillo, J. carpintería mecánica. Martínez Campos,104.

Muelas González, J. Muebles. García Noblejas.

Ortiz Salvador, carpintería. Calvo Sotelo, 31.

Ortiz Izquierdo, S. Carpinteria mecánica. Cid Campeador s/n.

Cristóbal de Albornoz Melíndez. Muebles de mimbre. Calle Palmera.

Muebles “el Bolero”, exposición.

Muebles Fravi, exposición.

Muebles Guerrero, exposición.

Muebles Bullón.

           

                                     

 

 

CEREROs

 

«Para blanquear la cera, se purifica fundiéndola, lavándola y exponiéndola al aire y al rocío (…)”

Qué significa cerero en español

La definición de cerero en el diccionario castellano es “persona que labra o vende la cera”. Otro significado de cerero en el diccionario es también “en la casa real, hombre que tenía a su cargo el lugar donde se guardaba y repartía la cera”.

 

Maestros cereros: la luz de antaño

Entre los viejos oficios más desconocidos se encuentra el de los cereros, el arte efímero por excelencia, trabajos cuidados para hacer artísticas velas o cirios que se acaban quemando, su destino natural. Antiguamente era considerado al mismo nivel de importancia social al del ceramista o al cestero. Eran oficios imprescindibles.

 


Uno, que fue monaguillo, aún le queda el recuerdo del olor a cera de la Iglesia, y el tener que encender todos los días que había misa, las velas, los cirios; el cura, o el sacristán, era el que ordenaba las formas y dónde colocar cada vela o cirio.

 

Había que estar preparado, por si acaso

Uno recuerda también cuando se apagaban las velas y quedaba aquel olor del humillo; en realidad, en las iglesias, entre el incienso y las diferentes velas, casi siempre olía a cera y silencio.

 

La palmatoria para circular de noche a oscuras

Pero la cultura tan nuestra, hoy nos hace revivir algo aquellos tiempos de velas en las casas. Yo conocí desde pequeño la luz eléctrica, pero recuerdo cuando se pasó del candil de aceite y la vela en el cuello de la botella o dentro de un vaso, como remedio para no quedar a oscuras cuando se “iba” la luz, cosa frecuente en aquellos tiempos o se cortaba los días de tormenta. Los de mi edad sabemos cómo llegaba la luz a nuestros pueblos, venía a cámara lenta y la mitad de las veces se quedaba por el camino; y era ahí donde las velas sobre cualquier cachivache se encendían para ver y hacer las deberes, había que tener cuidado no prender fuego a cualquier objeto de la habitación.

En todas las tiendas de la época, había velas de cera y cirios de diferentes medidas para vender, y en todas las casas, todo el mundo tenía velas para alumbrar.

 


Se da el nombre de cerero al que trabajaba la cera para fabricar cirios o velas. El cerero preparaba la cera, la purificaba y la blanqueaba.

El cerero mayor era un oficio de palacio.

Este oficio ejercitaba el dicho cerero, con capa, de la siguiente manera: cuando se encendían las velas para la cámara y retrete, metía el cerero teniente los candeleros de plata con velas encendidas y sin bonete, y besando los candeleros, uno a uno, los ponía donde tenían que estar o en la mesa donde cena su amo antes que se sentara a ella tras haber puesto los manteles. Si se hallaba presente el cerero mayor, le daba los candeleros su teniente, hecha la salva, y el cerero mayor hacía otra y ponía los candeleros delante de su amo. Las hachas y velas de cera que eran necesarias y más estaban al fondo de la sala o en una parte de ella para el servicio de esa noche.

La cera, tratamiento, obtención

La cera, el  elemento imprescindible para los cirios que alumbraban a los santos en las iglesias, acompañando a los muertos o en casa. Antiguamente era cara, no existía la parafina y la única manera de hacer los cirios era con la cera que producían las abejas en sus colmenas. Una vez castradas, y sacada la miel, los paneles se vendían.

Normalmente, aunque estos artesanos podían tener colmenas propias para garantizar un cierto nivel de producción, tenían que recorrer las aldeas con un chifle en la boca como los paragüeros para conseguir una cantidad de cera extra. Parece ser que a veces en vez de pagarle con dinero lo que hacían era llevarla a cambio de sacarle la miel.

 

Bonito candelabro antiguo de pared

 
Los paneles eran llevados a un lugar donde se le sacaban las impurezas cociéndolos en una caldera de gran tamaño de cobre. De esta manera, además del uso, del peso y del taco de prensar, cuentan con una caldera donde hervir los panales, con elementos filtrantes de esparto y con unos pilones que servían para la separación de la cera mediante el diferencial de densidades. Estos lagares albergaban también todos los elementos de los que se valía el artesano durante la elaboración de la cera amarilla, desde los cazos de cobre utilizados en el transporte de la materia prima de la caldera, hasta el taco de prensar o las calderas de cobre para hervir los panales con el agua. El proceso de trabajo del lagar de la cera conseguía la obtención de grandes bloques de cera amarilla que se podían emplear en diferentes industrias como la del calzado, para la elaboración de velas amarillas o destinar para su blanqueo.

 


Al calentarse se sacaba la cera y se metía en la cuba del lagar para prensar y de ahí a las formas. Una vez hecho eso, estaba lista para trabajar. Las formas más pequeñas eran las que les vendían a los zapateros. Las mechas se hacían con algodón y se llamaban pabíos. Estos se iban bañando en un recipiente lleno de cera llamado noque que se mantenía en estado líquido porque lo calentaban por debajo. Se bañaban y se dejaban enfriar hasta que cogían la gordura deseada. Luego se pasaban por las talladoras, unas láminas de metal con agujeros, para que tuvieran la misma anchura. Con una cuchilla de madera se cortaban quedando perfiladas.

 


Se reservaba la cera pura para alumbrar el altar de las iglesias y además tenía que ser blanca.

Toda una joya para un oficio en extinción… qué pena.

Antes había un gran consumo de velas. Yo recuerdo a las feligresas llegar a la iglesia con un paquete de velas para ponerlo a tal o cual santo. En la sacristía de San Pedro había un cuarto no muy grande y oscuro, llamado de San Pedro, donde estaba un gran cajón de madera en el que se depositaban los cabos cortos de las velas consumidas. Luego venían los cereros y se los llevaban para fundirlos y fabricar velas nuevas.

Exvotos

 


 Un exvoto es un don en ofrenda a una imagen religiosa en cumplimiento de un voto o como testimonio de un beneficio recibido, que consiste en un objeto que se cuelga en los muros o el techo del templo o capilla en que se venera la susodicha imagen. Etimologia: del latín ex voto “del voto”. En el hecho votivo siempre hay un don ofrecido por el devoto al personaje protector. A este personaje sobrenatural se le confían las penas y se espera la ayuda o la intercesión que ningún humano puede ofrecer. Existen diferentes tipos de exvotos como son las ofrendas de plata, esculturas de cera, que tomaban formas diversas, obtenidas con unos moldes especiales, fotografías y los exvotos pintados o retablos.

Me vienen a la memoria la gran cantidad de exvotos que se encuentran en los retablos de los santuarios de Santa Eulalia de Mérida, “La Santa”, en Totana y el Santuario de Nuestra señora de la Esperanza, en una cueva, junto al río Segura, en Calasparra.

 

Santuario de la Esperanza en Calasparra

 

“Lo que  ratifica  el calificativo de milagrosa a la imagen es la impresionante afluencia de peregrinos de todos los contornos y sus exvotos. Lo que sí deja muy claro la devoción que ha ganado en la comarca, de donde acuden muchos peregrinos que dejan sus exvotos. Dice así:

...la manifiestan y dan testimonio de esta verdad las presentallas que penden de las paredes de la hermita. Alli se ven cabezas, piernas, brazos, y otras hechuras de cera, señales que nos aseguran que esta divina Señora es el alivio de todo genero de enfermedades”.

Presentalla, nombre medieval del exvoto. Velas y velones artísticos modernos.

 



Cereros en Alcantarilla

Familia Tormo. En Alcantarilla tenemos una familia, Familia Tormo, que a lo largo de su historia ha dado una muestra variada de profesiones. Entre ellas destaca una rama de la familia que se dedicó a la fabricación de velas y a todo lo relacionado con la cera.

Los patriarcas de esta generación fueron Francisco Tormo Guzmán (1837) que se casó en 1861 con Blasa Avilés Pacheco (Abuelos de don Jesús Tormo Alarcón, presbítero, natural de Alcantarilla) Este matrimonio vivió detrás de la iglesia de San Roque, donde nacieron todos sus hijos.

A Francisco se le conocía como, o lo llamaban, “Paco el Cerero”, porque trabajaba la cera, es decir, hacia velas. Por esta razón a los hijos del matrimonio se les conocía como “Los cereros”. Continuó el oficio del padre un hijo, conocido como “Gregorio el Cerero” (1896), y “María la Cerera”. Dicho trabajo artesano lo continuó su nieto Leoncio, hijo de Gregorio. Se dedicó al oficio de la familia hasta que el desarrollo de otras fuentes de energías lumínicas dieron fin a este oficio tradicional.

Viuda de Julián, cristalería, frente a plaza de abastos. Vendían toda clase de velas.

 

Cirio Pascual

 

 

 

 

 

 

Cerrajeros

 

 

A medida que los hombres empezaron a tener lugares de residencia y a disponer de mercancías y objetos que consideraban valiosos (alimentos, vestido, herramientas, armas, etc.), los medios para su protección fueron adquiriendo cada vez mayor importancia, destacando los mecanismos de cierre. No es pues de extrañar que los egipcios ya utilizaran cerraduras de madera con llaves de hierro y que el oficio de cerrajero se hubiera consolidado en la época de mayor esplendor de Roma.

 


Tradicionalmente tanto en nuestro entorno como en los países europeos, el artesano cerrajero construía cerraduras y bisagras, así como rejas, barandillas y otros objetos en cuya fabricación la forja era fundamental. Con el transcurso del tiempo se diferenciaron por un lado los cerrajeros y por otro los herreros o rejeros.

 

Es destacable la persistencia de costumbres gremiales incluso el primer tercio de este siglo, en que seguían trabajando los maestros oficiales cerrajeros con equipos que libremente formaban y a los que frecuentemente se integraban familiares con los medios productivos propios.  Las jornadas laborales eran las propias de la época y hacia 1930 un aprendiz ganaba del orden de siete reales al día. Iniciaba el aprendizaje a los catorce años y habitualmente a los dieciocho ascendía de categoría, siguiendo las prácticas gremiales del pasado.

 


El cerrajero, en general, ha sido un profesional socialmente bien considerado en cuya actividad han influido la fabricación en serie y la presencia de la gran empresa.

Proceso artesanal

A mediados del siglo XVIII se introdujeron mejoras importantes a fin de dificultar el forzado de las cerraduras. Entre las mismas cabe destacar el mecanismo consistente en un diente que al introducirse en una muesca que tiene el pestillo consigue inmovilizarlo y que es conocido universalmente como "francesa" o "de cifras". Otro modelo más desarrollado por el inglés Chubb se fabricó a partir de 1.818, consistiendo básicamente en unas chapas giratorias o "borjas" como "campaneras", que debían de ser alineadas por los dientes de la llave para poder desplazar el cerrojo.

Hacia el último tercio del siglo pasado, el americano Linus Yale inventó la cerradura de cilindro giratorio, la más extendida actualmente, en la que los dientes de la llave al introducirla se alinean diversos arietes o clavijas introducidos en el cilindro, de forma que desbloqueaba su giro y permitía la apertura de la cerradura o candado. Su construcción la inició la Unión Cerrajera en 1924, que lo monopolizó a nivel español hasta 1.936, al guardar celosamente los secretos de su fabricación.

Hasta finales del siglo XIX el proceso de elaboración de cerraduras y productos similares debió ser totalmente artesanal, trabajando el hierro fundamentalmente a lima, herramienta que aparece como básica en el oficio de cerrajero, junto a martillos, cinceles, buriles y terrajas entre otros.

 


El lugar de trabajo del cerrajero estaba constituido fundamentalmente por un banco de trabajo situado, preferentemente, frente a un amplio ventanal para facilitar la iluminación natural, sobre el que se apoyaba el tornillo de banco giratorio, el yunque y las herramientas descritas, así como, con frecuencia, una pequeña fragua aunque la mayoría de los trabajos se realizaban en frío.

 

Candado y llaves antiguas

 

Colocación de una cerradura sencilla

 

Cerrajeros  y oficio de cerrajería

Actualmente los cerrajeros son profesionales que se dedican al oficio de la cerrajería. La cerrajería es la actividad consistente en la reparación y mantenimientos de elementos de seguridad como cerraduras o candados, tanto de uso en puertas comunes como también en vehículos. Los cerrajeros pueden trabajar con todo tipo de sistemas de cerraduras y cierres de seguridad para puertas, si bien es cierto que al existir tantos tipos de cerraduras, candados y elementos de seguridad para puertas diferentes existe un cierto grado de especialización en el oficio de los cerrajeros.

 

Puerta de seguridad de una caja acorazada

 

El oficio de cerrajero se puede considerar casi como un arte y generalmente es aprendido de padres a hijos o de persona a persona, aunque el mentor y el aprendiz no sean familiares, conviene indicar que en la actualidad hay escuelas técnicas especializadas en enseñar el oficio de la cerrajería además de un sinfín de manuales y guías para practicar si se quiere aprender el oficio.

 


Tareas que llevan a cabo los cerrajeros. Antes de enumerarlas queremos aclarar que existen muchas más tareas que un profesional de la cerrajería puede llevar a cabo en el desarrollo de su actividad laboral, citamos las más habituales y qué tipo de actuaciones lleva a cabo un cerrajero dentro de su oficio. Podemos citar como tareas o trabajos que llevan a cabo los cerrajeros más habitualmente las siguientes:

-apertura de puertas de autos, muebles y edificios cuyas llaves se han extraviado.

-apertura de puertas relativamente elásticas sin llave, especialmente tratándose de vehículos.

-reparación y mantenimiento de cerraduras, cerrojos y candados.

-comercialización de cerraduras, cerrojos y candados.

-realización de copias de llaves existentes, que requiere un taller especializado, matrices para la elaboración de llaves y pericia en el manejo de las herramientas de cerrajería y de todos los elementos relacionados con este oficio.

-fabricación de “llaves maestras” para una serie de cerraduras similares.

-fabricación de llaves a partir de cerradura, sin copia de llaves; esta técnica es especialmente compleja y delicada.

 

Antigua cerradura artesanal

 

Moderna cerradura de seguridad

Cerrajeros en Alcantarilla

Cerrajeria. Tornillos

Corbalán Marín, A. Fabrica de tornillos. Generalisimo, 154

León Padilla, B. Cerrajero, Calvo Sotelo, 79

García Alcázar, José. Cerrajería. Moreras, 3

Cerrajería artística

 

Antigua muestra de cerrajería artística

Oficio especializado en la realización de los trabajos de fabricación, montaje y ajuste de elementos y piezas metálicas de hierro y acero para la construcción de piezas y elementos artísticos, (forja), utilizando técnicas de corte, templado, remachado y soldadura.

 

Hierro forjado artesanal

 

Origen de la ocupación

La forja de hierro descubierta por los hititas a mediados del segundo milenio antes de Cristo, se propagó por toda Europa un milenio más tarde. Debido a su fácil oxidación, nos ha quedado bien poca cosa de aquella época.

En la Edad Media, en un principio el hierro se utilizaba como un elemento de protección de las puertas; después, en momentos de más tranquilidad, evolucionó hacia la construcción de elementos decorativos y se centró inmediatamente en las bisagras y charnelas.

 

Distintos tipos de bisagras antiguas artesanales

Así mismo, fue creciendo el uso de rejas, de una gran importancia en el Gótico y mucho más en el Renacimiento. El desarrollo de estas aplicaciones del hierro forjado se debe a la invención del martillo hidráulico y de las técnicas de estampación.

 

Reja antigua de forja

En las artes decorativas el hierro forjado tuvo una gran importancia gracias a las manufacturas de los centros de fundición. En el arte románico, son numerosos los refuerzos y ornamentos de puertas, cerrojos, rejas, etc.

 


Como elemento decorativo, el modernismo reivindicó el hierro forjado, como reivindicaba también otros artes populares, y los herreros, crearon nuevas y fantasiosas fachadas de rejas, puertas, balcones y farolas.

 

Baranda artística en cerrajería de forja

El oficio de forjador ha evolucionado poco, ya que actualmente la técnica básica es la misma que hace muchos años: la forja donde se calienta el hierro y la maza para darle forma.

 

Forja a lo antiguo del hierro

 

Hierro forjado artesanal

Distintas muestras de cerrajería artística

 

Lujosa barandilla de escalera

 

Diversos artículos de forja artística para decoración

 

Artística reja antigua

 

                                  

 

 

 

Datileros

Vamos a tratar de la “Phoenix dactylifera”, que produce dátiles.

 

Palmera datilera en España

La palmera datilera es la especie de palmera más abundante en España. Junto con Whashintonia robusta forma parte del paisaje español, principalmente del litoral mediterráneo.

 

Flores masculinas  e inflorescencias masculina

Los primeros registros de esta planta en la península se remontan a la Edad del Bronce. Siendo unas semillas de dátil fosilizadas datadas cerca 2.800 a. C. en la Cueva de los Tiestos (Jumilla. Región de Murcia).

 

Flores femeninas e inflorescencia femenina

La mayoría de las versiones atribuyen, de forma errónea, que fueron los árabes y en concreto Abderramán I, quién las importó para la producción de dátiles. Sin embargo, de acuerdo con ciertas representaciones cerámicas, los íberos ya empleaban hojas de palma en complejos rituales. Plinio el Viejo y Columela citan la presencia de la palmera datilera en el sureste de Hispania, así como el aprovechamiento de su fruto.

 

Palmera datilera

 

Con la conquista musulmana de la Península Ibérica se extendió el cultivo de palmeras datileras, dando lugar al mayor palmeral de Europa, el de Elche. Por su valor económico, el palmeral de Elche fue capaz de superar el impacto de la conquista cristiana.

 

Frutos maduros y semillas

La planta se ha usado profusamente tanto como adorno como por su producción agrícola desde entonces. Siendo común encontrarlo en jardines ornamentales o como separación de lindes en huertas y plantaciones humildes.

Podemos comprar las palmeras en un vivero o cultivarlas nosotros. El mejor momento para llevar a cabo la plantación abarca desde la primavera, hasta mediados del verano.

En los palmerales cultivados hay un pie masculino por cada 25 femeninos, para asegurar la fecundación. Para asegurarse de la naturaleza de los pies, se suele usar para la reproducción los renuevos que producen las palmeras hembras.

Aclareo de dátiles. Una vez desarrollada la plantación, para mejorar el tamaño y la calidad del fruto se clarean tanto los frutos como los racimos.

 

Racimos de dátiles bien repartidos

Recolección. Los racimos de frutos se cosechan desde el suelo, con escaleras cortas, hasta que las palmeras tienen de 10 a 15 años y de ahí en adelante con escaleras, plataformas o trepando.

 

Recogiendo la cosecha

Multiplicación. Se hace por las semillas que producen palmas masculinas y femeninas y por hijuelos que produce la planta madre. Hay que regar abundantemente para conseguir que la tierra que rodea la raíz quede adherida a ellos. Este sistema da frutos a los 3 ó 4 años.

 

Semilla: corte longitudinal evidenciando el epispermo pétreo y el endospermo no ruminado

Las palmeras se usan para el aprovechamiento de sus frutos.

En España, las hojas de esta palmera, llamadas palmas, se utilizan en la celebración del Domingo de Ramos.

En 1994 se detectó por primera vez en España la presencia del “picudo rojo”, originario de Indochina, a través de unas palmeras importadas de Egipto.

La poda, es muy necesario realizar la poda de las palmeras para conservarlas en buen estado de salud durante más tiempo. Si las podamos anualmente evitamos que acumulen peso y en días de fuerte viento se vayan abajo por la resistencia que las palmas ejercen contra el viento.

 

Poda realizada

La vida de las palmeras ronda los 200-250 años, pero en el caso de las hembras se puede reducir en más de 50 años, por la razón de que las hembras tienen que soportar más peso que los machos, debido a la producción de dátiles de más de 250 kg de media en la copa.

Equipamiento de los datileros

 

Arnés

 



Artesanía de la palma

La artesanía de la palma es el arte de elaborar piezas realizadas con palma. Años atrás era considerado un oficio. En la actualidad es considerado un arte, ya que los productos tienen más finalidades decorativas.

 

Artesana cosiendo un capazo

 

Botella forrada con trenzas de palma

 

Artesanía de la palma

 

Artesano haciendo filigranas de la palma

Margallo o palma, como cualquier vegetal, vive en zonas concretas, necesitando tierra y condiciones especiales para su desarrollo. El hábitat natural es el de las tierras calcáreas, que no estén muy elevadas y a corta distancia del mar. El palmito de Cartagena.

 

El margallo

 

Trabajo del datilero

Hablamos con Ginés, un oficial palmerero de toda la vida. Nos dice que las palmeras ofrecen una bonita imagen en Murcia, su esbelta figura decora el paisaje. Habla que es necesario podarlas todos los años, por lo que es necesario subir por el tronco y realizar un difícil trabajo. Afirma que el oficio consiste en trabajar la palmera, que hoy en día es un elemento ornamental por lo que hay que adecuarla para su lucimiento. Hablando de lo peligroso de subir a la palmera se utilizaban cuerdas de pita y sacos de patatas que se liaban en la cuerda y terminaba en una argolla y con un cable en el interior. Con el tiempo llegaron herramientas homologadas con material tomado de los montañeros con todos los elementos de seguridad: casco, guantes, gafas protectoras, arnés… dice que desde la época de los árabes tenemos la palmera datilera que, en la región de Murcia, a lo largo de la historia se ha usado como sombra y sus dátiles como alimento.

Datileros

El “Salio” pariente de Ángel Salinas, vendía dátiles. Primo de Paco Salinas.

Guillamón, el datilero, primo de Ginés.

 

 

 

 

 

 

 

ebanistas

Se designa con el término de ebanistería al arte y al oficio de fabricar muebles a partir de maderas finas como es el caso del ébano, del cual tomó su denominación. El ébano es una madera que proviene del árbol homónimo de una gran altura. La madera es pesada y muy sólida, bien negra en el centro y más blanca hacia la zona de la corteza.

 

Inicio de la obra de arte

Ebanistería

Los ebanistas trabajan en el diseño y la elaboración de muebles, generalmente con maderas de calidad; ajustan las piezas con gran precisión, aplicando al mismo tiempo sus conocimientos sobre las características y propiedades de cada variedad de madera.
La elaboración de las ensambladuras es una de las labores más importantes en el oficio del ebanista y del carpintero.

El trabajo de los ebanistas concluye cuando el objeto ha sido suavizado con papel de lija o lana de acero, para eliminar las señales que hayan dejado las herramientas de corte, y cuando les han aplicado los productos de acabado.

Estos productos sirven para proteger y conservar la madera y para realzar la belleza de la veta o, en algunos casos, para esconder las imperfecciones de maderas de calidad inferior de cama.

 

Arca de gran lujo

Los acabados más comunes son ceras, aceites, decolorantes, tapaporos, tintes, lacas, barnices, selladores, pinturas y esmaltes. Los barnices de poliuretano forman una capa protectora muy duradera que impermeabiliza y realza el encanto y la belleza de la veta.

Tipos de ensambladuras

Hay muchos tipos de ensambladuras para asegurar piezas de madera. La elección de la ensambladura depende de la calidad de la madera, de las tensiones a las que va a estar sometida y de los gustos del artesano.

 

Ensamblaje de un cabezal

La ensambladura más sencilla y más familiar es la que se utiliza para hacer cajas. Las dos piezas de madera se colocan en ángulo recto y se aseguran con clavos, tornillos o cola. El machihembrado es una de las más antiguas, y se utiliza sobre todo en la instalación de parqués o tarimas. Este tipo de junta se realiza actualmente en la serrería, y el carpintero sólo se encarga de acoplar las piezas.

La ensambladura en bisel se realiza cortando los extremos de las maderas en ángulo oblicuo, de forma que los cortes de las piezas coinciden en la misma línea o en ángulo recto. Se llama inglete al corte en ángulo de 45°. Los cortes para la ensambladura en inglete suelen hacerse a mano serrando la madera en la ingleteadora, que es una caja con unas ranuras que guían el corte recto o a inglete.

 

Para la realización de un comedor hay que combinar todos los tipos de ensambladura


La ensambladura de dado o por incisión, muy utilizada en estanterías, libreros, baldas y cajones, se realiza cortando un surco en la pieza con una fresa. El borde de la otra pieza se encaja y encola, y a veces también se clava.

La ensambladura de ranura es similar, sólo que el surco se realiza en un extremo de una de las piezas y tiene un lado abierto.

La ensambladura a media madera es una de las más versátiles. Hay varios tipos: en cruz, que se suele utilizar en construcción, en esquina y en T, que se utilizan para elaborar muebles.
La ensambladura a cola de milano y la de muesca se emplean en la fabricación de muebles de calidad. La de cola de milano se utiliza para unir con fuerza dos piezas en ángulo recto. En algunos casos los carpinteros hacen taladros e insertan unas clavijas pequeñas de madera para hacer ensamblajes ocultos.

La ensambladura a espiga y mortaja se utiliza para unir dos piezas perpendicularmente. Una de las piezas se corta para que tenga una prolongación rectangular en un extremo, la espiga. Esta prolongación se introduce y ajusta en un hueco vaciado en la otra pieza, que es la mortaja.

 

Cama de matrimonio de la casa de Antón, realizada por él mismo

Antonio Zamora “Antón”. Antonio Zamora Martínez empezó a trabajar a los once años clavando púas en la fábrica de Galindo. Luego trabajó con Perico “el horchatero”, haciendo mesas de camilla en el Mercado. Trabajó con el “Nene chico” haciendo puertas, ventanas, etc. Pero él quería hacer muebles, y a los 14 años se fue a Pérez Díaz (yerno de Lajarín, el de los muebles); trabajo desde lo más sencillo, lo que le facilitó ir cogiendo experiencia y técnica en el oficio.

 

Zafero artesanal fabricado por Antón para su dormitorio

Como consecuencia de su buen hacer llegó a ser encargado del taller, cargo que desempeñó hasta su jubilación a los 62 años. Hacía comedores: mesas, aparadores, dormitorios, salas de estar, tresillos, vitrinas, etc.

 

Cómoda con espejo, obra de Antón

Félix Moreno Belmonte, (2-3-1940), dominaba todas las facetas de la madera: era carpintero, ebanista, tallista. De joven comenzó a trabajar con Fernando Ortuño, “El Mantecas”, Muebles Guerrero, Unión Comercial del mueble… Por su cuenta reparaba y restauraba muebles antiguos.

Por su gran capacidad y habilidad le encargaban trabajos varios talleres de carpintería.

Tuvo también un taller-escuela donde impartía clases de dibujo artístico aplicado a la talla de madera y clases prácticas de manejo de las herramientas propias.

 

Puerta, prodigio de ebanistería, realizada por Félix Moreno

Trabajos destacados en Alcantarilla son: la puerta de la casa de Pepe Marín en la calle Ruiz Carrillo. Ayudó en la puerta de la Iglesia de Campoamor con Fernando Ortuño. Hacía remates de escalera.

 

Bonita tabla con reproducción de paisajes de la rueda y Museo de la Huerta, autor Félix Moreno

Trabajó con Pepe y Pedro Hernández Caballero en las tallas de las cajas de muerto. Muebles de artesanía Murcia.

Talló gran cantidad de cuadros con motivos locales.

En Totana realiza la fábrica de madera de tronos, altares, retablos de iglesias, cabeceros de cama…

 

Bonita puerta tallada en el piso de su nieto Félix

 

Ebanistas en Alcantarilla

Posiblemente el trabajo más antiguo que todavía exista es el dormitorio de Resurrección Fuentes Zamora, mujer de José López Martínez (de la serrería) realizado posiblemente por su tío Zamora hacia 1908.

 

Resurrección utilizó poco el dormitorio ya que falleció de sobreparto de su hija Resurrección cuando contaba 29 años (su hija se casó años después con Miguel Cascales Sánchez, conservero)

José Martínez Lorente, “el Matachín”, era el menor de 8 hermanos y con su otro hermano, los dos menores de la familia, se dedicaron a la carpintería en el taller de su tío Gabriel, que tenía taller y tienda de exposición en la calle Mayor.

 

Gabriel perdió la vista en los dos ojos y dejó la carpintería, dedicándose a corredor de fincas, actividad que le fue muy lucrativa. La familia de José edifico un barracón en la huerta por la zona del Riacho, entrando por el puente de los “dos ojos”.

 

José y su mujer

Siguieron dedicándose a la carpintería centrados en la ebanistería y la fabricación de muebles de calidad.

 

Primer aparador que fabricaron José y su hermano

Una muestra de su buen trabajo fue el encargo del “Nuevo Rico” -don Alonso Yúfera- de la realización de todos los muebles para la casa que se había construido en la esquina de la calle de La Nona con la de los Pasos, dando frente a la calle Mayor.

Un rato de fiesta después de la tarea

El apodo de “Matachín”, que él no lo era, le venía de su hermano mayor, Juan, que alternaba las matanzas con el oficio de corredor de frutas de la fábrica Hero en las temporadas de primavera-verano. Juan era padre de los famosos matachines Gabriel y Dionisio.

 

José en el centro y a su izquierda su amigo Paco “el Sol”

José era carpintero de siempre, pero a veces alternaba el oficio con el de charcutero; el no mató nunca los animales, le traían las canales del matadero y fabricaba unos embutidos que tenían una venta rápida en el despacho que abrió con su tío Francisco en la C/ Matemático Férez. Como tenía tanto trabajo dejó la sociedad con su tío y dedicaba el tiempo libre a la compra de fruta para la fábrica Hero, con Ginés Teruel, “El Gato”. En la temporada de recogida de albaricoque y melocotones, aquí en la huerta, llevaba un tajo dedicada a la recolección. Cuando acababa la temporada en Alcantarilla, compraba en Lérida la pera y el melocotón de aquella zona.

 

En la recogida de fruta en la huerta

Abandonó la correduría de fruta y se dedicó a la tienda con la ayuda de su mujer y sus hijos, entre ellos Gabriel, estudiante de medicina, que le ayudaba los fines de semana.

Se retiró joven, una vez que sus hijos acabaron la carrera, y viendo cumplido el sueño de que su hijo Gabriel fuera militar, logrando el grado de oficial, aunque ya trabajaba como médico.

 

Detalle de trabajos de ebanista

Gregorio Moya.  Era el autor de los dibujos para las tallas y los diseños de los muebles de artesanía de la carpintería de Ginés Gómez Orenes.

Paco “el Sisa”. Muebles Era el encargado de la sección de construcción de muebles de la carpintería de Ginés Gómez Orenes.

Un trío de ases de la ebanistería

Los tres personajes de los que voy a hacer una semblanza están unidos por una pasión común: el trabajo bien hecho, buscando la perfección máxima y el amor por el material usado en su trabajo, la madera. Son ebanistas, nombre tomado de la madera de “Ébano”, pero su amor por la madera se expande a las de olivo, nogal, pino del Canadá y de Oregón y de otras maderas preciosas y eternas. Siempre han manifestado su diferencia como una clase aparte de los carpinteros, la cima de la profesión. Un ebanista puede ser carpintero, pero un carpintero no será nunca un ebanista

 

Juan Antonio, “el Bolero”

Empiezo con Juan Antonio García Lorente, “El Bolero”, empezó de niño como aprendiz con el “Muso”, Juan carrillo Silla, donde estuvo trabajando un año. Luego trabajó con Jesús “el Rambla”, Jesús Almagro Riquelme, que trabajaba con Pepe Guerrero. Juan hizo el servicio militar y cuando lo terminó se colocó en el servicio de aguas de la Contraparada, pues Jesús estaba trabajando en Francia. En la Contraparada sólo estuvo un mes, pues a través de su padre fue contratado por Pedro Díaz Sandoval, con el que estuvo trabajando 8 ó 9 años. Luego estuvo trabajando en Alemania durante tres años, no en su oficio, aunque la empresa quería que trabajara de ebanista. Cuando volvió seguía trabajando en lo suyo y por las noches en su casa hacia muebles para los conocidos.

 

Magnífica coqueta realizada en nogal natural

Cuando sus amigos iban a contraer matrimonio se juntaban todos y le hacían al novio los muebles. Cuando él fue a contraer matrimonio todos sus amigos estaban casados y no podían ayudarle. Con el tiempo montó una gran tienda de venta de muebles en la calle del Ferrocarril, con dos grandes plantas de exposición. Allí vendía muebles de una gran calidad con las mejores maderas del mercado, huyendo de los muebles fabricados con madera de aglomerado.

Jesús y su mujer Catalina                

Jesús Almagro Riquelme, “El Rambla”. Jesús empezó a trabajar con Pepe Guerrero y luego se estableció en su casa por su cuenta. Por pequeñas diferencias de carácter con su madre se trasladó a la calle Tropel donde puso su taller. Allí permaneció unos seis meses. Entonces se estableció en la zona del Camino de los Romanos en la Calle Buenavista. Allí trabajo con él Juan Antonio “El Bolero” durante más de cuatro años, hasta que se fue a la mili. Según Juan Antonio era de genio vivo y las cosas había que hacerlas a la perfección, cuidando todos los detalles de la fabricación al máximo. También trabajaba en el taller de Jesús Fulgencio “el Chato”, que hacía las tallas de los comedores y dormitorios además de fabricar percheros. Tallaba los remates de las barandillas de las escaleras, cabezas de león, águila. Era un artista consumado. Jesús fabricaba toda clase de muebles, comedores, las sillas, aparadores, coquetas, rinconeras. Su taller tenía todas las maquinas más adelantadas para la realización de los mejores muebles. Un problema de contracción de tendones en las manos, después de muchas consultas médicas y operaciones le obligaron a dejar la actividad y dedicarse a otros trabajos donde no eran necesarias sus manos.

 

Pedro Díaz Sandoval

 

Magnífico dormitorio fabricado con pino de Canadá

En palabras de su amigo Pedro Hernández Caballero, era una buena persona. Era muy buen ebanista, trabajador y un gran amigo.

 

Detalle de la talla del copete de la cama

Realizó muebles de alta categoría, destinados a los clientes de mayor poder adquisitivo. Todos los muebles que fabricaba se hacían por encargo personal de los compradores. Hoy se pueden contemplar en perfecto estado algunas de sus creaciones en los domicilios de Antonio Ibáñez, don Francisco Ibáñez (el médico), los Galindos, la hija de Pérez Almagro (don Fulgencio), Francisco López Lorenzo, hijo de Pascual López.

 

Aparador con espejo

Juan Antonio “el Bolero” trabajó con él. Pedro era el director de una orquesta que funcionaba a la perfección sin ningún desafino. Él se dedicaba al diseño de los muebles de lujo que le encargaban gente con posibles del pueblo y de Murcia. Tenía tres oficiales que eran como encargados: Antonio, Miguel y Juan Antonio, “el Bolero”, al que dejaba como encargado del taller cuando iba a Murcia. Había además tres ayudantes y algunos aprendices.

 

Espléndida vitrina

 

Pedro, un hombre muy culto con una gran formación, era muy exigente con las capacidades y habilidades de la gente a la que contrataba, algunos le duraban menos de una semana. Exigía la máxima perfección en el trabajo a ebanistas, tallistas, pulimentadores, tapiceros…

 

Comedor en la casa de D. Francisco Ibáñez

 

Vitrina, casa de D. Francisco Ibáñez

 

Otro magnífico aparador

Las primeras cuatro fotografías anteriores corresponden a parte de los muebles fabricados por Pedro Díaz Sandoval para el domicilio de Francisco López Lorenzo. Las fotos quinta y sexta a muebles de D. Francisco Ibáñez (fotos José Riquelme)

Me cuenta Juan Antonio, como reflexión final a una tarde de confidencias, que en la ebanistería hay que tener un gusto artístico y saber trabajar las distintas clases de madera.

 

Cuna realizada por Juan Antonio “el Bolero”

Lo cual confirma con el cariño que me muestra una artística cuna hecha con madera de olivo; mientras me cuenta la dificultad de unir esta madera en aquellos tiempos, con las colas que ellos mismos fabricaban, por la gran cantidad de aceite que contenía.

 

La parte trasera de la cuna

Me muestra la belleza de un aparador de comedor de nogal, destacando la pureza de la veta natural de la madera…

 

Magnífico conjunto apilable de comedor en nogal

 

Un difícil ejemplo de ensamble

 

Bonito trabajo de Jesús

Alonso Lorente Jiménez, hermano de padre del Maestro Roque. Era un afamado ebanista, especializado en la realización de todo tipo de muebles. Destaca entre sus realizaciones el encargo que le hizo el alcalde Juan Antonio López Hurtado para la realización de la puerta del nuevo Ayuntamiento de Alcantarilla, allá por los años 40.

 

Puerta del Ayuntamiento de Alcantarilla (foto José Riquelme)

 

Detalle del escudo de Alcantarilla

 

                                  

 

 

 

 

 

esenciero

Ejemplo de destilación de cualquier planta

Recibí de unos buenos amigos, por mi cumpleaños, un regalo muy especial: un objeto del que habíamos hablado, en las largas noches de inverno, como una cosa entretenida y de la que podía obtener productos de origen natural, de gran calidad y a nuestro gusto, sin tener que realizar un gran gasto. Se trataba de un precioso alambique de cobre para que pudiera extraer mis propios aceites esenciales de las plantas medicinales. Así que aprovechando que el tomillo está en plena floración he recolectado algunas plantas. Segándolas, sin arrancar la raíz y me puse a destilar. Previamente había consultado textos y conversado con amigos que se dedicaban a destilar plantas a nivel semiprofesional pero de manera artesanal, luego hablaré de uno de ellos.

Empecé desembalando el alambique y procediendo a su limpieza, para eliminar la grasa y los aceites que pudiera llevar el aparato. Luego procedí a su montaje y a hacerle una prueba de estanqueidad, para que no perdiera vapor cuando estuviera en funcionamiento.

 

Alcohol de romero obtenido por maceración

 

Alambique montado

Añadir las plantas

Mi alambique consta de rejilla, esto hace que las plantas no estén en contacto directo con el agua y que los aceites se separen solo por evaporación. Se llena de agua hasta la rejilla. Se debe utilizar agua de pozo, mineral o de fuente, mejor si no es del grifo. Ahora ya podemos llenar la caldera con las hierbas que queramos destilar, en este caso he usado tomillo.

Alambique lleno de tomillo

 

Destilar

Ahora es el momento de colocar el capacete y unirlo al serpentín. Se coloca al fuego y a esperar. Se llena la cubeta que contiene el serpentín con agua fría. A medida que el vapor vaya pasando por el serpentín esa agua subirá mucho de temperatura, por lo que hay que intentar que se mantenga más o menos fría. Se le puede poner una manguera que va añadiendo un flujo constante de agua fría y luego otra manguera cebada que va sacando la misma cantidad de agua caliente. Y cuando llevas un ratito, como por arte de magia, esto es lo que ocurre:

 

Hidrolato y aceite esencial de tomillo

Como podemos observar el aceite esencial se va quedando en la superficie con un color dorado, y el resto es el hidrolato que tiene una tonalidad blanquecina. Cuando deje de salir hidrolato, se apaga el fuego y se deja enfriar el alambique.

Separación del aceite esencial y del hidrolato: hay que recoger el aceite esencial con un cuentagotas, y meterlo en un recipiente. He sacado unos 10 ml de aceite esencial.

Y este es el resultado:

 

                                       Aceite esencial de tomillo                           

¿Cómo se realiza la extracción de aceites esenciales?

Este sencillo gráfico esquemático explica el proceso de destilación, que hemos leído anteriormente.

 


Para la extracción de aceites esenciales de plantas aromáticas, el proceso de destilación es el método principal utilizado en la extracción de los aromas de las plantas.

José López Rodríguez, Pepe “Hachazos”.

Introducción al personaje

Pepe ha tenido siempre, un cariñoso recuerdo con su madre, a la que perdió cuando era niño.

 

 

Personaje nacido en Fuente Librilla, se trasladó de niño con su familia al paraje de “los Cuadrados”, donde tenían una finca.

 

Reproducción de una página del libro “Volverá la alegría al campo”

 


Pepe “Hachazos” es un enamorado de la agricultura. Ha experimentado todas las técnicas que han caído en sus manos y los modos de cultivar que él mismo ha desarrollado.

En su finca de “Los Cuadrados” ha cultivado tomates, pimientos, berenjenas, etc., de secano, y ha obtenido unas cosechas de frutos con un sabor y un aspecto inigualable, ésto va unido a que practica una agricultura sin abonos químicos totalmente ecológica.

 

Cultivo de tomates de secano

Me cuenta que a los doce años hizo su primer trato, con su padre. Éste le mandó a buscar patatas de siembra. Su padre, según la tradición, plantó las patatas en viernes de luna menguante. Él plantó enfrente una tabla dos días después. En la recolección, las patatas que sembró él dos días después dieron el doble de rendimiento.

 

Una buena tabla de patatas de secano

Ha investigado mucho en la agricultura y fruto de ello es la publicación de un libro donde recoge el resultado de sus investigaciones y prácticas agrícolas, llamado: “Volverá la alegría al Campo”. Regaló ejemplares del libro a todos los ayuntamientos de la región.

¿Cuándo empezaste con el trabajo de la destilación?

Desde siempre, pero a partir de los 50 años me dediqué a ella en exclusiva. Me acompañaban mis hijos José y Francisco.

¿Qué te motivo, teniendo tus tierras, a dedicarte a la destilación de hierbas aromáticas y medicinales?

La destilación es una parte de la agricultura. Es un arte y sale de la esencia de la agricultura, el monte es agricultura donde coges las hierbas aromáticas y medicinales y, si las siembras, sigue siéndolo.

¿Dónde y de quién aprendiste el método de destilar?

Fue un autoaprendizaje. El oficio se adquiere aprendiendo de errores, sólo te puedes equivocar una vez, pues cada error te cuesta una gran cantidad de dinero en pérdidas.

¿Fueron difíciles los principios?

Sí, un señor, José “el Centeno” colocó una caldera en los Cuadrados, donde tenemos las tierras y me dio una pequeña lección. Viendo el futuro que podría tener aquello destilando le compró la caldera, ya que una familia podía comer con las ganancias. La caldera era de 60 arrobas de capacidad y después compró otra de 90 arrobas.

Tenía calderas en cuatro lugares:

-Carretera de El Berro en la salida de las Ramblas.

-Caserío de los Cuadrados, 2 calderas.

-En la curva de Gebas.

-En Granada.

 


¿Dónde conseguías las hierbas, habida cuenta de la gran cantidad que destilabas?

En las subastas que se realizaban de parcelas de recolección en el perímetro de la Sierra por el ingeniero jefe. Una vez adjudicada una zona donde segar te hacían un contrato, que llevabas siempre encima, para que no te sancionaran los agentes forestales. La opinión de Pepe es que para el campo es mejor arrancar la planta, sobre todo en el tomillo, que segarla, ya que al sujetar la planta y tirar con la corvilla para segarla, se removían las raíces y la planta se secaba, si la arrancabas, las raíces que quedaban retoñaban.

Según la época del año y el estado de las plantas hacia una destilación de diversas plantas: tomillo, romero, gayuba, salvia, flores silvestres, naranjo, mandarino, sabina e incluso pino.

¿Había mucha competencia en aquellos tiempos en el negocio?

Sí, porque todos se dedicaban a este negocio de manera artesanal; bien fuera destilando o vendiendo la planta cosechada, o la hoja de ésta, después de secarla.

¿Qué combustible usabas en plena sierra para el proceso de destilación?

Los desechos, el desbroce y luego la misma planta que había destilado, cuando estaba seca, de manera que reciclábamos todo y evitábamos la contaminación.

¿Qué cantidad de aceite esencial obtenías de cada proceso de destilación?

Había una medida para llenar la caldera y evitar que las hierbas se calentasen. Esta cantidad dependía del estado de la hierba, que esta tuviera más o menos esencia, lo cual comprobábamos cortando la mata junto a la nariz y oliéndola. No se podía calcular el resultado de manera fija, cada carga daba una cantidad diferente que la anterior o la siguiente.

 

Otra de las calderas usada por Pepe para la destilación

¿Dónde y a quién vendías el aceite esencial que obtenías de la destilación?

Se vendía a Bernal Lorente, en Totana; a Muñoz Gálvez, en Murcia y a Roque Millor. Se llevaban la esencia y la hoja de romero y tomillo, en seco.

¿Qué precio obtenías por el producto?

Pagaban 20 pesetas por un kilo de tomillo. La esencia, unas 40.000 pesetas por un kilogramo y la jara hasta medio millón el kilogramo.

¿Vendías plantas aromáticas y medicinales en fresco?

Hoja de tomillo y romero en seco, algunas veces jara.

¿Cuál fue la causa del abandono de la destilación?

Llego un momento que aquí no se podía conseguir una mata para destilar, se endurecieron las condiciones para recolectar en la sierra, para nosotros y para los ganaderos. Entonces tuvimos que emigrar a Guadalajara, Córdoba, Zaragoza… y allí subastábamos; el transporte de las hierbas a Murcia era caro. Entonces llevamos la caldera a las zonas donde subastábamos y allí se destilaba. La gente venía con un manojo de matas y había que pesarlo y pagárselo. Pero no era rentable ya, el desplazamiento, la pensión…

¿Recuerdas alguna anécdota que te ocurriera durante el tiempo que te dedicaste a la destilación?

Cómo digo en algunos sitios había problemas. En Granada, en la Venta del Romeral puse una caldera y tenía que pesar lo que me llevaban aunque perdiera  dinero, pues algunas matas no servían para nada. Aquí en la Cañá Milano se le quemaron 700.000 pesetas de género que ardieron en 20 minutos.

 

José López Rodríguez, “Pepe Hachazos”, en la actualidad. (Foto José Riquelme)

José “el Hachazos”, un hombre de filosofía muy particular, ha destacada en multitud de actividades, trabajador incansable, renuncia a la jubilación. Poeta y moralista tiene poemas, consejos y recomendaciones a montones. Yo me quedo con una, con la que estoy completamente de acuerdo: No te jubiles nunca: “Y si te jubilas y no haces nada,…te caga la moscarda”

¿Dónde encontrar hoy en día estas esencias?

La industria de la obtención de aceites esenciales está, hoy en día, altamente tecnificada con importantes empresas con grandes inversiones de capital en tecnología y de inversión en I+D. Estas empresas obtienen un gran beneficio con la venta de sus productos. Generalmente son importantes multinacionales con implantación en todos los países desarrollados, que comercializan sus productos a través de grandes almacenes, centros comerciales e incluso en grandes tiendas ampliamente especializadas en la venta de estos productos. Sus precios son carísimos. Un frasco de perfume, buenísimo naturalmente, en un recipiente de diseño, cuesta un dineral. Lógicamente son marcas reconocidas con grandes inversiones, pero con un problema para el potencial comprador motivado por los elevadísimos precios de venta al público.

Esto ha creado un mercado paralelo de productos donde cualquiera puede encontrar el perfume más caro de una gran tienda a un precio asequible y despachado a granel.

Hay que tener el olfato muy fino y entrenado para distinguir la diferencia. Estos productos se pueden encontrar en tiendas pequeñas, en mercados y mercadillos. La calidad no es la misma pero los efectos para los potenciales compradores son satisfactorios.

Así en el mercado semanal de Alcantarilla podemos encontrar diversos puestos, donde venden estos productos, de calidad, pero sin marca y más baratos:

 



 

 

 



Muñoz Gálvez S.A.

 


Hablo con Magdalena Casales Bayona, técnico superior de MGSA, con 30 años de antigüedad en la empresa y responsable de espectrometría de masas. Magdalena es especialista con un grado de técnico superior en química.

Magdalena es residente en Alcantarilla, por lo tanto entra en el ámbito de este trabajo de oficios antiguos en la villa de Alcantarilla.

 

Magdalena Casales Bayona

Magdalena Casales Bayona.

Magdalena me cuenta someramente la historia, desarrollo y la adaptación a las nuevas tecnologías, sin renunciar a la tradición artesanal y la calidad de los productos de la empresa Muñoz Gálvez S.A.

Primeramente me traza un esquema de la evolución de la empresa desde sus inicios allá por los años 40.

 

                                             


           

Esquema del desarrollo de la empresa

 


Cuenta que la empresa fue fundada en el año 1928 por Pedro Muñoz y su hermano Francisco y que entre sus principales actividades comerciales podríamos destacar, en aquellos entonces:

Herboristería, como cola de caballo, hojas de tomillo, flores de amapola.

Cañizo, para fabricar cañas de pescar.

Derivados de gusanos de seda, que era en aquellos tiempos una potente industria en la región.

En 1941 la compañía cambia el nombre por Destilerías Muñoz Gálvez S.A., centrando sus actividades en:

Herboristería, como romero, espliego, salvia, mejorana, tomillo rojo, genciana…

Anís y pimentón.

 


Llegado a los años 50 y los 60 Muñoz se convierte en uno de los fabricantes líderes y exportadores de pimentón, miel y alcaparras se convierten en dos líneas de producción en la empresa. A pesar de esto la Herboristería crece como el principal negocio dentro de la empresa.

Muñoz comienza la destilación y rectificación de algunos “aceites esenciales”, especialmente Eucalyptus Globulus, con altas calidades. Se inician las destilaciones de aceites esenciales de romero, espliego, tomillo rojo, anís pimpinela o menta.

En los años 60 se incrementa la destilación de Aceites Esenciales de plantas de origen nacional.

 


Empiezan a trabajar con productos químicos naturales, produciendo Menthol Puro a partir de A.E. de poleo y se inicia la producción de Anetol usando anís estrellado.

A mediados de los 60 un pequeño grupo de perfumistas y técnicos trabajan ya en el desarrollo de Aromas y Fragancias, dando servicio a las industrias de bebidas alcohólicas y alimentación, como evolución comercial de los aceites esenciales y productos químicos naturales. En estos años la empresa inicia y desarrolla su línea básica de productos básicos a partir de aguarrás, como Terpinoleno, Terpineol e Hidrato de Terpina.

 


Tras un intenso trabajo de investigación, se comienzan a producir en cantidades importantes nuevos productos químico-aromáticos.

Durante los años 70 y 80, nuevos procesos y productos se incorporan a la producción de la empresa, consiguiendo relevancia mundial en los años 90 y posteriores.

En 2005; DMG inició un programa de investigación para reducir el uso de recursos naturales dentro de nuestros procesos de fabricación: agua, electricidad, combustibles fósiles, materias primas… Destilerías reutiliza el 55% de los residuos generados en nuestra planta química. La planta química no requiere el tratamiento de aguas residuales y en los últimos 12 años, el consumo de agua se ha reducido en un 90% con un incremento de nuestra producción del 30%.

 


En los últimos años se ha dado un gran impulso a las especialidades de Aromas y Fragancias, desarrollando una completa trazabilidad; creando un departamento de I+D y fabricación a medida para cumplir especificaciones de clientes; un departamento de regulación química; un sistema de dosificación robotizado y lotes de fabricación de hasta 15 toneladas… y seguimos.

 

Instalaciones del moderno laboratorio

 

Así era la destilación tradicional

 






especieros

Definición de especiero en el diccionario español

La primera definición de especiero en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española es:

-persona que comercia en especias.

-armario pequeño con varios cajones para guardar las especias.

-hombre que preparaba y expendía medicinas.

Por lo tanto, un especiero, por definición, es aquella persona que tiene por oficio vender especias, amén de ser también el pequeño mueble, generalmente con estantes y cajones, donde se guardan dichas especias.

 

Los especieros en la baja Edad Media

Pero en la Edad Media el especiero, además de comerciar con especias, se encargaba de mezclar debidamente éstas y, o, plantas medicinales y elaborar los fármacos que le indicaba el médico para aliviar o curar las enfermedades de los pacientes. A estos especieros, en los textos latinos, se les llamó apothecarius, y el arte que desarrollaban, apothecaria, que ya en la época moderna fue conocido como “boticario”, siendo la “botica” su lugar de trabajo. La palabra botica deriva del griego “αποθηκη (apotheke), pudiendo traducirse como “almacén” o “tienda”. Es decir, que en la época medieval este especiero, aphotecario o boticario, era lo que hoy conocemos como el “farmacéutico”.

 

Especiero antiguo


Las prácticas farmacéuticas no existieron en la Alta Edad Media.

El arte de sanar a los enfermos únicamente era practicado por religiosos y monjes, en conventos y monasterios, Reminiscencias de aquéllas prácticas son los distintos brebajes, ungüentos y licores de hierbas que todavía elaboran y comercializan actualmente algunos frailes y monjes en diferentes conventos y cenobios de la geografía española.

 

Juego de pesas, imprescindibles para pesar los diferentes componentes de las mezclas

La primera referencia en España en la que aparece la figura del boticario, con carácter de Oficio Real, es en un documento de los archivos municipales burgaleses en la Corte de Castilla con Fernando III el Santo en el que una pragmática de 1217 faculta al Boticario Real para prohibir la venta de vino, de tal manera que pueda delegar, si fuera necesario, en otra persona.

Con posterioridad, en 1263, aparece la figura del boticario, como oficio, en el Código de las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio, donde dice que se aplicará la pena de muerte al boticario que sin mandato del médico diese a comer o beber medicinas que causaren la muerte. 

Cuando entre los siglos XII y XIII surge en Toledo el fenómeno cultural conocido como Escuela de Traductores, se empieza a recibir la ciencia oriental y se traducen obras sobre ciencia médica árabe.

 

La rebotica, un auténtico laboratorio

Casi al mismo tiempo se produjo la separación definitiva entre medicina y farmacia, pues ambas son  ciencias bastantes complejas y requieren, para su mejor estudio, una especialización por separado

La importancia que la medicina medieval otorgaba a los fármacos supuso que el especiero de entonces gozara de una gran relevancia social, por lo cual se fue desarrollando una especialización en el arte de elaboración de medicamentos. El apothecario debía conocer todas las técnicas de la botica: conocimiento, clasificación y elección de las plantas y de sus distintas partes (raíces, tallos, brotes, hojas, pétalos y estambres de las flores, etc.), trituración de las mismas, cantidad o porcentaje a aplicar, técnicas y tiempos de cocción, destilación, maceración, sublimación, confección, decantación,…y el uso de determinados y específicos objetos para la manipulación, como balanzas de precisión, probetas, tubos, decantadores,…por lo que no era fácil ser especiero. Pero el especiero, o boticario, de la Edad Media, no sólo se dedicaba a la elaboración y venta de medicamentos, sino que además era también herbolario, droguero, papelero, cerero, confitero y perfumista.

 

Diversos productos en la rebotica preparados para las mezclas

Con la aparición de las Cofradías y Gremios, el boticario se especializó en la elaboración de los fármacos. Existían aprendices que se instalaban en casa del maestro boticario para aprender el oficio, y el de boticario era uno de los aprendizajes más largos que existían. Pero no fue hasta los Reyes Católicos cuando se empezó a legislar seriamente sobre el particular.

Fue, pues, durante el Renacimiento, cuando la ciencia farmacéutica avanza considerablemente, pues las nuevas drogas y plantas medicinales traídas de las Indias Occidentales, y también Orientales, obligaron a actualizar los textos botánicos existentes hasta entonces.                   

En España, el primer tratado farmacéutico que se conoce, escrito por un boticario, es el  Liber in examen apothecariorum, escrito por Pere Benet Mateu. Desde entonces, la práctica y elaboración de soluciones farmacológicas y medicinales fue evolucionando considerablemente en el transcurso de los siglos hasta convertirse en la actual industria farmacológica, si bien, aún en el pasado siglo, los boticarios de los pueblos y ciudades de España preparaban en sus boticas las soluciones farmacológicas para muchas dolencias y enfermedades en un auténtico laboratorio entre tarros de especias, hierbas, plantas y productos químicos.

Personas que comercian con especias

Tiendas especializadas de herboristería en Alcantarilla:

Armonia Herbolario. Calle Mayor, Alcantarilla - 868 972 448

Herbolario el Arenal. Avenida Martinez Campos, 15, Alcantarilla - 968 893 513

Herbolario Carmen. Herboristería. Plaza Entrevías 4, Alcantarilla - 968 893 185

Herbolario de Alcántara. Avda. Reyes Católicos, 4, Alcantarilla - 968 891 983

Santiveri Alcantarilla. Herboristería. Calle Mayor, 85, Alcantarilla - 868 948 595

Mercados, en el mercado de los miércoles viene este señor que vende toda clase de especias y hierbas.

 

 

Farmacias.

Buscar folletos que explican las propiedades de las plantas.

¿Qué es una planta medicinal?

¿Qué es una planta medicinal? Damos el nombre de planta medicinal a toda aquel vegetal que tiene propiedades positivas que pueden ser utilizadas bien directamente o bien maceradas o en infusión con el fin de contribuir a una recuperación o mejora del estado de salud de un sujeto con algún tipo de enfermedad.

Las plantas medicinales, también llamadas hierbas medicinales, se han descubierto y utilizado en las prácticas de medicina tradicional desde tiempos prehistóricos. Las plantas sintetizan cientos de compuestos químicos para funciones que incluyen la defensa contra insectos, hongos, enfermedades y mamíferos herbívoros.

¿Cómo se preparan las plantas medicinales?

Las tisanas constituyen probablemente la forma de administración líquida más simple y popular de preparar las plantas medicinales. Son el resultado de la acción del agua sobre los productos vegetales. Para prepararlas se suele recurrir a uno de los siguientes procesos extractivos: infusión, decocción y maceración.

Mezclas que se utilizan para remedio de algunas enfermedades o dolencias y que se pueden encontrar en los herbolario

Para disminuir el colesterol. Combate los niveles altos del colesterol LDL Se indica asimismo en caso de triglicéridos altos y puede ayudar a controlar la tensión sanguínea y a prevenir los trastornos cardiovasculares.

Ingredientes: Alcachofera, hoja de almez, frutos de paliure y anís verde.

Para aliviar el estreñimiento. Ayuda a resolver problemas de estreñimiento, ya sean temporales o crónicos.   

Ingredientes: Raiz de malvavisco, frángula y anís verde.

Para disfrutar de digestiones sin gases. Se recomienda para prevenir o combatir la acumulación de gases, la hinchazón abdominal y la pesadez de estómago. 

Ingredientes: Anís verde, hinojo, cilantro y anís estrellado.

Para mejorar la circulación. Para aquellas personas se les inflaman los tobillos por problemas de circulación sanguínea. Está indicada para el tratamiento de varices, flebitis y hemorroides.

Ingredientes: Hojas de harmamelis, hojas de ginkgo, rusco y anís estrellado.

 

Para el dolor en las articulaciones. Se indica para los dolores articulares, que a la larga pueden resultar limitantes. Se aconseja también para mejorar la gota, la artritis reumatoide, el dolor de espalda y de cadera, los dolores por malas posturas y las neuralgias, entre otros.

Ingredientes: Harpagofito, hojas de fresno, hojas de coronilla de fraile (globularia alypum) y ortosifón.

Para cuidar la salud urinaria. Esta fórmula es ideal para combatir las infecciones urinarias, como la cistitis, pero también en caso de retención de líquidos, los edemas y el sobrepeso.

Ingredientes: 30% de hojas de gayuba, 20% de hojas de arándano, 20% de sumidades de brecina, 20% de cola de caballo y 10% de anís estrellado.

Para mejorar la digestión de los niños. El remedio más solicitado es el que se indica para problemas estomacales, gases, espasmos gastrointestinales o náuseas.

Ingredientes: Anís verde, hinojo y poleo blanco.

Diversas plantas para hacer mezclas

Plantas medicinales

 

 



 





 

Especias, infusiones y frutos secos

 

 

Hablo con Laura Martínez Rodríguez, amiga, que tiene un kiosco a la entrada de la plaza de abastos de Alcantarilla, donde, a través de su fecunda experiencia, se ha convertido en la persona competente que aconseja a sus clientes sobre el producto que más y mejor le puede convenir. Su kiosco se dedica fundamentalmente a las especias, pero también tiene surtido de plantas medicinales y frutos secos. Su objetivo final es promocionar los productos locales fomentando el uso y disfrute de lo nuestro, pero dejemos que sea Laura, con sus palabras quien nos explique sus metas.

 

 

"Soy nacida en Alcantarilla y de formación psicóloga especializada en gerontología por la Universidad Complutense de Madrid. Trabajé en la capital y Murcia en distintos centros dedicados al colectivo de mayores, y en el año 2009 me trasladé a Inglaterra para mejorar mi nivel de inglés, y allí es donde comenzó mi interés por el uso de especias en la cocina y donde tuve la oportunidad de formarme y trabajar como chef en cocina japonesa.

 


Mis viajes posteriores a India y Thailandia, además de ser experiencias enriquecedoras como resulta ser cualquier viaje, siguieron alimentando mi curiosidad por los distintos sabores que identifican las diferentes culturas.

 


Al estar formada también en la enseñanza del español como lengua extranjera y encontrar dificultad para trabajar en España, decidí hacer un voluntariado europeo en el sur de Turquía, donde podía practicar mi nueva profesión y seguir profundizando en la cocina asiática. Durante mi estancia de seis meses, descubrí las propiedades medicinales de las plantas.

De vuelta a Murcia durante dos años sin trabajo remunerado, me dediqué a actividades de voluntariado en la asociación Jardines del Mundo, donde desarrollamos distintos talleres de educación ambiental para niños, además de formarme y desarrollar en un terreno familiar el cultivo ecológico.

 

 

Y estos serían los antecedentes al proyecto de en Los Laureles, un modesto kiosco que pretende devolver la responsabilidad de la compra al consumidor haciéndolo partícipe de las propiedades de los alimentos y plantas naturales, con claras tendencias a un uso responsable de los recursos y con la intención de que la comunicación cliente-tendero sea la energía que vaya conformando el futuro de este negocio". Laura.

 

El especiero

Especiero es un recipiente o mueble destinado a contener y conservar las especias para cocinar o para el servicio de mesa, generalmente con estantes y cajones, donde se guardan dichas especias. Puede presentarse con múltiples formas y estar fabricado con distintos materiales, desde los primitivos especieros de arcilla hasta los modernos diseños en cerámica, cristal o metal.

 

Especiero de madera antiguo

 

Juego de botes en un moderno mueble especiero

 

Especiero. Alfarería de Aledo

 

Tarros de especias

 

Botes con diversas sustancias

 

Especiero rústico

 

Especiero de madera

 

 




faroleros

 

Cuando no existía iluminación eléctrica, el farolero era la persona encargada de encender los faroles de una población y mantenerlos en buen estado.

 

Farolero

A cada farolero se adjudicaba un determinado número de los faroles y las calles en concreto a las que debía asistir. Debía encenderlos a una determinada hora en las noches oscuras y en las de luna a la hora que se les señalara. Debía acudir al amanecer por aceite y mechas para proveer a los faroles y mantenerlos limpios, lo que debía hacer a primera hora de la mañana. Para realizar su trabajo, los faroleros estaban provistos de un chuzo, un pito, una linterna, escalera, alcuza y paños. Respondían del estado de los faroles que tenían asignados debiendo pagar los daños que les causaran.

A menudo, compaginaban su labor de farolero con la de guarda y según este encargo, debían estar vigilantes toda la noche desde el momento que se encendían los faroles hasta el amanecer. Entre sus obligaciones figuraban:

 

Monumento al farolero en Madrid

Darse voces de unos a otros desde las once de la noche, dictando la hora que era y el tiempo que hacía de cuarto en cuarto de hora, no valiéndose del pito sino para reunirse cuando necesitaran de auxilio.

Aprehender los malhechores o ladrones que encontrasen depositándolos en la guardia, cuartel o cárcel más inmediata.

Avisar cuando hubiere fuego en alguna casa, al dueño de ella y después a la guardia más cercana pero sin separarse de su puesto pues para todo debían pasar la palabra de unos a otros, como cuando algún vecino les pedía que solicitasen al médico, cirujano o partera.

En estos faroles se emplearon diversos combustibles, desde aceite hasta grasas o betunes. Después llegaría el petróleo que sustituyó al aceite y a continuación el gas. Poco a poco convirtiéndose en faroles de gas. Después la electricidad…

 

Farol

En Alcantarilla la deseada inauguración del alumbrado se produjo a finales de 1879 tras la instalación de 75 farolas de petróleo diseñadas y construidas por Eugenio Moselle quien cobró por ello 1.000 pesetas.

 

Sereno / farolero

El ayuntamiento destinó una partida para atender al consumo anual de combustible de 2.500 pesetas y nombró dos serenos que también ejercieran de faroleros. De reparaciones y mantenimiento se encargó al maestro hojalatero Ángel Sornichero.

 

“El Principito”, faroleros

En los años siguientes el presupuesto contemplado para este servicio bajó a 2.000 pesetas mientras que por contra el número de faroles aumentó en 1883 con motivo de la reposición que se hizo para sustituir los destruidos (45) por un terrible pedrisco que asoló el municipio el 2 de abril de ese mismo año. Dos años más tarde volverían a perderse otro buen número de ellos pero en esa ocasión la causa no fue natural sino por "mano airada".

 

 

A finales de 1889 el sereno Pedro Pérez era destituido de su cargo y nombrado en su lugar Alfonso García García. Meses después se subastaba la contrata para el alumbrado público por 1.750 pesetas anuales, que solía recaer en la persona de Juan Martínez Lorente. Existían 125 farolas de petróleo y su mantenimiento incluía el aceite, el petróleo, los tubos, las torcidas los trapos y la reposición de farolas y castelas.                   

También por aquel entonces se planteaban quejas de la población sobre el mal servicio que daban los empleados del ramo, quejas que llegaban al concejal del alumbrado, García Cascales. Pues bien, hasta 1904 contratas y presupuesto continuarán más o menos sin grandes cambios, excepto el aumento de farolas hasta 125. En el año 1904 ya se conocían los trabajos que estaba realizando Caballero en el Molino de la Providencia para la obtención de energía eléctrica aprovechando la corriente de agua de la acequia de Barreras.

 

El Molino de la Providencia

 

Instalación eléctrica

En 1899 Jerónimo Ruiz Hidalgo logró autorización para instalar red eléctrica de alumbrado público y privado en la población. Sin embargo, la fase pública no debió concretarse en nada práctico porque hasta mayo de 1904 el ayuntamiento no aprobó el pliego de condiciones para la contratación del servicio. El Sr. Caballero presenta en junio de 1904 instancia para quedarse con el servicio e instala tres transformadores. Uno en el Ayuntamiento, otro en la plaza de los Tres Amigos y otro en la calle de los Pasos.

 

Paso del agua bajo el molino

El 26-6-1904 se adjudica el servicio, y tres días después llegó la "modernidad" siendo alcalde Diego García López que desea y consigue que Alcantarilla estrene el alumbrado eléctrico en las Fiestas de San Pedro. Así pues, el acto solemne tuvo lugar el 29 de junio a las seis de la tarde.

 

Tablacho general del molino

La instalación corrió a cargo de los hermanos José y Miguel Caballero García. Se colocan 140 lámparas, 4 de ellas a poniente de las vías, y se especifica que el Sr. Caballero debe renovar cada cuatro meses las luces incandescentes y limpiarlas una vez al mes. Sin embargo, el corte de las aguas por la monda de acequias, unos veinte días al año, obliga a la permanencia de los faroles de petróleo.

En 1906 solicitaron la ampliación de la red existente desde el transformador de la Puebla de Soto.

 

Turbina generadora de electricidad

 

Detalle

Los contratos se van renovando. En 1918 las clausulas impuestas por el Ayuntamiento son:

-Lámparas más potentes.

-Que cada mes se limpien por fuera.

-Cada cuatro meses lámparas nuevas y reponer las fundidas.

-Que la corriente sea de la intensidad de las lámparas.

-Que estén encendidas desde la puesta del sol hasta media hora antes de su salida.

 

Roto

Teniendo en cuenta que el alumbrado público no llegaba al extrarradio y el privado tampoco, el  casero se mantuvo, hasta 1927-1928, mediante carburo, procedente de Barcelona. Todavía en la década de los años treinta los Caballero García conservaban el suministro del fluido eléctrico que Alcantarilla necesitaba. Por cierto en aquellos años la mayor concentración de luces se hallaba en la Calle Mayor donde existían 28 "focos”. Posteriormente el alumbrado va llegando a todos los barrios.

En cuanto al mercado privado sería la empresa Eléctrica del Segura la que desde 1920 se hiciera con la clientela de buen número de empresarios a los que proveía desde su caseta de transformación situada en El Puntal, en las inmediaciones de Espinardo.

(Del libro “Topografía y Ordenación Urbana de Alcantarilla”. Pedro Luis Cascales López)

 

 

 

CONTINÚA EN ANTIGUOS OFICIOS DE ALCANTARILLA III-C

                                  

 

                       

 

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